Que nos llamen malpensados si quieren pero no nos creemos el ‘happy end’ de la historia más morbosa de la última semana. Anne Igartiburu y Mariló Montero se volvieron a ver las caras para limar asperezas pero tanto abrazo y tanto «dientes, dientes» nos pareció extraño.
Hoy por hoy no eres nadie si no te han preguntado, con cualquier excusa, si estás o no «oxidado». Es el latiguillo de moda. Y es que fue eso mismo lo que le soltó Mariló Montero a Anne Igartiburu el lunes 10 de septiembre de 2012 cuando la segunda acudió a ‘Las mañanas de La1’ a promocionar su nuevo programa en las tardes de la pública. La entrevista fue más que tensa, Mariló, sin venir a cuento, cuestionó la profesionalidad de la vasca (le preguntó si estaba preparada para un directo después de pasarse 15 años de «paso a vídeo, paso a vídeo» en ‘Corazón’).
La repercusión fue brutal. Un día después supimos por ABC que Mariló se vió «obligada» por su equipo a llamar a Anne para disculparse. Muchos fueron los rostros populares que se rieron del tema mientras que salían a la luz las razones del enfado de Montero, a saber: que le habían reducido el sueldo casi a la mitad y que su novio, es director de TVE, le había prometido las tardes.
Luego, el 15 de septiembre de 2012, Mariló entonó el ‘mea culpa’ desde su columna de ‘El diario de Sevilla’ y reconoció que había cometido «un pecado» al «confundir intensidad con agresividad»- El ‘efecto Sálvame’ llega a TVE: Igartiburu invita a Mariló para que le dé disculpas…y audiencia-.
EL REENCUENTRO, MUCHO ABRAZO Y MUCHO NERVIO
Y a todo esto, ‘+Gente’ se estrenó con audiencias catastróficas (un 5,9% de share). Y aunque el programa no es malo, sí que no soporta la embestida de morbo y sangre que ofrece ‘Sálvame’. Anne, la pobre, hace lo que puede pero es incapaz de relajarse. Ha pasado de la cursilería pasiva a una hiperactividad chirriante. Cree que cae bien poniendo caras raras, hablando alto y poniendo un acento como de pueblo que no le habíamos visto antes (igualito al de Terelu Campos, que se cree que va a ser más accesible para la plebe diciendo chascarrillos paletos y frases hechas mientras que, eso sí, ni rastro de su acento malagueño).
Pero claro, el escándalo del ‘¿Estás oxidada?’ fue, en realidad, la respuesta a las plegarias de la pública. La cadena anunció a bombo y platillo que el lunes 17 de septiembre de 2012 Mariló acudiría a ‘+Gente’ a presentar nuevo libro y a reencontrarse con su ‘rival’. Y es que no hay nada mejor que fijarse en Telecinco y en su forma poco ortodoxa (y de dudosa ética) de hacer televisión para hacer subir las audiencias.
Pues el momento llegó pero tarde. Al final de programa. Eso sí, al comienzo, Igartiburu anunció la visita con un breve:
En una semana en la que las dos hemos sido protagonistas, Mariló viene a visitarnos
Mariló llegó acompañada de su colaborador habitual, el Dr. Luis Gutiérrez, con quien había escrito el libro ‘Saber cuidarse’. Al entrar en plató, Igartiburu se lanzó directamente a su invitada para darle un abrazo, de verdad, excesivamente efusivo. Anna ponía unas caras de entusiasmo dignas de una aparición mariana. Comenzamos mal.
Luego se habló del libro, de lo didáctico que es aunque nunca se preguntó cuál es la participación exacta de Mariló en todos los libros que saca de su programa y que se supone que escribe a cuatro manos con los auténticos profesionales de la materia (además del último, tiene dos de concina y otro de ejercicios físicos).
Para dar muestras de buen rollo los invitados le entregaron a Igartiburu un ejemplar firmado por la propia Mariló cuya dedicatoria rezaba:
Para mi compañera Anne: salud, suerte y todo el cariño.
¿Quién sacó el tema por el que la audiencia estaba mordiéndose las uñas? Pues fue Mariló, quien tras decir lo bien que le iba a su programa dijo:
Luego, hubo una metedura de pata un día
Y con una risa forzadísima, la ex de Carlos Herrera aclaró:
Pero fue sin mala intención
El momento era muy incómodo y el bueno del doctor Gutiérrez salió del paso con una carcajada diciendo:
¡Pero si aquí todos nos queremos mucho!
Igartiburu tomó la palabra. Intentaba ponerse en plan Rita Irasema, toda divertida y frívola pero se le notaba que quería tirarle algún dardo a su colega. Así, la vasca dijo:
Yo no tengo ningún problema con Mariló, siempre nos vemos por los pasillos y le pregunto por la niña y hablamos de cómo sacar la cadena adelante. Conozco a Mariló y sé que siempre pregunta así: pun, pun
Gutiérrez (que bien se podría haber callado) le dió la razón:
Que me lo digan a mí, que estoy con ella todos los días.
¿Pero por qué dice eso? ¡Madre mía la que le espera a este buen hombre! Mariló sólo sacaba dientes y movía la melena mientras que Anne dijo que, después de la entrevista:
Me quedé como Mourinho, pensando «¿Por qué? ¿Por qué?» Y no hay un porqué. Ella es así. A no ser que lo haya…
¡Bien! ahí queríamos llegar. Después de decirle prácticamente «Mariló hija, eres una borde pero te aguantamos así» le exigió los motivos pero no la dejaron contestar. Montero sólo se puso a reír. No dijo nada. Era todo muy acelerado, muy «quitémonos el muerto de encima y a otra cosa mariposa». ¡Por Dios, qué poco sentido del espectáculo!
Y llegó el final, el triste final, nos tememos, de una gran historia que nos ha entretenido durante una semana. Mariló, para despedirse, mostró dentadura y le dijo a Anne:
Te deseo suerte para la tarde, este es un buen programa.