No han dejado lo mejor para el final pero aún así, el último programa de ‘Perdidos en la Tribu 3’ fue un digno broche para la que sin duda ha sido la mejor temporada del programa. Hubo momentos de tensión, lágrimas, sorpresas, drama guionizado pero eficaz y una promesa que nos alegró el día.
Ya está. Ya ha terminado la que, para un servidor, ha sido la sorpresa de la temporada. Y es que, aunque siempre tuve a ‘Perdidos en la Tribu’ como un reality menor en el que, al no haber interacción con el público, parecía carecer de tensión, además he tenido demasiada afinidad con el ‘rollito’ indígena. Pero claro, la fórmula, ‘el pez fuera del agua’ siempre funciona y el formato ha gozado, desde sus comienzos, de buena aceptación.
Pero de pronto llegó la tercera temporada y el nivel subió considerablemente. La ‘mano de obra’ de los creadores de ‘¿Quién quiere casarse con mi hijo?’ se notó e inyectó en el proyecto una buena dosis de descaro y mala leche que ha provocado momentos que ya pasarán a la historia de la televisión (esa escena de la familia Navarro dándole una muñeca flamenca al jefe Suri es inigualable).
Los Berhanyer, los Merino y los Navarro nos han hecho reir, llorar y distraernos durante nueve semanas pero justo cuando creíamos que no les volveríamos a ver. ¡Tachán! Va a haber segunda parte, la ya conocida ‘Perdidos en la ciudad’, que Cuatro está anunciando para «muy pronto».
El último capítulo emitido el 19 de junio de 2012 tenía el handicap de que ‘todo el pescado estaba ya vendido’. El destino de las familias casi se daba por sentado y pareciese que había poco material para cubrir dos horas pero los creadores del programa se inventaron un punto de tensión tan falso como efectivo y asunto resuelto. Pero vayamos por partes, es decir, por familias.
LOS BERHANYER: MARIE, LA REPUDIADA
Como no podía ser de otra cosa, Marie, la gran Marie, fue la protagonista de la noche. Y es que, los Tamberma, no la han aceptado. Menos mal porque de haberlo hecho, hubiese sido una gran decepción.
La francesa siempre ha luchado hasta el absurdo por mantener su independencia moral incluso cuando era innecesario o contraproducente. Recordemos que por ella, los Suri mandaron a la calle a toda la familia Berhanyer y aunque regresaron al programa para sustituir a los Navarro con los Tamberma y no optaban al premio final, Marie continuó por la sendero de la soberbia para disgusto de los africanos y goce de la audiencia.
Mientras que Juan Carlos, Elio y Liz se han desatado con los Tamberma -los jóvenes incluso se han casado en la boda más friki jamás vista-, Marie no ha dado su brazo a torcer. En los últimos consejos tribales, el jefe de la tribu se lo puso muy claro a la de Marbella:
Nunca en mi vida he conocido a alguien como tú. No aceptas órdenes y muchas veces nos has faltado el respeto. Pero, a pesar de eso, valoramos tu fuerza y orgullo. No ha sido nada fácil tomar una decisión respecto a ti. Es cierto que eres valiente y eso nos gusta. Pero eso no es suficiente. Hemos esperado un cambio en ti pero nunca ha llegado. Hemos decidido que alguien como tú merece nuestra amistad pero nunca podrá ser Tamberma. No puedes ser como nosotros si no nos respetas. Igual, como tu familia es Tamberma, tú eres nuestra amiga
Es decir, que todos fueron aceptados menos ella. Aún con todo, Marie estaba feliz (claro, no había dinero de por medio) y dijo:
Yo no creo que me haya fallado a mi misma ni a mi familia. Creo que si esto fuera un examen no tendría acceso a la mejor universidad. Me quedo con suspenso y con que mi familia se merece un diez
Pero lo más surrealista fue el discurso cursi que nos dio Juan Carlos. Por favor, atención a las palabras:
Pueblo Tamberma, nuestra familia está muy orgullosa de haber compartido con vosotros estos días de felicidad. Tenemos diferencias de color pero tenemos el mismo corazón. Vuestro Dios y el nuestro están orgullosos de esta comunicación que hemos tenido. A mí me aceptásteis, es un orgullo, pero sintiéndolo mucho, mi familia es una y donde no aceptan a mi mujer yo no quiero ser aceptado. Aunque mi corazón es Tamberma los objetos que me entregásteis os los devuelvo. Con todo el cariño del mundo. Siento una gran pena pero no puedo aceptarlos. Si algún día mi mujer es aceptada como Tamberma yo volveré a coger los objetos, volveré a estar con vosotros
Dicho y hecho, el marbellí devolvió los presentes a los nativos y éstos les miraban como diciendo: «¿Pero qué cosa friki dice éste? Mira guapo, apáñatelas tú con tu mujer que nosostros nos quedamos tus cosas y se las damos a los siguientes que vengan, que ya estamos en negociaciones con la televisión argentina».
