Uno es guapo y con ese aura de yerno perfecto que le hace irresistible, mientras que el otro es bajito y con un humor y una inteligencia con los que se mete a todo el mundo en el bolsillo. Sometemos a Jesús Vázquez y a J.J. Vázquez al duelo definitivo para saber quien tiene las características necesarias para ser el mejor comunicador.
Hasta la fecha, las presencias de de Jesús Vázquez y de Jorge Javier no eran incompatibles. Eso hay que dejarlo bien claro. Cada uno hacía bien lo suyo y compararlos no tenía sentido alguno. El primero se dedicaba a presentar formatos de entretenimiento más o menos ‘blancos’ y el segundo era el perfecto árbitro del mundo del escándalo, aquel que no admitimos lo mucho que nos gusta.
Pero la vida, y las carreras, cambian, evolucionan. Y mientras Jesús Vázquez fue relegado a Cuatro y acumuló un fracaso tras otro, J.J. dejaba parcialmente el nicho del sensacionalismo para hacerse cargo de los grandes formatos de T5. Y ahora, recién estrenado el curso 2012-2012, Jesús V. vuelve a primera línea de combate con ‘La Voz’, esa enésima revisión de aquel ‘OT’ que tan buenos resultados le dio. Ahora, con Pilar Rubio fuera del mapa, el pastel de Mediaset se lo reparten entre estos dos.
El problema es que ambos conductores representan las dos caras de T5. Jesús Vázquez es lo que la cadena se acompleja de no ser -correcta, diplomática y apetecible para todos los anunciantes- y Jorge Javier es lo que realmente es -polémica, transgresora y arrogante-. ¿Hay espacio para los dos? ¿Por qué modelo se decantará finalmente Telecinco?
Las comparaciones son odiosas pero muy divertidas. Veamos las 5 diferencias entre las dos estrellas del momento.
TRAYECTORIA PROFESIONAL
Jesús Vázquez: Lo suyo es una historia de reencarnaciones. Jesús Vázquez ha tenido innumerables vidas profesionales y personales. Fue el chico guapo (espectacularmente guapo) de los 90. De modelo pasó a hacerlo todo en T5. Era el objeto de deseo oficial en nuestro país. Hizo hasta películas y sacó un disco (¿Quién se acuerda de aquel «a dos centímetros escasos de tu boca yo te besé»?). Pero todo cambió con el ‘caso ARNI’ (en el que fue acusado de corrupción de menores y que resultó ser un burdo montaje del que salió absuelto). Sobrevino la ruina económica y moral y el presentador tuvo que comenzar de cero.
Fue con ‘Gente con chispa’ (Telemadrid) donde fue reconciliándose con el público y consigo mismo. Salió oficialmente del armario y pronto le llovieron las ofertas. Tras varios intentos fallidos en A3, Vasile le rescató regalándole ‘Operación Triunfo’, ‘Allá Tú’ y ‘Supervivientes’. Volvían los tiempos felices. Era el incombustible, el hombre que nunca envejecía y que grababa su nombre en oro. Pero Mediaset se amplió, T5 se ‘salvamizó’ y Vázquez y su corrección política se pasaron a Cuatro. Allí no tuvo tanta suerte. Sobrevivió como pudo en ‘Pekín Express’ y en concursos de poca monta hasta que ha regresado por la puerta grande con el inminente estreno de ‘La Voz’.
Jorge Javier Vázquez: No conoce el fracaso. Comenzó de redactor, pasó a paparazzi y de ahí a tertuliano-palmera de la Campos y de Ana Rosa pero llegó ‘Aquí hay Tomate’ y fue el rey de la pista. Se le ponía a parir pero daba igual, el programa era un éxito. T5 cerró el chiriguito sin previo aviso y Vázquez se quedó en la calle, haciendo pasillos y esperando a que sonara el teléfono. Tuvo que pasar un año para que arrancase ‘Sálvame’, un formato que comenzó de tapadillo pero que se transformó en el buque insignia de T5. Durante tres años le hemos visto durante 4 horas diarias más otras tantas los viernes por la noche en ‘El deluxe’.
Su carrera se diversificó con ‘Supervivientes 2011’ y aunque el reality era una ampliación de universo ‘Sálvame’ no se puede negar que fue uno de los mejores concursos realizados de la historia y en el que el presentador demostró que valía para el tan temido prime-time. Luego llegó ‘Acorralados’, que era más de lo mismo, pero el gran reto surgió en forma de carta. Con ‘Hay una cosa que te quiero decir’, Vázquez cambió de registro, dió de lado a la farándula (aunque nunca ha dejado el cortijo) y se centró en los dramas anónimos (igual o más sensacionalistas que los de los famosos). Éste es un formato muy mediocre en el que J.J. comenzó encorsetado y frío pero en el que se ha ido desenvolviendo, más o menos, con elegancia (aunque aún no se suelta del todo).
