A Matamoros es al que más detesto. Detesto transitoriamente a Mila.
Karmele Marchante tiene problemas económicos y para solventarlos, nada mejor que crear polémica y someterse a la prueba del polígrafo en ‘Sálvame Deluxe’. La colaboradora cobró un extra por contar sus escándalos sexuales y porque no la soportan en su programa.
Todo comenzó el 11 de diciembre de 2012, cuando Karmele Marchante, muy afectada, dijo en ‘Sálvame diario’ (T5) que ese mismo día, antes de comenzar el programa, había recibido la notificación del Tribunal Supremo por la cual se procederá al embargo de su casa y de su sueldo para pagar la cantidad de 8.000 euros a la artista, Norma Duval.
Pero esa cantidad de dinero es la gota que ha colmado el vaso de la economía de la colaboradora ya que, como ella misma confesó, últimamente anda escasa de liquidez puesto que la mayor parte de su sueldo va destinado a pagar otra demanda, esta de 80.000 euros, interpuesta por Concha Márquez Piquer. Como Karmele no quiere vender sus bienes, ya que con la crisis están devaluados, la periodista se encuentra en una situación extrema.
Pero esta grave situación de la periodista no convenció a sus compañeros. Mila Ximénez, directamente la acusó de soltar esa ‘bomba’ con el único fin de hacerse un ‘Deluxe’ y cobrar más -técnica, por cierto, muy popular en ese plató-. No sabemos si esa era o no, la intención real de Karmele pero lo que es casi seguro es que los directores del programa aprovecharon, como siempre, la situación para vender más morbo y enseguida le ofrecieron un polígrafo en el que, por supuesto, lo menos interesante iba a ser la quiebra económica de la tertuliana.
VETOS Y MENOSPRECIO
Así pues, el viernes 14 de diciembre de 2012, ‘Sálvame Deluxe’ lideró la noche (con un 17,7% de share) gracias al polígrafo más surrealista, polémico y, por qué no, divertido que hemos visto en una época en la que el programa está explotando (demasiado) la práctica de la máquina de la verdad.
Que Karmele miente mucho es algo de lo que siempre se le ha acusado a la colaboradora. Sus compañeros no la creen ni como profesional (según se dice, se inventa que ha estado en un sitio y con un personaje, por ejemplo, cuando no ha sido así), ni cuando habla de su vida privada. Hace un año, cuando se sometió a esa absurda terapia psicológica que pretendía ser ‘La Caja Deluxe’ y confesó las desgracias de su vida (que su padre nunca la quiso o que éste le había apuntado con un arma), el resto del equipo fue a por ella, tachándola de falsa y de adicta al victimismo.
Y es por toda esta rumorología y por los graves altercados que suele tener en directo con algunos de sus compañeros, que el polígrafo de Karmele prometía ser muy jugoso, y lo fue.
La noche del 14 de diciembre de 2012, comenzó con polémica antes incluso de que Karmele empezase a contestar a las preguntas de la máquina de la verdad. Y es que, la tertuliana había vetado a dos compañeros suyos, a Jimmy J. Arnau y a Kiko Matamoros, quienes se tuvieron que conformar con ver la escena desde una sala VIP.
Matamoros, muy indignado, denunció que Karmele no era quien para vetar a nadie, prometió que nunca jamás volverá a sentarse en un plató junto a Marchante y amenazó al personal diciendo:
Que la productora decida a quién quiere tener aquí.
Ante este panorama, obviamente, la sesión comenzó alrededor de la relación entre Karmele y sus colegas. A la pregunta:
¿Detestas a alguno de tus compañeros?
La colaboradora contestó con un rotundo sí y puntualizó que:
Detesto a las personas que constantemente y de una manera muy gratuita están constantemente haciendo daño.
Y es más, para ilustrar su respuesta, dio nombres:
A Matamoros es al que más detesto. Detesto transitoriamente a Mila.
Otra pregunta importante fue si ella (Karmele) se sentía «menospreciada» por el presentador, Jorge Javier. La ‘feminista’ dijo que no pero, según la poligrafista, mentía. Marchante aclaró entonces que:
Yo quiero a Jorge Javier y de todas las personas que están sentadas aquí soy la que hace más tiempo le conoce y eso significa que el recorrido emocional es diferente. Yo me he sentido menospreciada por tí y hemos tenido nuestras discrepancias.
Jorge Javier, que se tomó toda la sesión a cachondeo, le recordó que:
Es que tú has tenido una época muy mala, Karmele. Era la época en la que decías que te dolía la cabeza y te ibas a comprar ropa.
