La canción de Melendi era un panfleto perroflautista de lo más vergonzoso.
Entre anuncios de laca, relojes, pan Bimbo, bollos de la Pantera Rosa, tablets y más laca, pudimos ver un poco del estreno de los directos de ‘La Voz’. Una gala increiblemente mal realizada en la que Melendi cantó la peor canción de la historia, Bisbal se desató pero humilló al resto de coaches dejando claro que tiene el mejor equipo, Tania Llasera se proclamó como la payasa oficial más insufrible de la tele, Rosario siguió siendo la coach que peor cae y Malú, finalmente, dejó de pensar con ciertas partes de su cuerpo.
Se da por hecho que en un programa titulado ‘La Voz’, va a destacar, por encima de todo, el sonido. El inocente espectador no tiene por qué preocuparse por la acústica, sabe perfectamente que los responsables del concurso van a darlo todo para resaltar lo que realmente importa: la música. Jajaja. Pues va a ser que no.
Despertad queridos espectadores. Esto no es el país de las maravillas de la profesionalidad. El 21 de noviembre de 2012 se estrenó la última fase de ‘La Voz’, la de los directos y nos chocamos con la realidad. Aquí no importa la música, importan los anuncios. ¿A alguien le extraña?
ANUNCIOS, ANUNCIOS, ANUNCIOS Y UN POCO DE MÚSICA (MALA)
Aceptamos que T5 es una cadena privada, que el 32,6% de share que consiguió la gala, legitimiza a Vasile para forrarse y que los anunciantes se peleen por sus diez segundos de gloria. Pero una cosa es el negocio y otra muy distinta la violación visual. Lo que vimos anoche fue terrorismo publicitario. Y ni siquiera era sutil. Cada vez que Jesús Vázquez decía aquello de: «Ahora volvemos, después de los anuncios», me entraba la risa. ¿Volver a dónde? ¿A otro anuncio?
Uno comenzó a alarmarse cuando, durante los primeros minutos, Bisbal estaba hablando y ¡zas!, de repente un plano de un bote de laca. Así, sin vaselina. Y esto se repitió durante toda la noche. Cuando se emitían vídeos de los concursantes hablando de su experiencia en los ensayos, no se vayan a creer que se trataba del típico plano fijo o de escenas en los estudios de grabación. No, no. no. Mientras hablaban, los artistas se estaban probando joyas. Sí señor.
Otra: estabas pendiente del resultado de las votaciones y, de pronto, aparece Jesús Vázquez, vendiéndote bollos de la Pantera Rosa. Si es que no se puede ser más kitsch. Por favor, me sentí estafado. Porque por mucho que lo pueda criticar, soy seguidor del programa y tuve la sensación de que aprovecharon de mi fidelidad para agredir a mis pobres y sensibles retinas.
Puede que el problema no sea el vender cosas, sino el cómo se hace. Los anuncios son necesarios y más en una época en la que las inversiones publicitarias escasean, pero lo que Telecinco consiguió anoche fue cargarse el vehículo de venta. Si maltratas tanto tu producto, menos gente te va a ver y, por consiguiente, menos van a comprar. Y aunque se siga haciendo audiencia, los anunciantes van a ser relacionados con un programa que, como mínimo, es vergonzoso.
Y lo triste de esta historia, es que tanta publicidad se cobró una inmerecida víctima: Jesús Vázquez. Yo tenía la esperanza de que con los directos, el presentador volviese a ser precisamente, eso, presentador. No fue así. Debería haber aparecido Mariló Montero en el plató para preguntarle si estaba «oxidado» tras tirarse meses dando paso a anuncios.
CUANDO ‘LA VOZ’ NO TE DEJA ESCUCHAR LA VOZ
Tan afanados estaban los responsables de ‘La Voz’ con hacer anuncios de calidad, que se olvidaron de hacer una gala en condiciones. Quede dicho de antemano, que no dudo del buen hacer de los de la productora encargada del evento, Boomerang. Realizar un espectáculo de tales características es una empresa más que difícil. Hasta la fecha, el producto era digno puesto que era grabado pero el directo es otro ‘cantar’ (perdón por el chiste). Ahora no hay posibilidad de enmendar los errores, la manipulación es más complicada de hacer (que no la publicitaria).
Pero por si algo me alegré al ver el primer programa de ‘La Voz’ era porque, por fin, Telecinco había ganado la partida a Antena3, usando sus propias armas, es decir, con un formato de esos que llaman ‘blancos’ y puros’. Pero a la vista está que todos somos humanos. Y que anoche, el gallinero del último engendro de la cadena de Planeta, ‘Dando la nota’ -ese show absurdo que duró dos telediarios- me pareció música celestial.
En la gala 1 de los directos de ‘La Voz’, tanto el presentador como lo coaches, tenían que hablar a gritos. El público daba dolor de cabeza. Pero lo peor de todo es que uno no apreciaba las voces de los concursantes, por lo tanto, es injusto juzgarles. Deberían ganar todos. ¿Cómo voy a valorar la actuación de alguien si sólo escucho los pitidos del micro?
EL EQUIPO DE BISBAL: SOBREACTUACIÓN Y HUMILLACIONES
Recordemos que, de momento, sólo tres de seis concursantes de cada equipo actúan por cada gala en directo. Bisbal fue el primero es elegir y sacó al ruedo a Lola, Paco Arrojo y Yanela. Fue brutal. Hay que reconocerlo.
Lola, que fue salvada in extremis durante la fase de las batallas, demostró lo que vale pero fue Arrojo quien se llevó la palma. Me gusta este chico, es de los favoritos pero, sintiéndolo mucho, no soporto demasiado esa sobreactuación suya tan de falsa humildad.
