El momento ha llegado. Por fin hemos visto el mayor y más violento conflicto de ‘Perdidos en la Tribu’ (Cuatro). Sucedió durante la tercera entrega de la temporada 3 del programa y la protagonizó la mejor familia de todas: los Bernhayer. La bronca se ha cobrado la expulsión del clan pero ha habido más, mucho más.
Prometieron que en esta temporada, las tribus eran más brutales que nunca y más que bestias, son, en realidad, las que más consciencia tienen de que están en un reality, por lo que se dedican a dar espectáculo. Y es que, si una cosa tuvimos clara el miércoles 2 de mayo de 2012 es que los indígenas, de inocentes no tienen un pelo. Es más, saben muy bien cómo hacer estrategias y ‘cargarse’ al enemigo.
Fue en el tercer capítulo cuando las condiciones extremas se cobraron su primera víctima. Para nuestra desgracia, se nos fue la mejor familia de todas. Pero no desesperemos, los próximos en llegar son de traca.
LOS BERNHAYER: HUEVOS, MENTIRAS Y CORTES DE PELO
¿Es Marie un pija insoportable que hace más insoportable aún la vida de los humildes africanos o son los nativos los que la han presionado hasta el límite? Difícil respuesta. Hay de todo un poco.
Recordemos que los de la jet set marbellí se presentaron ante los Siru (de Etiopía) dando lo que se espera de unos concursantes de reality en la era post-Carmen Lomana, es decir; mucho pedigrí y una buena dosis de elitismo del todo a cien. Y como exponente de tales características, estaba Marie, que con sus escrúpulos y su mal genio no fue del agrado de los nativos.
El tercer capítulo comenzó para los Bernhayer con buenas noticias. La organización del concurso les había obsequiado con un kit de cocina para que el cabeza de familia, Juan Carlos (novio de Marie), preparase sus famosos huevos revueltos. El clan marbellí estaba pletórico. Guisaron con brío y quisieron compartir con la tribu sus ‘manjares’. Momento maravilloso éste, en el J.C y Marie les metían la cuchara por las orejas a los pobres africanos y éstos vomitaban con cara de asco y mirando a cámara.
Pero el conflicto llegó con… el pelo. Marie ya explicó en su presentación, que para ella, su cabello es una especie de amuleto vital y que lo cuida con esmero. Claro, los del programa, muy listos ellos, la meten en una tribu en la que la máxima expresión de la belleza para la mujer es el look a lo Kiko Matamoros. Como era de esperar, se armó y de qué manera.
Mientras las mujeres Suri estaban rapándose la cabeza, los Bernhayer miraban la secuencia entre la carcajada y el pavor. Una de las africanas, muerta de la risa, quiso arrancarle la cabellera a Marie, y la francesa perdió los nervios, agarró a su enemiga y por poco le da un guantazo.
Después llegó el momento de la conspiración. Marie lloró ante su marido diciendo que los de la tribu le están haciendo un ‘Luz de gas’ puesto que siempre la provocan a solas para que no haya testigos. Mientras, el jefe de los Suri preguntó a las mujeres por el incidente y éstas contaron ‘su’ versión. ¡Pero mira que son arpías, malas y pécoras! Si se estaban desternillando mientras iban a ‘machete’ a por la otra. En serio, éstas arrasan en ‘Gran hermano’.
El jefe se puso serio y le dio un ultimátum a la mujer de Juan Carlos:
Eres el gran problema de tu familia. Eres fuerte como nuestras mujeres, pero estas lejos de parecerte a ellas. Además, has rechazado nuestra cultura usando la violencia para no cortarte el pelo. Deberás afeitarte la cabeza para demostrar que no te avergüenzas de nosotros. Si no aceptas deberás abandonar el poblado
Fue el patriarca de los Bernhayer quien dijo que de eso nada de nada y acto seguido, el consejo tribal les mandó a Marbella con lo puesto. Los españoles lloraron y lloraron y la gran Marie dijo:
¿Que si ha merecido la pena?…. Claro que sí.
Los Bernhayer se han ido pero en su lugar llega una familia de Sevilla con un perfil curioso. La hija sólo destaca de sí misma sus «pechos ‘tó’ firmes y grandes» y la madre dice que no está feliz en su matrimonio y que necesita algo más en su vida. El padre la mira con cara de panoli. Pobre. La cosa promete.
LOS SAN SEBASTIÁN: RUPTURAS EN EL AGUA
He de confesar que con los San Sebastián, un servidor lloró. Sí, estaba cantado. En primer lugar, pongámonos en situación, que lo de esta familia es complicado: son de Bilbao, los padres Mikel y Nanda, se llevan a las mil maravillas y las hijas, Okaritz y Eneritz, van de díscolas. A la familia feliz se les ha unido un espontáneo de nombre Billy que no es otro que el novio de la última aunque llevan saliendo dos meses. Los cinco se fueron a las áridas tierras de Togo, al oeste de África,
Bien, en primer lugar, Okaritz es la más conflictiva de todas. Está desatada la muchacha. Es graciosa, todo hay que decirlo, se ríe de todos pero no para de gritar, quejarse y ponerse muy violenta. El 2 de mayo de 2012 vimos como se negaba a embadurnar las casas con estiércol, lo que casi le cuesta que una nativa le empotre la cara, literalmente, en la mierda.
Pero lo bonito llegó con Mikel. El patriarca está malo por culpa del calor y de la sequía. Él se esperaba verdes valles y grandes cataratas y como que allí, de eso, no hay. Pues bien, lo de la tribu, que son muy majos se lo llevaron a un río próximo (dos horas a pie) y el programa les regaló una caja con flotadores, colchonetas, pistolas de agua, gafas de bucear y demás utensilios de moda en Benidorm. Eso fue lo más. Se lo pasaron pipa tanto españoles como africanos. Lo emocionante fue ver como uno de los Tamberma describía el momento:
Nunca en mi vida he visto disfrutar a nadie tanto con el agua. Nunca.
Y acto seguido le dio un abrazo a Mikel.
Pero tras la jovialidad llega el desasosiego, y es que Eneritz y Billy están en crisis. De hecho, según los avances, ponen punto y final a la relación en el capítulo que viene. Los motivos: que no se dan cariño mutuo. Pues si no lo hacen ahora, que llevan dos meses, mejor que corten aunque no sea en las condiciones adecuadas.
LOS MERINO: «VOY ENSEÑANDO LAS TETAS TODO EL DÍA»
Los Merino -Carlos, Víctor y Cristina (los hijos), Marisol (la madre) y Carlos (el padrastro)- son los que mejor se lo han pasado. Los Shiwiar no les tratan mal del todo. Lo que peor llevan es la comida y aunque en el capítulo anterior, Cristina no paró de llorar mientras cocinaba (es un decir) ‘chicha’ -plato estrellas hecho a base de escupitajos- en la tercera entrega del concurso la vimos más entregada y dispuesta incluso cuando le tocó matar a una pobre tortuga y comerse su pene.
Los hombres Merino han vuelto a desnudarse -ya lo hicieron en el vídeo de presentación- pero esta vez en el río y las mujeres se han vestido con las ropas típicas, a saber, una falda así como de hawaiana y un sujetador hecho de hojas con el que, según Marisol, va enseñando «las tetas» todo el día.