Tiene unos ojos que, de tan grandes, resultan inquietantes. Es menudita y sin demasiadas curvas pero ha sido coronada como la mujer más sexy viva según la revista ‘Esquire’. Para celebrarlo, Mila Kunis posa en topless.
El título exacto es: «mujer más sexy que existe actualmente sobre el Planeta Tierra». Esa es Mila Kunis según ha dictaminado la revista estadounidense Esquire en un ranking que siempre lideran, o casualidad, mujeres que o bien están de promoción por algo o simplemente están de moda.
Es por ello que no nos extraña que Milas Kuni sea la reina del sex-appeal del 2012 y es que, durante los últimos dos años, la popularidad de esta joven de 29 años ha crecido a toda velocidad, tanto por motivos profesionales y personales.
La conocimos en la serie de televisión ‘Aquellos maravillosos 70’ en la que coincidió con un jovencísimo Ashton Kutcher . Pero el que actualmente es su pareja tuvo que esperar en brazos de Demi Moore mientras que Kunis salía con el ex niño de oro Macaulay Culkin.
Pero en 2010 llegó Cisne Negro y la cosa cambió. La película fue nominada a numerosos Oscar y la escena lésbica entre Mila Kunis y Natalie Portman fue de los más comentado dle año. Kunis había dejado de ser la eterna adolescente graciosa a ser tomada en cuenta como actriz con recursos y, sobre todo, como bomba sexual.
Y tras varios éxitos cinematográficos más (como la excelente ‘Con derecho a roze’), Kunis ocupó todas las portadas de la prensa sensacionalista de la mano de Kutcher.
Con todo este historial no nos extraña que Kunis haya sido elegida mujer más sexy del mundo y para demostrar que se merece tal ‘honor’ se muestra semidesnuda para la revista Esquire en una sesión de fotografías en blanco y negro increíblemente provocativas.
En la entrevista para la publicación, Kunis confiesa cosas como:
A alguna gente no le gusta oír a las celebridades hablar de política. Yo no creo que yo sea una celebridad. Soy una actriz que trabaja. Creo que hay una diferencia».
El modo en que los republicanos atacan a las mujeres es tan ofensivo para mí. Y el modo en que hablan de religión es ofensivo. Puedo no ser una judía practicante, ¿pero por qué tienen que hablar de Jesús todo el rato?
Lo que hago y quién soy son dos cosas diferentes (…) Creo que he separado conscientemente mis dos vidas. Me gusta lo que hago, no podría imaginarme haciendo nada más. Pero cuando he acabado con el trabajo, he acabado