Para ellos, para mis vecinos, que salga en la tele es como si estuviese trabajando en una fábrica.
Jorge Javier Vázquez se está metiendo en un terreno muy peligroso. Y es que, con la excusa de promocionar su libro, se está poniendo al mismo nivel que sus colaboradores y se está destapando demasiado. Tanto que quiere hacerse un polígrafo. ¿Debería hacerlo?
Si por algo se ha caracterizado la trayectoria de Jorge Javier Vázquez es que siempre ha controlado lo que se sabe de su vida y lo que no. Es él el que decide exponerse sin que nadie le obligue y nunca se ha prestado al juego al que participan sus tertulianos y por el que se convierten en protagonistas del show sacándose hasta las tripas. Pero ahora, el presentador está entrando en territorio peligroso.
Vázquez ha publicado ‘La vida iba en serio’, novela prácticamente autobiográfica que se ha convertido en un auténtico éxito de ventas. Con el libro, Jorge Javier ha iniciado una insistente campaña de promoción y no hay día en el que, en Telecinco, no se hable del debut literario del presentador. Ahora, J.J. es protagonista absoluto y no sólo el maestro de ceremonias controlador que ha sido hasta la fecha.
El pasado 19 de diciembre de 2012, ‘Sálvame’ le dedicó al presentador el documental ‘Orígenes’ (sección habitual en la que cada uno de los participantes de ‘Sálvame’ regresa a los lugares en los que nacieron). Para ver el vídeo, el programa transformó el plató en un recreación del salón de la casa en la que nació Jorge Javier y junto a él, además de los colaboradores habituales, se sentó María Patiño, compañera (del Deluxe) y amiga personal del conductor desde hace muchos años.
Así pues, en ‘Orígenes’ vimos cómo Vázquez regresaba a su Badalona natal, en concreto al humilde barrio de San Roque y allí se reencontraba con amigos, vecinos y en especial con ‘la Mari’, su madre, que vive sola desde que falleció su esposo.
Primero, Vázquez habló (por enésima vez) de que su libro le ha vaciado por dentro y que ha conseguido «cerrar una etapa». Después, agarrado del brazo de su madre, recorrió el barrio de San Roque y confesaba que, de pequeño, le daba vergüenza decir que vivía allí puesto que era una zona «conflictiva».
Uno a uno, el presentador fue saludando y abrazando a sus vecinos pero cuando quiso entrar en su antigua vivienda, el nuevo inquilino no se lo permitió:
Entiendo que no nos dejen pasar y que no grabemos su casa. No me importa. Gracias al libro he cerrado una puerta, cómo esa. Ya no siento ninguna nostalgia.
A continuación, Vázquez visitó el colegio en el que pasó su infancia (y que según él, en aquella época era una vivienda) y allí, emocionado y sin contener las lágrimas, abrazó a su primera profesora y a sus amigas de entonce, incluso a una novia que tuvo con siete años. Fue en ese momento, en el que Jorge Javier confesó que, tras salir de aquella escuela, se fue a una del Opus y que allí:
Yo encontré mi lugar. Estuve a punto de hacerme del Opus y si no lo hice fue por mi padre y porque yo ya tenía muy claro que me gustaban los hombres.
Después, el presentador habló (otra vez) de lo importante que fue Madrid en la época en la que su padre enfermó y terminó con varias reflexiones:
Para mí ha sido precioso volver al bloque, ver el rellano, estar con los vecinos y luego ir al colegio… He sido muy feliz haciéndolo.
La vida siempre va a en serio pero creo que siempre hay un poquito de luz.
De vuelta al plató y tras ver el documental, J.J. Vázquez rompió a llorar de nuevo, al igual que muchos de sus tertulianos. El conductor de ‘Hay una cosa que te quiero decir’ repitió que le había gustado mucho regresar a su barrio, a sus orígenes ya que:
Para ellos, para mis vecinos, que salga en la tele es como si estuviese trabajando en una fábrica. Cuando fuí allí no me preguntaron nada del programa.
Y lo más emotivo llegó cuando Vázquez habló de su madre:
Me impresiona mucho ver imágenes de mi madre sola, me gustaría vivir más cerca
Sé que se desenvuelve muy bien y que está estupenda pero no me gustaría que corriera el tiempo.
Pero hay más. Ese mismo día, el presentador aseguró que está más que dispuesto a someterse a la prueba del polígrafo al igual que han hecho el resto de tertulianos. ¿Debería hacerlo? Puede que no sea del todo bueno para su imagen pero sí que lo será para el programa. La audiencia será brutal.