Qué alegría nos llevamos al ver de nuevo a la familia Berhanyer una vez terminada la tercera temporada de ‘Perdidos en la Tribu’. Y aunque el clan al completo se acercó a ‘El programa de Ana Rosa’ para hablar de todas sus polémicas, fue la gran Marie la única que tomó la palabra.
LOS BERHANYER: UNA FAMILIA SIN IGUAL
Narrar la historia de estos cuatro es contar la crónica de una polémica. Una odisea que se podría resumir como el paradigma del clásico ‘El pez fuera del agua’. Los Berhanyer han hecho historia en ‘Perdidos en la tribu’ y gracias a ellos, la tercera fue la mejor temporada del reality de Cuatro.
Recordemos que el clan marbellí estaba compuesto por Juan Carlos, hijo del famoso diseñador cordobés Elio Berhanyer, que lleva un año de relación con esa versión más honesta de Carmen Lomana llamada Marie, una organizadora de eventos VIP de origen francés 24 años más joven que él. A los dos les acompañaron en su aventura, el hijo de Juan, Elio, y su dulce novia Liz, que se pasó todo el programa como si se hubiese comido a Rita Irasema.
Primero, los Berhanyer se fueron a convivir con los Suri (de Etiopía) y la cosa fue mal desde el minuto uno. Marie no soportaba las costumbres primitivas de los nativos y éstos no entendían cómo una mujer podía dar esos gritos. Pero la tragedia llegó con…¡el pelo!. Para demostrar su lealtad, el jefe Suri le exigió a la francesa que se uniese a la moda femenina local, es decir, que se rapase la cabeza. Ella se negó y se fueron de patitas a la calle.
Los fans del programa nos echamos las manos a la cabeza. ¿Cómo era eso posible? ¿Era el adiós definitivo de los de la jet-set marbellí? Gracias a dios, no. Y es que otra familia, los San Sebastián tiraron la toalla con la tribu de los Tamberma y los Berhanyer se fueron a las áridas tierras de Togo para sustiruirles, pero eso sí, puesto que ya habían sido expulsados una vez, no optaron al premio final. Es decir, que concursaron por amor al arte. Y nosotros que se lo agradecemos.
Con los Tamberma sucedió tres cuartas partes de lo mismo. Marie seguía sin encajar y el resto de la familia tampoco es que hiciese grandes esfuerzos. De hecho, una de las grandes secuencias del programa, nos la ofreció Elio cuando, tras despelotarse en un ritual de iniciación, abroncó a su ingenua novia, Liz, por hacer topless con el resto de mujeres africanas.
Finalmente, los Tamberma aceptaron a los españoles, a todos menos a Marie, a la que catalogaron de ‘amiga’ pero a la que no dieron el visto bueno como parte de la ‘manada’.
LOS BERHANYER EN ‘EL PROGRAMA DE ANA ROSA’: «EL DINERO NO DA LA FELICIDAD»
A la espera de volver a verlos en ‘Perdidos en la ciudad’ (nuevo concurso de Cuatro en el que miembros de las tribus viajarán a España a convivir con sus respectivas familias), los Berhanyer se pasaron por ‘El programa de Ana Rosa’ el pasado 25 de junio de 2012 y como era de esperar, nos dimos cuenta de que lo suyo no era puro teatro y que allí, quien manda es Marie.
La francesa acaparó casi la totalidad de toda la entrevista y nos regaló alguna que otra perla como cuando se refirió a cómo tomó la decisión de ir al concurso:
Estaba sentada enfrente del Marbella Club tomando un café y lo decidí. Le dije a Juan Carlos que si nos íbamos y aceptaron. La aventura fue interesante, la lección dura de encajar, pero fue beneficioso para nosotros.
Marie se mostró encantadísima de contestar a la pregunta de si el dinero da la felicidad y dijo:
El dinero no da la felicidad. Es un medio para llegar a determinados sitios. El premio no era el objetivo. A concursar no fuimos. La segunda vez fuimos a terminar un ciclo.
Sobre el hecho de no ser aceptada por las tribus, la francesa confesó:
Te aceptan si te asemejas y te pareces y parecer no estoy por la labor, soy así. No dudaría en repetir la experiencia. Recomiendo al que lo considere que se vaya a dar un paseo por la tribu. Yo sabía donde iba pero otra cosa es experimentar.
Para terminar, Elio habló, brevemente, de su polémico cabreo ante el despelote de su novia -ella se limitó a decir más bien poco- y dijo:
Me molesté porque no sabía si había estado muy presionada para llegar a ese punto. Yo la conozco y no sé en qué situación estaba