Pero el asombro llegó con Yanela. Vamos a ver, ella estuvo genial pero hacer que una mujer de color, con el pelo largo y cardado, cante una canción de Tina Turner se me antoja más imitación que actuación. Esto no es ‘Tu cara me suena’. Podría haber sido algo más arriesgado.
Bisbal, mientras, volvió a las andadas y nos ‘regaló’ un recital de muecas y gestos dignos de una pesadilla. Pero cuando creíamos que el suplicio había acabado, una sorpresa más. El coach cantó con sus chicos el tema ‘When I look at you’ quedó muy claro que lo único que tienen que aprender ellos de su maestro es a cómo hacerse la permanente.
Como era de esperar, el público salvó a Paco Arrojo y Bisbal se quedó con Yanela dejando la pobre Lola con una medio sonrisa y mandándole a su ‘rival’ este mensajito ‘envenenado’:
Ella (Yanela) es una artista más mediática.
EQUIPO DE ROSARIO: EL MUNDO AL REVÉS
Tras la actuación del equipo de Bisbal, el resto de coach debió pensar aquello de: «vale, ya está todo vendido, así que, hay que hacerlo lo mejor que podamos y a cobrar el cheque». Y es que, lo que vino después fue dantesco.
Le tocó el turno a Rosario, que con sus muletillas, su acento y sus frases hechas, no sólo no se está ganado el afecto de la gente (al menos, el mío, no) si no que ya empieza a irritar. Ella es la única de los cuatro coaches que no está aprovechando el tirón mediático del programa. Y dudamos mucho de que la cosa cambie, puesto que los concursantes que aprenden de ella no es que posean grandes voces que digamos.
Del equipo de la hija de Lola Flores actuaron Anabella, Mónica y Jorge (ex de ‘OT’ y habitual de ‘Qué Tiempo tan feliz’). Estilismos aparte, las dos chicas a mí me produjeron la misma cara que si me como un limón. Fue algo terrible. He de decir a su favor, que aún no sé si era culpa suya o de los responsables del sonido.
Jorge, por su lado, fue correcto (sin más) y, obviamente, terminó siendo el favorito del público. Entonces, Rosario tuvo el mismo dilema que Bisbal pero al revés. En vez de escoger la mejor voz entre dos, tuvo que elegir entre la menos mala. Y la afortunada fue: Anabella.
Ah, y otra cosa más. Los cuatro cantaron un tema de Rosario y en esta ocasión, el nivel no estuvo tan descompensado…
EL EQUIPO DE MELENDI: EL ESPÍRITU DE LA FAMILIA BARDEM DA MIEDO, MUCHO MIEDO
Antes he dicho que el equipo de Bisbal tiene todas las papeletas para hacerse con el premio. No es del todo cierto. Y es que Melendi se guarda un par de ases muy poderosos. Anoche, de su equipo, actuaron Paula Rojo, Claritzel y la gran favorita, Maika.
A la primera siempre la he defendido desde que me conquistase con su ukelele en las audiciones a ciegas, pero hay que decir que hizo un mal directo. Estaba sosa, desafinaba y, otra vez, el sonido no le ayudó.
Claritzel no lo hizo mal pero, claro, llegó Maika y se los comió a todos. Esta chica, además de su voz, tiene algo muy importante: me la creo. Me creo su humildad, su timidez. Es muy fácil empatizar con ella.
El resultado fue obvio: Maika, salvada por el público, Paula, por Melendi y la otra para casa. Lo raro llegó unos anuncios (minutos) antes del veredicto.
Melendi y sus chicas cantaron una creación del coach, titulada «Cuestión de prioridades». Era la primera vez, creo, que la escuchamos y ojala no lo hubiésemos hecho. Fue el único momento de la noche en el que cambié de canal.
La canción era un panfleto perroflautista de lo más vergonzoso. Es que cuando escuché las palabras: «niños muertos de hambre en África», grité. Un poco de sutileza, por favor. ¿Quién había escrito eso? ¿El hijo de Bardem que no tiene ni un año? Qué espanto. ¿Quiere Melendi ser el nuevo Sabina? Pues lee un poco, guapo. Además, había una estrofa que rezaba:
Nunca he visto un maremoto arrasando la Quinta Avenida.
Pues mira, Melendi, que aquí te has colado. ¿Te suena el huracán Sandy?
EQUIPO MALÚ: LA RAZÓN SE IMPONE A LAS HORMONAS
Malú estuvo bien. Sin más. No lloró, no se puso histérica, ni nada por el estilo. Para ella cantaron Nuria, Héctor y Pau. La primera estuvo muy bien, el segundo peor pero tenía posibilidades puesto que la coach le pone ojitos desde el comienzo pero fue Pau el que se llevó la palma y al que salvó el público.
Y aunque durante las batallas, Malú salvó a Héctor, yo creo que más que por su talento, por su físico, anoche se rindió a la evidencia y se quedó con Nuria.
TANIA LLASERA, ESE SER INSUFRIBLE
Siempre he defendido a Tania Llasera. Siempre me ha caído bien pero he de advertirle que está cavando su propia tumba profesional. Su espectáculo de anoche fue ridículo. La co-presentadora fue Trending Topic por su torpeza. No sabía como funcionaba una tablet, no se abrochaba bien las botas y como no sabía qué preguntar a los concursantes, se dedicó a poner caras made in Bisbal. Por favor, un poco de piedad para con el buen espectador. Nos lo merecemos.