Las caras de extrañeza ante los surrealistas movimientos de cadera de Pau Piqué eran dignas de un marco.
Si uno busca ahora el significado de la expresión ‘vergüenza ajena’ seguro que aparece un enlace a la semifinal de ‘La Voz’, emitida el 12 de diciembre de 2012. Y aunque David Bisbal por fin se ganó el sueldo, hubo errores, ridículas actuaciones con artistas internacionales y de los cuatro ganadores, hay dos muy pero que muy sospechosos.
Hace unos pocos días, Carmen Rigalt publicó que tiene la sospecha de que en ‘La Voz’ hay «tongo» puesto que no entiende muy bien cómo Jorge, el ex triunfito que ahora lucha en el equipo de Rosario, consigue pasar siempre de fase. No sabemos muy bien qué quería decir la periodista, o si el cantante merece o no ganar, o, en el caso de que realmente exista manipulación, qué interés tendría T5 con qué este chico saliese victorioso (aparte de que la Campos le da de comer en ‘Qué tiempo tan feliz’ y no creo yo que la ‘buena’ de María Teresa esté moviendo sus hilos…). No sabemos nada pero sí que durante la penúltima gala del concurso algo olía a chamusquina.
Y es que, anoche, tuve la sensación de que que podía haber pasado cualquiera. Que ninguno realmente se lo merecía, ni siquiera los favoritos. Pueden ser muy buenos cantantes todos, que seguramente lo son, pero a mi juicio (torpe como el que más) ninguno tiene carisma. Y no, no me refiero a un físico ornamental que quede bien en las portadas de los discos. Hablo de saber estar en un escenario, de que no te entren ganas de cerrar los ojos cada vez que les ves.
¿Dudan de lo que digo? Anoche, durante la gala 4 de los directos, los concursantes cantaron junto a varias estrellas internacionales y un servidor tuvo que esconderse en otro cuarto como el que está viendo una snuff-movie. Era tan triste ver cómo se movían, cómo sobreactuaban, y cómo, el artista invitado, intentaba pasar el trago de cualquier manera.
El momento cumbre del bizarro español, ese que se usará como argumento futuro de aquellos que dicen que en España no se venden discos, sucedió durante los últimos minutos del programa, cuando los ya cuatro finalistas -Pau, Maika, Jorge y Rafa- cantaron junto a la nueva niña mimada del pop hecho para niñas mimadas, Carly Rae Jepsen, que entonó (como pudo) su archi-conocido tema ‘Call me maybe».
El único que no desentonaba demasiado junto a la americana era Jorge pero los otros tres daban una lástima. Parecía un especial de Navidad en el que un artista de renombre canta para recaudar fondos junto a los más necesitados. ¡Qué pena! Ver a Pau, poniendo morritos y moviéndose a lo ‘cool’ como tonteando con la otra es una imagen que desgraciadamente no voy a poder olvidar en mucho, mucho tiempo.
Pero Carly Rae Jepsen no fue la única que se asustó con el abuelo de ‘La Voz’. Anoche también se pasó por allí la gran Leona Lewis y sus caras de extrañeza ante los surrealistas movimientos de cadera de Pau Piqué eran dignas de un marco.
Algo parecido le pasó a Alejandro Sanz, que también actuó junto a alguno de los…llamémosles ‘vocecitos’, y se quedó boquiabierto ante el arranque de histeria estreñida y sobreactuada de Angélica.
En fin, que estos no serán los nuevos embajadores de nuestra música. Si es que ya lo dijo Chenoa: «Ninguno de los de ‘la Voz’ va a tener futuro en la industria». Pero bueno, vayamos por partes.
EQUIPO DE MALÚ: NADA QUE PERDER, NADA QUE GANAR
Malú siempre ha sabido que su equipo no vale ni para cantar en las fiestas del Barrio del Pilar. Pero ella, como buena coach, se miente a sí misma y se cree que ha hecho un buen casting. De sus dos últimos concursantes no había mucho de dónde sacar aunque, he de reconocerlo, anoche me llevó una sorpresa.
La primera en cantar fue Iolanda y lo cierto es que me sorprendió. Junto con Neus, fue la mejor de la noche. La benjamina del concurso no es que haya destacado nunca por algo en concreto, es la típica muchacha a la que ves y piensas: «sí, bueno, vale ¿y?» Pero su ‘Imagine’ fue brillante y afinado, que no es poco.
Luego llegó Pau y volvimos a darnos cuenta de que este señor se cree, de verdad, que está en Lluvia de estrellas, no en un concurso donde se valora, dicen, la personalidad. Con su enésima imitación de Frank Sinatra, el veterano me aburrió de nuevo pero parece fui el único porque, al final, se llevó el gato al agua.
Hay que decir que las normas de la semifinal fueron distintas que en galas anteriores. Y que el resultado era una suma entre la decisión del coach y la del público. Cada coach un 100% de votos a repartir entre sus candidatos aunque no podían ser equitativos y dar un 50% a cada uno. Por otro lado, el público, a través de sus votos, disponía de otro 100 % a repartir. Al sumar los dos porcentajes, el que obtuviera más, se convertía en finalista.
