¿Pueden los famosos airear su ideología así como así o deberían hacer caso al mítico «zapatero a sus zapatos»? ¿Por qué se arma tanto revuelo cada vez que una ‘celebridad’ abre la boca y habla de política? ¿Por qué a algunos les ha amargado la vida y han arruinado sus carreras cuando se han pronunciado por el partido al que votan?
Con el discurso desgarrador de Candela Peña o el apoyo a los desahuciados de Maribel Verdú (anterior imagen de un préstamo hipotecario) en la 27 edición de los Goya, el debate ha vuelto a resurgir. ¿Pueden los famosos usar su repercusión pública para intentar influir ideológicamente en la gente? Muchos pensarán que no, que las celebrities no son quienes para dar lecciones de nada mientras que otros criticarán que hay un momento y un lugar para todo y que una gala del cine debe de ser sólo sobre cine (algo que es incongruente puesto que el cine, como expresión artística, también abarca los problemas sociales y no está al margen de ellos).
Vivimos en un estado de derecho, debemos de dar por sentado que cada uno puede decir lo que quiera y donde quiera. El poder que puedan o no tener es otra cosa. Que un actor de un mitin político o se convierta en un ejemplo, ya es una opción de quien quiera seguirle. De hecho, cuanto más se les critica, mayor relevancia se les da.
Tradicionalmente, el mundo del espectáculo está relacionado con la izquierda. Son muchísimos los rostros populares que vemos en las manifestaciones o como caballos de batalla de cualquier protesta. Usan su imagen para darle una mayor proyección a sus ideas y eso no tiene porqué ser malo. En España tenemos grandes ‘activistas’ como la familia Bardem al completo, Pedro Almodóvar, Loles León, Cayetana Guillén, Leonor Watling y su marido Jorge Drexler y un largo etcétera
Independientemente del juicio moral, hay casos en los que el famoso ha metido la pata de tal manera que, o se ha humillado públicamente o bien su ideología ha eclipsado su trabajo, algo que no es rentable para su futuro. El foco puede ser un arma de doble filo y una celebrity, quiera o no, vive de su imagen por lo que ha de andarse con ojo a la hora de abrir la boca.
Analicemos esta vez a los más ‘bocazas’, a aquellos que han comprometido su imagen pública y su carrera por su ideología. Cinco ejemplos dispares con resultados bien distintos.
Marta Sánchez: Con la crisis no se juega.
La ‘perla’: «La manera de salir adelante es trabajar y no joder al prójimo»
Si algo podemos aprender del caso de Marta Sánchez es que, con la crisis, hay temas que mejor no tocar. Puesto que los ánimos están tan crispados, cualquier comentario fuera de contexto se puede convertir en la excusa que arruina tu carrera.
La cantante, tan torpe como siempre cada vez que ve una cámara (no se puede ser menos expresiva y más sosa) se pasó por el plató de ‘QTTF’ para charlar con la Campos y, de paso, aclarar unos rumores que llevaban días circulando en distintas redes sociales. Según explicó ella misma, la intérprete de ‘Soy yo’, iba conduciendo por la calle Serrano de Madrid cuando un grupo de manifestantes le cortaron el paso y, según ella, le golpearon el coche y le rompieron el retrovisor, obligándola a conducir «como a dos por hora» y esconderse en otra calle.
Ese mismo día, en Twitter, muchos usuarios aseguraron que Marta Sánchez había llamado «hijos de puta» a los manifestantes mientras que les intentaba atropellar con su vehículo. Y , de pronto, soltó su ‘perla’ y se armó la de San Quintín.
En internet la machacaron viva. Ella sufrió una depresión pero no aprende. A finales de año y refugiada en México, la cantante declaró que, en realidad, las reacciones ante sus palabras fueron «una gilipollez». Si tu lo dices, hija mía.
¿Cuánto le ha afectado a su carrera?: Ni mucho ni poco. Sánchez, todo ego ella, siempre contará con una numerosa legión de fans pero a los que antes nos daba igual, ahora nos cae peor. Estoy convencido que se hizo un lío mental y que lo que diga esta mujer no tendría que tener más importancia ya que ella no decide los recortes. Pero es lo que tiene estar ante una cámara. Que todo lo que digas se puede usar en tu contra.
María Lapiedra: De ridículo en ridículo
La ‘perla’: «Y Don Mariano (Rajoy) me pone tierna, quiero sentarme sobre sus piernas. Que me susurre cosas picantes, con esas barbas tan excitantes»/»Si salgo como alcaldesa de mi pueblo habrá prostitutas gratis y masturbación pública»
Sé que puede resultar chocante ver el nombre de esta ex actriz porno aquí metida pero no es una decisión baladí. Y es que María Lapiedra, esa estrella erótica reconvertida en escritora, musa del destape de Telecinco y en cantante, también quiere ser un referente político.
La muchacha usa el independentismo catalán como base de muchas de sus canciones. Y no sólo eso. Hasta los políticos la llaman para contar con su apoyo. Joan Laporta la fichó para que le echase una mano con su campaña, pero en cuanto la chica se despelotó en mitad de la calle se echó para atrás.
El colmo llegó cuando la actriz porno fundó el Partido Del Deseo, con el que pretendía conseguir ser concejala en el Ayuntamiento de la localidad que la vio nacer, Les Borges Blanques (Lleida). En su campaña dijo cosas como:
Todo soltero mayor de edad que no quiera estar solo podrá disfrutar gratis de una chica de compañía una vez al mes.