Con respecto a Mila, Karmele mintió al decir que la consideraba una «buena compañera» pero matizó que:
Mila, contigo siempre han subido y bajado las historias. No he mentido, sólo estoy matizando.
Karmele también respondió con «la verdad» a la pregunta de si se sentía superior a sus compañeros.
¿KARMELE LLAMÓ ‘MARICONA SIDOSA’ A JESÚS MARIÑAS?
Ésta fue de las preguntas más esperadas de la noche y el resultado fue brutal. Cuenta la leyenda que, mientras trabajaban juntos en ‘Tómbola’ (Canal9) Karmele Marchante llamó «maricona sidosa» a su mayor enemigo y compañero por aquel entonces, Jesús Mariñas. ¿Verdadero o falso? Según Conchita, la poligrafista, la tertuliana decía la verdad pero el resto de colaboradores no estaban de acuerdo.
Lydia Lozano aseguró haber estado presente (en un camerino) cuando Marchante usó esas palabras para referirse a Mariñas. Karmele lo negó y dijo:
Yo por principios, por mis pensamientos y por mi ética y porque tengo muchos amigos que se han muerto de Sida, sobre todo a uno, ni llamo ‘maricón’ a un homosexual, ni llamo ‘sidoso’ a un homosexual.
Pero lo mejor (y aquí es donde se demuestra el tipo de personaje que es Karmele) llegó cuando para hacerse la buena, contó:
Yo he estado muchas veces a solas con Mariñas, cuando estaba fatal, cuando no podía estar peor. Yo he estado con él a solas, en un camerino y me ha dado pena lo mal que estaba, tumbado en una silla y yo no he dicho absolutamente nada.
Pues ya sí, Karmele. Ya lo has dicho. Gracias por ilustrarnos sobre el estado de salud de Jesús Mariñas.
Pero aquí no acaba el asunto. La poligrafista se cubrió de gloria cuando dijo que, aunque la máquina no miente, puede que Karmele hubiese tomado algún tipo de» sustancia» el día que llamó «maricona sidosa» a Mariñas por lo que no se acuerda (la periodista) de haberlo dicho. No entendemos aún cómo Karmele no se levantó en ese momento y se fue directa a demandar a esta señora.
«ESTOY EN QUIEBRA, NO EN LA RUINA»
La pregunta que había dado pie a todo el espectáculo llegó. ¿Está Karmele Marchante arruinada? Ella contestó que sí, el polígrafo le dio la razón y la periodista quiso matizar :
No estoy en la ruina, estoy en quiebra. En los años de bonanza cuando se ganaba mucho dinero en el mundo el corazón, yo no dormía porque siempre nos decían que ‘esto era pan para hoy y hambre para mañana’. Así que busqué asesoramiento y puse la mayor parte de mi patrimonio ganado en la bolsa y cuando vino el huracán de la bolsa, este voló. Esta persona no quiso jamás que dejase la hipoteca de mi casa y aún no me lo explico.
LA VIDA SEXUAL DE KARMELE
Karmele no es lesbiana. Ni lesbiana ni bisexual. Así lo dijo ella y así lo confirmó el polígrafo. eso sí, la vida sexual de la colaboradora fue objeto de asombro y cachondeo durante la noche del 14 de diciembre de 2012, cuando ella misma confirmó que había participado en una orgía con otras personas en la que había drogas de por medio.
Marchante dijo ser una persona muy liberal y liberada a la que le gustaba mucho el sexo y cualquier tipo de práctica sexual.
¿Qué práctica sexual te gusta más?
Le preguntó, muerto de la risa, Jorge Javier Vázquez, Mila Ximénez respondió por su compañera al decir:
La sodomía.
Pero Marchante añadió:
Me gusta todo
PAPELINAS, JEQUES ÁRABES Y LA PISTOLA DE SU PADRE
El polígrafo también confirmó que Karmele nunca había vendido papelinas de droga, que no había sufrido anorexia aunque solía hacer dietas muy a menudo, que realmente un jeque árabe le pidió en matrimonio (¡!) y que cuando la periodista tenía 19 años, efectivamente, su padre le apuntó con un arma cargada.
Fue en una de esas discusiones en las que yo no cedía ni un ápice y le dije que me quería ir de casa a vivir con una amiga y él me sacó su pistola y me apuntó. Mi madre intercedió.
Sólo cabe decir que tras ver el ‘polideluxe’ de Karmele, queda claro que a la colaboradora nadie se la toma en serio. Aunque ella se puso su disfraz de seria y elocuente, ni en los momentos más dramáticos dejó de reinar cierto aire de desconfianza y cachondeo en el plató.