Muchos dirán que se lo ha ganado a pulso pero en el último reportaje de ‘Sálvese quien pueda’ vimos una escena de tal violencia que resulta injustificable. Aída Nízar fue agredida por unos okupas que, encima, la han denunciado. Y no sólo eso. Algunos de ‘Sálvame’ lo han aplaudido.
El problema que tiene Aída Nízar es que, por mucho que quiera hacer las cosas bien, su fama la precede. Y si, al verla, la gente sale huyendo como si fuese la semilla del diablo será, lo reconozca o no, por algo. No quiere decir ésto, que se justifique, ni mucho menos lo que vimos el pasado 22 de junio de 2012.
Cuando se anunció que Nízar iba a tener su propia sección en ‘Sálvame’ nos escandalizamos. Comenzó metiendo la pata atacando a los catalanes pero poco a poco, nos ha ido dando igual. Es cierto que en cada uno de sus reportajes de ‘denuncia’ social que realiza para la sección ‘Sálvese quien pueda’ casi siempre termina maltrecha o humillada por lo que ha dejado de ser novedad. Pero fue el viernes pasado cuando se tocó techo.
Con la crisis, muchos son los desahuciados, por lo que hay gran cantidad de inmuebles vacíos que han sido ocupados por personas sin hogar. Aída se desplazó a Sevilla para visitar uno de estos edificios ocupados, de manera ilegal, por 36 familias acuciadas por los problemas económicos que se encontraban en una lista elaborada por el colectivo 15-M.
Yo vine a vivir a este edificio porque estaba vacía porque aquí no había nadie. No se sabe ni de quién es. Tengo 30 años y ojalá pudiera pagar un alquiler y tener mi luz y mi agua y mis cosas. No por la cara pero llega un momento que no puedes más.
Así hablaba una de las vecinas del inmueble que fue increpada por el resto de familias por hablar con Aída. Momentos más tarde, otra de las ‘okupas’ argumentaba que:
¿Te parece que yo quiero vivir gratis? No, yo no quiero vivir gratis pero tengo una nómina de 250 euros. Querría pagar como tú y como cualquiera.
Pero fue cuando Aída quiso entrar en el inmueble cuando fue brutalmente agredida por alguno de los vecinos. Ella gritaba que:
Nosotros sólo estamos haciendo nuestro trabajo
Pero allí nadie entraba en razones. Nízar le echó mucho dramatismo al asunto pero es cierto que el momento es bastante devastador. Eso sí, ella, que decía que lo que quería era ayudar, no dudó en mandarles una amenaza:
Esto no es un edificio privado. Es un edificio ocupado. ¿Qué pasa si llamo a la policía ahora mismo?
Según informó el programa, tras estos hechos, Aída fue denunciada por los okupas del inmueble sevillano.
Lo hemos intentado pero no ha habido manera de entrar en este edificio sin poner en riesgo a nuestras vidas.
Dijo una Aída que, en lugar de marcharse, volvió a intentarlo una vez más aunque sin suerte. Un okupa le explicó que todos los vecinos iban a votar en asamblea si le permitían o no la entrada aunque, tras horas de deliberación, la respuesta fue negativa.
En la segunda parte del reportaje, Aída se desplazó a la localidad de ‘La Alameda’ donde hay otra casa ocupada pero se encontró con más de lo mismo. Aunque en un primer momento, un vecino se prestó a hablar con ella, pronto, el resto de okupas increparon a la reportera y se negaron a decirle nada.
ALIA NÍZAR SALE EN DEFENSA DE SU HERMANA
Puesto que hacía mucho que no daba de qué hablar y de que sus reportajes ya aburren -siempre es lo mismo, Aída va a ‘denunciar’ algo y acaban insultándola- ‘Sálvame’ aprovechó la polémica con los okupas para llamar a su hermana, Alia -no entendemos muy bien por qué- recién llegada de Abu Dabi.
La invitada se sentó en ‘Deluxe’ el 22 de junio de 2012 para volver a decir lo orgullosísima que está de su hermana, para no admitir que es una provocadora, para enfrentarse a Mila Ximénez y para defenderla de las agresiones recibidas. Eso sí, se quedó con la boca abierta cuando, el colaborador del programa, Jimmy G. Arnau dijo:
Lo que siento es que no le hayan abierto la cabeza
Y es que, como apuntó también Kiko Hernández:
El reportaje con los okupas no me ha gustado nada porque lo que no puede ser es que Aída vaya vestida con su collar de Gucci y su ropa de marca a entrevistar a gente que no tiene qué comer.