Quién la ha visto y quién la ve. La que fuese una de las modelos españolas más internacionales y solicitadas del mundo, ha reaparecido en Barcelona con un aspecto absolutamente inquietante. ¿Qué le ha ocurrido a Esther Cañadas?
Aún no nos habíamos recuperado del susto que nos provocó la cara hinchada, deforme y saturada de botox que lució la actriz Angélica Huston (actualmente en la serie ‘Smash’) durante la ceremonia de entrega de los Globos de Oro del pasado 13 de enero de 2013, cuando, dos días más tarde, nos encontramos con unas desconcertantes instantáneas en las que podemos ver a la que antaño fue una de la mujeres más guapas del mundo, la modelo (o ex modelo) española Esther Cañadas.
Muy cambiada, con algún kilo de más, y la cara algo hinchada, así hemos visto a Esther Cañadas en los juzgados de Esplugues de Llobregat (Barcelona) en un juicio por evasión fiscal. La modelo alicantina se personó en el juzgado ya que fue citada como testigo dentro de las diligencias de la fase de instrucción sobre un presunto fraude fiscal de 2,8 millones de euros que habría cometido su ex marido Sete Gibernau durante los ejercicios 2005 y 2006.
Su aspecto, bastante distinto al que nos tenía acostumbrados en las pasarelas, está ahora algo más diferente. Esther desde muy joven comenzó a triunfar en las pasarelas más importantes del mundo como la de París, Milán o Nueva York. Fue musa de la diseñadora Donna Karan y protagonizó campañas junto al que luego sería su marido, Mark Vanderloo, lo cual les llevó a ser objeto de críticas sobre si era realidad o montaje para todavía disparar aún más las cuentas de la firma. Alcazaron un éxito tan desorbitado con Karan, que el dúo Cañadas-Vanderloo estaban en todos las vallas publicitarias, medios escritos y anuncios de TV. Su amor acabó en boda, se casaron en 1999 en la Toscana italiana cuando ella tenía 22 años y él 31. Su idilio terminó,casualmente, cuando terminó su contrato con DK.
Ahora vive lejos de las pasarelas, y luce un cambio en su físico, y es que ya no está tan delgada como estaba cuando era considerada una de las mejores modelos internacionales.
La que también fuera luego mujer de Sete Gibernau, que también probó suerte en el cine, trató de pasar desapercibida con oscuras gafas de sol y entrando rápidamente en el edificio de los juzgados. Casi lo consigue, y es que su cambio dificultaba mucho que se la reconociera fácilmente.
Para la ocasión, Esther lucía ropa amplia, quizás para disimular esos kilos de más que ha cogido. Llevaba abrigo de paño gris, jersey de lana amplio, pantalón ancho y zapatos grises. Iba muy cargada con un maxi bolso de piel, en el que quizás llevaba documentación que aportaría en el juicio.
Esther, aunque no quiso dar detalles sobre su presencia en los juzgados, acudió a testificar, según se ha publicado, para declarar en el juicio que se está celebrando contra su ex marido Sete Gibernau por posible evasión fiscal.
En su defensa, el ex piloto de GP siempre ha explicado que durante ese tiempo su residencia oficial estaba fijada en Suiza y que eso le eximía de pagar impuestos en España. Aunque aseguraba que, por exigencias de su trabajo, tenía que viajar constantemente. Según la ley española, los ciudadanos que permanezcan menos de 183 días en el extranjero están obligados a pagar impuestos en el país de residencia.
Cañadas y Gibernau se casaron en 2007 y se separaron tan sólo un año después, poniendo fin a cuatro años de convivencia.
Según informa Europa Press, Cañadas, a la salida de los juzgados, no quiso dar detalles sobre lo que había testificado. Mientras se dirigía caminando al coche que le llevaría de regreso a casa, Esther simplemente dijo que existen muchos testigos a los que deberíamos preguntar.