Se acabó la vida laboral para Esther Arroyo. La ex Miss España ha recibido la invalidez total por lo que ya nunca podrá volver a la TV. La modelo sufrió un accidente en 2008 que por poco le cuesta la vida y que la dejó en la ruina.
Aunque dice estar «feliz», sin duda se trata de una noticia agridulce para Esther Arroyo. Y es que después de solicitar al Tribunal la invalidez por el aparatoso accidente de tráfico que le dejó graves secuelas físicas, la justicia le ha dado la razón. La actriz de ‘Periodistas’ o ‘Un paso adelante’ ha obtenido la invalidez total.
De este modo se despide de los escenarios y la pequeña pantalla.
Es duro, pero ya está asumido. Todo lo imposible lo dejo atrás.
Ha asegurado.
Como recordaremos, el día de los hechos, Esther iba acompañada, en el coche que conducía su marido, por su amiga Ana Torroja. La cantante salió ilesa, pero ella tuvo que ser intervenida de urgencia en el Hospital Universitario de Puerto Real (Cádiz) con pronóstico reservado. El accidente le costó la vida a un amigo suyo, Ulises, y dejó graves secuelas para ella y su marido.
La ex Miss España solicitó la invalidez permanente porque dichas secuelas le impedían trabajar. Arroyo explica que:
Me la dieron [la invalidez] hace poco. Es la total. (… ) No puedo estar más de cuatro horas de pie al día, se me resiente la rodilla. Si no me cuido la pierna me tendré que poner la prótesis antes y estoy intentando mantenerla en su sitio.
En cuanto a sus planes de futuro, asegura:
Ahora mismo [no pienso] en nada, estoy trabajando con mi pierna, tengo que hace deporte diariamente, tengo tratamientos médicos cada quince días y es mi planteamiento de vida, la pierna está como está y no tengo más planes porque hasta que no salga el juicio no puedo planificar nada en mi vida, pero estoy muy bien, no pienso en lo que quiero hacer sino en lo que tengo que hacer ahora y es la única manera de ser feliz, pensar en el día a día.
La última vez que supimos de ella fue en septiembre de 2012 a través de la revista ‘Pronto’ para la que la actriz habló de su accidente:
Lo primero que te viene a la cabeza son los niños: «qué suerte que no están aquí». Lo sobrellevo porque a veces pienso que nos podíamos haber muerto todos.
Mi vida , desde el accidente, se basa en cuidar mi pierna. Tengo que hacer deporte, necesito una vez a la semana un masaje y cada 15 días un osteópata. Estoy contenta de tener la pierna con cicatrices porque al principio pensaron que me la iban a cortar.
Llegué a tener miedo de volverme loca. Un día me fui sola a la playa, comencé a llorar y a gritar. Me apetecía meterme en el agua. Me asusté mucho.
Por aquel entonces, Esther Arroyo no tenía muchas esperanzas de volver a reconducir su carrera:
Tengo claro que no volveré a trabajar, porque lo intenté y mi pierna no lo resiste. Sé que tarde o temprano me tendrán que poner un prótesis en la rodilla.
La pierna me duele muchísimo. Se me ha acortado 2 centímetros. Si puedo evitar que se me note la cojera, lo voy a evitar.
Ha sido nuestra ruina económica y familiar. Nos hemos sentido muy desamparados. Tuvimos que malvender la casa.