Y como parece que ‘La Voz’ la siguen Norma Duval y sus amigas, pues, al final, Pau salió vencedor de su equipo con el 113 % de la suma de votos (Malú no se mojó demasiado y le dio un 51% mientras que a Iolanda un 49%). Y una vez más, dijo que aquello era lo mejor que le había pasado en la vida y «bla, bla, bla…». Nada, que la próxima vez que veamos a este señor será cantando en un crucero Pullmantur, algo es algo.
EQUIPO MELENDI: MALA NOCHE PARA MAIKA
Que Maika va a ganar ‘La Voz’ ya es algo que sabe todo el mundo (a no ser que Carmen Rigalt no se equivoque). De hecho, parece predestinada a hacerlo. Y es que, anoche me pareció ver un revival de la primera edición de ‘OT’. Maika es la versión 2.0 de Rosa. Ambas son mujeres con complejos que ha luchado mucho en la vida y eso al público le encanta. Las dos tienen un talento innato y, aunque el físico no les acompañe ni a tomar un café, son los suficientemente humildes y majas como para que la gente las adore.
Y no sólo eso. ¿Recuerdan que la única vez que Rosa fue nominada en ‘OT’ fue cuando se equivocó con la letra de una canción? Pues anoche, a Maika le pasó lo mismo. No fue durante su actuación sino mientras cantaba junto a Melendi. La concursante, no se cortó en decir «me he perdido» y el bueno de su coach la sacó del apuro cantando él su parte (ojo, con ese tema a mi me hubiese pasado lo mismo).
En resumen: que si tienes sobrepeso, lo has pasado muy mal en la vida, cantas muy bien y te equivocas en directo, ganas un concurso en España.
La sorpresa llegó con las votaciones, porque, aunque todos sabíamos que Maika iba a ganar, no nos esperábamos que lo hiciese por tan poco. Y es que tenía como rival a la gran Neus, la mejor, sin duda, de las galas en directo (y no sólo de su equipo), ya que es de las pocas que conocen la palabra versatilidad.
Bisbal le dio a Maika un 52% de sus votos, mientras que a Neus un 48%. Al final, sumando el porcentaje del público, la primera ganó con 106% frente al 94% de la segunda.
EQUIPO DE BISBAL: POR FIN, DAVID HACE ALGO
No sé por qué pero tengo la sensación de que David Bisbal no está a gusto en ‘La Voz’. Al menos en las galas en directo. Lleva cuatro semanas con cara de pocos amigos, sin interactuar con nadie, pasando de sus compañeros, y repitiendo un guión sobrado de tópicos. Pero en la semifinal, el ex de ‘OT’ por fin dio una de sus famosas patadas el aire y se soltó la melena.
Hay que decir que lo tenía complicado y no porque sus dos semifinalistas eran de los favoritos, sino porque ambos, Rafa y Paco Arrojo, estuvieron mal, muy mal. El peor, sin duda, fue el segundo, y es que el caso de este chico es peculiar. Partió como favorito absoluto pero ha ido perdiendo ventaja por culpa, puede, que de su actitud de falsa humildad. Tal vez no sea muy consciente de ello pero provoca tanto rechazo esa sobreactuación, ese divismo que no, no cuela.
Tras las actuaciones, Bisbal fue el único que se ‘mojo’ y sorprendentemente le otorgó a Rafa un 63% y a Paco un 37%. Eso sí, dejó muy claro que Arrojo «es mejor artista» que su rival pero que quería «dar una oportunidad» al heavy.
Y finalmente, el público soberano, le dio la victoria al de la chupa de cuero infinita con un 125%. Pero Arrojo no se fue con las manos vacías ya que Bisbal, poseído por el espíritu de José Luis Moreno, le prometió hablar con su discográfica para que grabara su primer single.
ROSARIO: EQUIVOCACIONES Y RENTAS
Puede que lo que voy a decir ahora sea como mancillar la tumba de Tutankamon y que los dioses (o los fans, que son peores) me castiguen por ello pero tengo una duda: ¿hasta cuándo van a vivir las hermanas Flores de sus seres queridos? De verdad, respeto muchísimo y me admira el amor familiar pero una cosa es eso y otra la co-dependencia.
Y es que, cada vez que Lolita o Rosario abren la boca ya sea para hablar o cantar, de alguna manera se cuelan los fallecidos Lola y Antonio Flores -no es que vivan a costa de ellos, ojo-. Pero, ¿No es hora ya de que ambas dos sigan con su carrera sin necesidad de recordarnos que son hijas y hermanas de…?
Anoche, Rosario cantó con Lolita y con…¡su madre! Sí, la grandísima Lola Flores apareció en las enormes pantallas como si fuese la Virgen del Rocío mientras que sus hijas la escuchaban emocionadas. En fin, fue un momento bonito, no voy a negarlo, pero ya cansa (y es que hace dos semanas, Rosario ya interpretó un tema de su hermano).
Y en otro orden de cosas, Rosario tuvo que elegir entre Jorge y Angélica. He de decir que ambos me gustan y me disgustan a partes iguales. Él me parece el típico estudiante aplicado de escuela de canto que entona bien pero que ‘ni fu, ni fa’ y ella, aunque posee más sentimiento, me produce ansiedad con sus caras de desgarro cada vez que canta.
Rosario fue otra que no se mojó. Le dió el 51% a Jorge el 49% a Angélica y la audiencia aplastó a la chica otorgándole al ex de ‘Operación Triunfo’ la nota más alta con un total del 135%. ¿Tendrá razón Carmen Rigalt? ¿Habrá tongo?