Se podrá hacer nudismo y masturbarse por el pueblo de doce de la noche a 6 de la madrugada. Igual que enseñamos nuestras lágrimas, ¿por qué no podemos enseñar el semen o hacer directamente el amor en público?
¿Cuánto le ha afectado a su carrera?: Que levante la mano quien se tome en serio a esta mujer. Parece divertida, pero hasta ahí. Que la política debería ser algo menos frívolo. Puede. Como también puede que lo único que consigue María Lapiedra es manchar su ideología y hacerle un flaco favor a los independentistas catalanes.
Arturo Fernández: No es tan tonto como parece
La ‘perla’: «En las manifestaciones yo en mi vida he visto a gente más fea ¡me cagüen la leche! A estos no les veo yo por la calle. Deben mantenerlos en los campos de concentración porque no puedo entenderlo»
Sucedió lunes 19 de noviembre de 2012 cuando el actor y empresario teatral Arturo Fernández se presentó en ‘El gato al agua’ de Intereconomía y en plan distendido habló de las manifestaciones por la huelga general en estos términos:
Cuando se sale a la calle, coño sal con gente guapa. Porque en las manifestaciones yo en mi vida he visto a gente más fea ¡me cagüen la leche! A estos no les veo yo por la calle. Deben mantenerlos en los campos de concentración porque no puedo entenderlo. Deben de decir: ¡que salgan la manada’ y ahí van.
Los países que viven del turismo, si un día les da por poner en grande la fotografía de cuando salen a la calle aquí y ponen ‘con lo que te vas a encontrar’ aquí no viene ni el Tato. Hay que poner gente guapa. La gente guapa siempre funciona, y no poner gente fea. Me fastidia porque yo quiero lo mejor para mi país.
Ni que decir tiene que en la redes sociales le machacaron hasta en el DNI
¿Cuánto le ha afectado a su carrera?: Para empezar, aclarar que cuando un servidor leyó las palabras de Arturo Fernández en la prensa, se pensó que era una broma de ‘El Mundo Today’. No es posible que alguien hable en serio al decir tal despropósito. Ni a los de ‘Muchachada Nui’ se les ocurre semejante absurdez. El actor estaba en plan chistoso, no cabe duda, lo que tampoco le justifica del todo. Si realmente, en el fondo, se creía lo que decía (cosa que no me extrañaría) tampoco es que le haya perjudicado tanto. Él sabe el público que tiene y el que abarrota sus teatros y es, por norma general, el que comparte su ideología.
Cayetano Martínez de Irujo: El caradura
La ‘perla’: «‘En Andalucía la gente joven no tiene ganas de trabajar»
Sucedió el 11 de diciembre de 2011 en el programa ‘Salvados’ de laSexta. Jordi Évole entrevistó al hijo de la Duquesa de Alba quien, entre otras cosas, dijo:
Cuando ves que la gente joven no tiene el menor ánimo de progresar, eso es grave. Eso sólo pasa en Andalucía. Sinceramente. Eso en el norte de España no pasa, en el centro tampoco. Ni tan siquiera en Extremadura.
Andalucía es la comunidad en la que más se ha invertido y la que menos ha progresado.
Nosotros no nos hemos arruinado ninguna vez porque nunca hemos sido ricos.
¿Cuánto le ha afectado a su carrera?: Hombre, hablar de la ‘carrera’ de este hombre pues es un eufemismo pero bueno, cómo dijo lo que dijo en un programa de TV, le he ‘colado’ en esta lista. Sus palabras, obviamente, no sentaron bien y es que es comprensible viniendo de un hombre que goza de un estilo de vida y de unos privilegios sólo por el hecho de nacer en la familia en la que ha nacido. No es nada malo, ojo, él no tiene la culpa, pero que encima no se ría de los que lo están pasando mal.
Willy Toledo: El desatado.
La ‘perla’: » Cuba es un modelo a seguir»/»Aquí nos molan los políticos como Zapatero, que le dicen lo que tiene que hacer y decir, y no los de verdad, que hablan con el pueblo. Prefiero a un tipo así, como Chávez, antes que a un robot de laboratorio como Obama»
Lo de este actor ya es un caso extremo. Se ha convertido en una caricatura de sí mismo y hasta parte de la izquierda reniega de él. Uno puede de tachar a los famosos de hipócritas por protestar contra las miserias sociales mientras que viven como burgueses (aunque una cosa no ha de estar reñida con la otra, además de que, en el mundo del cine y de la tele también se pasa hambre…) pero lo de Willy Toledo ya se pasa de la raya.
Entre sus muchas meteduras de pata, la más llamativa fue cuando afirmó que el preso cubano Orlando Zapata, fallecido en febrero de 2010 tras casi tres meses en huelga de hambre y reconocido como prisionero de conciencia por Amnistía Internacional, no era más que «un delincuente común, ni siquiera era un disidente político» y que Cuba «era un ejemplo a seguir». Señor, Willy Toledo, no es de «fachas» decir que en Cuba existe un régimen dictatorial. Es un hecho.
¿Cuánto le ha afectado a su carrera?: Bastante, la verdad. Y es que Willy Toledo ya tiene fama de ‘conflictivo’ dentro de la profesión. Y no sólo por sus mítines político, sino porque también carga las tintas contra productores, directores, compañeros… Lo peor es que ya pocos le ven como actor, sino como el ‘perroflauta’ que grita en las manifestaciones.