Ya ni en ‘Sálvame’ niegan la evidencia. El pasado 4 de septiembre de 2012, el programa emitió un vídeo en el que admitía que a la ‘princesa’ ya nadie la respeta. Jorge Javier quiso echarle una mano, pero sólo consiguió que ella se hundiese más.
Llevamos 10 años augurando que Belén Esteban está hundida y sin embargo siempre se reactiva. Sin embargo, en esta ocasión, la noticia de la caída de ‘La princesa del pueblo’ no la damos nosotros sino el programa en el que trabaja. Y es que, al parecer, en ‘Sálvame’ ya nadie la respeta y los pocos que lo hacen no se atreven a dar la cara por ella.
Y el detonante ha sido la bronca, fea y violenta que tuvo con el que era su íntimo amigo y compañero, Kiko Hernández. Sucedió el lunes 3 de septiembre de 2012 cuando Belén Esteban intentaba defender a Rosa Benito (acusada de orquestar una supuesta crisis matrimonial con fines exclusivamente económicos). La de San Blas se puso chula mientras que Kiko se reía de ella y la cosa se complicó hasta el punto en el que Belén dejó caer que, tal vez, Hernández no habría tenido el cáncer que padeció hace años. Ante este golpe tan bajo y rastrero, el ex de GH atacó insinuando que Belén tenía enfermedades o problemas de salud nunca revelados. La ex de Jesulín gritó y lloró hasta que se largó del plató.
BELÉN ESTEBAN: «NO SOY UNA ENFERMA»
Al día siguiente, el 4 de septiembre de 2012, el ambiente en ‘Sálvame’ estaba enrarecido. Belén estaba aislada. Casi nadie le dirigía la palabra. Kiko Hernández ni la miraba. Ella se hacía la digna, pero no colaba. Para aprovechar la coyuntura, el programa emitió un vídeo en el que repasaba las alianzas que la Esteban había tenido en el pasado, cuando sus compañeros daban la cara por ella, y cómo eso había cambiado radicalmente.
Tras terminar, Jorge Javier se acercó a su co-presentadora y le preguntó si se sentía sola. Ella respondió que «no» que tenía» mucha gente que la quería en el programa» y se defendió de los que la acusan de privilegiada ya que nunca acude a las reuniones previas junto con el resto de la plantilla. Y como esta mujer no tiene ya argumentos, recurrió a los de siempre, a su hija:
Yo no obligo a nadie a que me defienda. A mí me duele porque tengo una hija y escucha cosas. Al padre de mi hija le da igual, pero yo la educo lo mejor que puedo. Y yo no soy una loca ni estoy enferma.
Mila Ximénez intentó echar una mano a su compañera diciendo:
Belén, yo ayer no vi el programa porque estaba con mi hija en el médico. Lo he visto hoy en la distancia y quiero que el público sepa que aquí tampoco somos unas arpías, que al final somos compañeros y que decimos cosas de las que luego nos arrepentimos.
Pero la Esteban estaba resentida y no dio su brazo a torcer.
JORGE JAVIER INTENTA AYUDAR A BELÉN
Y entonces, Jorge Javier dio su obligatorio discurso en defensa de su compañera:
Esto es una declaración de principios que hago de Belén. Aquí creo que todos hemos contribuido a apoyar a Belén Esteban. Cada vez que yo apoyaba a Belén Esteban lo he hecho porque me ha dado la gana (…) y ella tampoco nos lo ha pedido. Todos también somos responsables de haberla apoyado sin condiciones y de no haber parado a tiempo pero es cosa nuestra y ahora creo que Belén Esteban no está pasando por buenos momentos con sus compañeros. Yo creo que antes que no debimos haberla elevado tanto ni ahora hundirla tanto. Belén tiene un carácter complicado para trabajar con ella. Es excesiva tanto para lo bueno y para lo malo. (…) Yo estoy convencid , Kiko Hernández, que lo vuestro tenía que explotar. Ayer me pedían que parase vuestra discusión pero yo me decía: «para qué lo voy a parar si lo que necesita es explotar». Es necesario que explote para que se vuelva a reconstruir.
Belén rompió a llorar. Quería ser la víctima a toda costa pero Kiko Hernández, frío como un témpano, se negó a dar su brazo a torcer.