Esto cada vez va a más. La sexta entrega de ‘Perdidos en la Tribu 3’ fue mejor, si cabe, que la anterior pero promete ser peor que la que viene. Sin duda, fue uno de los episodios más divertidos, truqueros y desvergonzados aunque no faltó el dramatismo (de una exageración terrible) con un incidente que casi le cuesta el puesto a los Merino.
Cada año es igual. Uno de los choques culturales que tienen las familias viajeras con los nativos es el sexo. Nosotros, que vamos tan de guays y de liberales, tendemos a sentar cátedra en cuestiones de alcoba aunque estamos muy equivocados, al menos para los de las tribus. Éstos, en la mayoría de casos, tienen una relación más natural con el cuerpo. Se exigen así mismo el nudismo integral y no ven el sexo ni la culpa ni el pecado. Eso sí, son machistas de narices.
La tercera temporada del programa de Cuatro no iba a ser una excepción. Ya hemos visto baños en pelotas, vestuarios diminutos y tocamientos ‘peligrosos’ pero el 23 de mayo de 2012, vimos los más divertidos encontronazos sexuales entre las familias y sus anfitriones. Eso sí, no van a ser los únicos. Pero vayamos, como siempre, por partes, es decir, por familias.
LOS BERHANYER: CUESTIÓN DE TAMAÑO
A estas alturas del partido, queda más que claro que mi predilección son los Berhanyer. Corrijo, mi ojito derecho es Marie. Entre tanta oligofrenia contenida y/o bipolaridad evidente y entre tanto pudor pijo, a mí se me cae la baba.
Recordemos que los de la jet set están de vuelta. Los Suri se hartaron de la ejecutiva VIP y puesto que ella no quiso raparse su rubia melena, la mandaron de vuelta a España. Pero aquí llegó el giro de guión. Otra familia, los San Sebastián, llegó al límite de sus fuerzas (y nosotros también por aguantarlos) y dejaron a los Tamberma.
Y como los Berhanyer son así de aventureros, se fueron para Togo a sustituir a los vascos aunque no optarán al premio final (eso es amor al arte, señores). El caso es que el 23 de mayo de 2012, pudimos hacernos una idea clara de cómo se están adaptando los de Marbella a las costumbres de los africanos.
El primer conflicto llegó con la mierda. Así de claro. Marie (pareja de Juan Carlos) y Liz (la novia sosa de Elio, el hijo del patriarca) tuvieron que hacer lo que tanto asco les daba a las mujeres del clan San Sebastián. Amasar estiércol. En un principio, la francesa puso cara y si no dijo la palabra «mierda» hasta que a un servidor le estallaron los tímpanos no lo dijo ni una sola vez. Pero ¡zas! de pronto, a la rubia se le cambió el chip y se puso a cantar como una posesa. Eso si, en un momento de rabia le dijo a una de las locales:
No me toques con la mano llena de mierda que te pego una hostia que te plancho
¿No es genial?
Pero lo mejor de la jornada para los Berhanyer fue la cuestión de la ‘carne’. Primero hubo un intenso debate por saber si los blancos la tenían más grande que los negros. Obviamente los segundos ganaron por goleada. Tanto que uno de los de la tribu, mirando a cámara y como si se comiera una mandarina, se destapó por completo. Tranquilos, el ‘artefacto’ fue censurado y creemos que exagerado, pero nos creemos que aquello muy ‘normal’ no era.
Y hablando de penes, Marie dice estar contentísima con el de su pareja. Así se lo dijo a los Tamberma en uno de sus habituales ataques de histeria, abriendo los brazos para dar a entender que el miembro de Juan Carlos es más grande que la espada del Cid.
Aquí no acaba el tema erótico-festivo. Así como el que no quiere la cosa, un nativo agarró a una de las suyas (que iba en top-less) y se la ofreció a Elio como presente. Claro, el marbellí flipaba mientras que su novia no entendía muy bien de qué iba todo aquello. El africano insistía e insistía y no le entraba en la cabeza el concepto de la monogamia y con un «qué triste me parece», se fue. A todo esto, el regalo en cuestión -la chica Tamberma- mira con cara de pánfila como diciendo: «Bueno, pues esto es lo que toca hoy. Mañan será con otro y tan contenta que estoy, ala» .
Ah, otra novedad. Los Berhanyer se han vuelto a enfrentar a los mismos problemas capilares que ya les enfrentaron a los Suri y esta vez los españoles han cedido. No. Marie no ha perdido su felina melena, lástima. Ha sido Juan Carlos, al que han dejado como Lex Luthor.
En las valoraciones finales, el jefe de la tribu, primero, no ha entendido nada de la bipolaridad de Marie, a lo que le ha dicho:
Posees el mismo carácter y la misma fuerza que nuestras mujeres. Pero a diferencia de ellas, no controlas tus impulsos y faltas al respeto a todos. Eso no puede ser. Aprenderás a controlar tu carácter haciendo el trabajo de nuestras mujeres
Por otro lado, están contentísimos con Juan Carlos y con los jóvenes, a los que le han ofrecido participar en un ritual de madurez, algo que, según los avances, va a ser muy bestia (hay desnudos).
LOS NAVARRO: EL PELIGRO DE LA COMUNIÓN
Recordemos que los Navarro llegaron a la Tribu Suri para sustituir a los Berhanyer. Los nuevos son cuatro: José -el padre menospreciado por su familia -Isabel- la madre aburrida de su vida marital, Chabeli -la hija que sólo habla de sus tetas- y Antonio -el hijo friki de los juegos de rol que madruga por las mañanas para tener más tiempo en pensar las maneras con las que hacer sufrir a su hermana-.
Su entrada fue gloriosa, entrando, Chabeli, al poblado en tacones y regalándole al jefe de la tribu una muñeca flamenca que los nativos confundieron con una diosa española (hombre, si fuese Lola Flores, tal vez. En el capítulo 5 vimos cómo la familia está descompuesta. La madre sólo quiere estar con su hija y pasa del marido, mientras que éste está encantado con su nueva aventura.
Pero en el capítulo 6 vimos el peligro de la comunión. De la comunión que ha hecho José con su nueva cultura. El sevillano ha sido otro que se ha rapado la cabeza y él está feliz como una perdiz. La mujer, despechada, le dijo:
Si antes no te decía que «te quiero», ahora mucho menos con esas pintas.
¡Toma hachazo! Eso sí, el hombre ha caído en gracia a los Suri e incluso ya le han bautizado como ‘Na Birín’, montaña sagrada.
Otro gran momento de los Navarro fue cuando Chabeli e Isa crearon su particular ‘Supermodelo’ made in África y enseñaron a las locales cómo desfilar. Me lloran los ojos recordando la secuencia.
LOS MERINO Y LOS PELIGROS DEL AGUA
Lo he dicho mil veces. Los Merino son los triunfadores de esta edición. Dan poco juego porque se están adaptando a las mil maravillas pero el 23 de mayo de 2012 lo pasaron mal, muy mal.
Durante el primer día de pesca, un pez venenoso mordió a Víctor. Su estado empeoró en minutos y la tribu se preparó ante una posible marcha. Vamos a ver, la historia tenía mucho cuento. La música, el montaje, las caras de preocupación… Hombre, si tan malo estaba le manda a un hospital enseguida, no le tienen ahí horas medio tirado en el suelo.
Pero hubo final feliz, La familia se volcó con él y gracias a los cuidados de los Shiwiar, mejoró y se recuperó perfectamente.