Resultado: Jesús Vázquez tiene una carrera más prolífica por lo que no está encasillado. Y aunque fracase, es como un Channel, nunca pasará de moda. Jorge Javier, aunque lo intenta, aún le cuesta sacudirse la imagen del rey de la mal llamada ‘telebasura’. Punto para Jesús Vázquez.
ELECCIÓN DE PROYECTOS:
Jesús Vázquez: Sabe cúal es la imagen que proyecta y suele escoger (o le eligen) proyectos en los que, a priori, puede encajar. No sabemos si fue realmente una decisión suya o no, pero pasarse a Cuatro fue un paso atrás. Ni él pudo brillar allí. Lo bueno que tiene es que sabe combinar formatos y horarios, siempre cortados por el mismo patrón -el del entretenimiento que no da mucho de qué hablar-.
Jorge Javier Vázquez: Sinceramente, no creo que JJ. tenga de avergonzarse de nada. Es más, pienso que está orgulloso de ser el representante del amarillismo y del escándalo. Pero es muy listo y sabe que eso puede quemarle ante la audiencia y aunque, repetimos, ‘Hay una cosa que te quiero decir’ es un formato aburridísimo, ha tenido un gran éxito y le ha dado la oportunidad de entrar en otra dimensión. Pero su problema no es si elige bien o no sus proyectos sino que tiene demasiados.
Resultado: Casi, casi empate, aunque Jesús arriesga más en sus elecciones. Eso sí, J. J. Vázquez promete sorprendernos y ser más versátil. Punto para el segundo.
PROFESIONALIDAD
Jesús Vázquez: Es como conducir un Maserati. Con él sabes que no va a haber sorpresas, que caminas sobre seguro. Es simpático, la cámara le adora y el espectador empatiza irremediablemente con él. Nunca pierde los papeles, no entra en polémicas y controla los ritmos televisivos como nadie. Eso sí, puede llegar a ser un poco plano.
Jorge Javier Vázquez: Aunque me linchen por ello, he de decir que hablamos del mejor comunicador que hay, hoy por hoy, en la televisión. Es imprevisible, lo que le ayuda a convertir una gala tediosa en un espectáculo gamberro. Sí, puede ser mezquino, manipulador y morboso pero, precisamente, le pagan por eso. Es rápido, culto y muy racional (no da puntada sin hilo), sabe dónde está, en la televisión que trabaja y no se rasga las vestiduras por ello. Y lo mejor que tiene, sin duda, es su humor; irónico y perverso pero genial.
Resultado: Mientras que Jesús Vázquez expulsó del plató a Parada (por sacar a relucir el caso ARNI) con una sonrisa y entre aplausos, J.J. Vázquez llamó «hija de puta» a Aída Nízar en directo. Esto puede decirnos que el primero es muchísimo más profesional que el segundo pero… ¿No es lo que hizo Jorge Javier lo que realmente quería la cadena? ¿No fue ese uno de los momentos más vistos del 2011? La profesionalidad en TV no se mide por ser correcto o no, sino por hacer audiencia. Aquí, sin duda, hay un empate.
IMAGEN PÚBLICA Y TRATO CON LOS MEDIOS
Jesús Vázquez: Es igual tanto fuera como delante de las cámaras. Es un encanto. Siempre sonriente, comprometido, ni arrogante ni humilde. Es el novio con el que todas las madres sueñan para sus hijos. Además, él es, en parte, responsable de la normalización de los gays en la televisión. Es el ejemplo del homosexual con el que los homófobos no se sienten incómodos (aunque eso no sé si es un halago).
Jorge Javier Vázquez: Este es su punto débil. Dice que es muy tímido en realidad pero lo cierto es que cada vez que le hacen una entrevista saca su lado más arrogante, seco y frío. Entendemos sus razones. Dedicándose a lo que se dedica, la gente se piensa que tiene carta blanca para meterse con él, por lo que es comprensible que quiera defenderse. Lo que ocurre es que, cuanto más a la defensiva esté, con más saña van a machacarle.
Resultado: Punto para Jesús.
FUTURO
Jesús Vázquez: Aunque parezca mentira, se juega mucho con ‘La Voz’. En los últimos años, a Jesús Vázquez le ha perseguido la etiqueta de gafe y eso tiene mala solución (Pilar Rubio tiene un máster en eso). Aún así, este eterno adolescente, es una institución nacional. Si el futuro es un espejo del pasado, a Jesús V. no le faltará trabajo jamás.
Jorge Javier: Ya que está triunfando en prime-time, debería abandonar ‘Sálvame’ antes de que el barco se hunda (es inevitable que pase). Ha de posicionarse, echar el freno y saber que está a punto de agotarse.
Resultado: Empate. No soy Esperanza Gracia.