Pero obviamente, todos fueron muy falsos y la despedida parecía el final de Titanic. Marie lloró, los africanos lloraron y se prometieron que volverían a verse pronto. (Uff, no puedo dormir pensando en la venganza de ella cuando los Tamberma marchen a Marbella).
Después vimos a los Berhanyer poniéndose las botas en el hotel local y repasando toda su experiencia en Madrid junto a Raquel Sánchez Silva. Fue en ese momento cuando la presentadora les mostró el último mensaje que los Tamberma les habían dejado:
Vuestra marcha nos apena, queríamos que os quedáseis. Aunque no hayas sido aceptada debes saber que te queremos. Aunque hayamos tenido problemas siempre serás bienvenida aquí y tratada como una amiga.
LOS NAVARRO: Y VENCIÓ EL AMOR (Y EL FÚTBOL)
¿Qué voy a hacer yo sin mi Chabeli? No veo el momento de ver a la andaluza toda embutida en sus diminutos vestidos llevándose de parranda a los Suri por las calles de Sevilla. Pero hasta que eso suceda (en ‘Perdidos en la ciudad’) siempre nos quedará esa imagen de ella andando con tacones por el campo o insultando a todo bicho viviente que la obligaba a bañarse sin su mascarilla del pelo. Estaba claro que los Navarro iban a ser aceptados. El líder de los Suri así se lo hizo saber:
Habéis cometido errores pero nosotros también los cometemos. Os habéis enfrentado a vuestras debilidades y habéis vencido. Aún nos quedan cosas por aprender, pero las aprenderéis. Habéis llegado como una familia desunida, ahora, por fin, sois uno. Na Birim, Nga Chugura, Bar Koro, Nga Tagui gente que llegó sin tribu ya sois suri. Ahora somos hermanos.
La alegría fue máxima, tanto que José se desató por completo y fundó la peña bética suri. Emocionados dejaron una bandera del club de sus amores y una bufanda y cantaron como locos a los suri el himno bético.
Tras la despedida llegó el hotel y la cena, momento, éste, genial, en el que toda la familia se zampaba lo que veía mientras que Chabeli, a falta de un espejo, se maquillaba los ojos guiándose por el reflejo de un cuchillo.
De vuelta a Madrid, Raquel Sánchez Silva les hizo saber que, por primera vez en la historia del programa, una familia no ha conseguido ser aceptada (los Benhayer) por lo que el premio final de 150.000 euros se iba a dividir entre dos. Es decir, que los de sevilla se embolsarían 75.000. Bien por ellos. Se lo merecen.
LOS MERINO: TENSIÓN HASTA EL FINAL
Fueron los mejores hasta que la cagaron en el último momento. Recordemos que la semana anterior, los Merino tenían que pasar una última prueba: dominar la canoa en pleno Amazonas. Los cuatro lo intentaron pensando que era pan comido pero en cuanto se pusieron manos a la obra, el cansancio y las rencillas entre ellos, les pasaron factura y fueron arrastrados por la corriente. Uno de los Shiwiar les rescató pero el jefe de la tribu, muy decepcionado les dijo:
Lo habéis hecho mal. Estoy preocupado ya deberíais controlar el río. Si no os rescatábamos el río os tragaba y habéis puesto en peligro a uno de los nuestros
Para darle un poco de intriga a la cosa, el programa no les dio el veredicto final de los Shiwiar a los españoles hasta que no llegaron a Madrid. Aquí, la familia se reencontró con la hermana, menor que no pudo participar de la aventura por ser diabética, y todos juntos descubrieron, felizmente, que habían sido aceptados por la tribu. No podía ser de otra manera. Que lo disfruten y hasta pronto.