La naturaleza de reality que siempre ha tenido ‘Sálvame’ ha tocado techo. Ahora, el programa se dedica a ponerles cámaras ocultas a sus colaboradores durante su tiempo libre. Rosa Benito, Raquel Bollo, Terelu Campos, Mila Ximénez y Chelo Gª Cortés han sido las víctimas, lo que ha provocado un auténtico cisma en el programa. ¿No es ilegal todo esto? ¿Se trata de una broma de mal gusto?
VEA VÍDEO: Mila Ximénez estalla por la grabación de una cena privada de colaboradoras de ‘Sálvame’
VEA VÍDEO: Terelu: “Quiero pensar que la grabación que nos hicieron es una broma”
‘Sálvame’ reinventó los mecanismos de los programas de cotilleos haciendo que los que debían de dar la noticia fueran la noticia. Un show en el que se debía de hablar de la actualidad rosa, pasó a convertirse en un reality en el que sólo importaban las relaciones entre sus trabajadores. Así, hemos visto a los tertulianos hacer de todo en directo, desde ponerse botox hasta hacerse un test de embarazo, pasando, cómo no, por interminables y agresivas broncas, reconciliaciones, humillaciones y dimisiones.
Poco a poco se han ido rompiendo los límites de la intimidad. En ‘Sálvame’ se aprovecha todo, por eso, los pasillos de T5 se han convertido en una extensión más del plató. Cualquier rincón de la cadena no está a salvo de las cámaras. Cuando los trabajadores del ‘cortijo huyen, o creen que tienen una conversación privada entre bambalinas, siempre hay un objetivo cerca que les pilla con las manos en la masa.
Pero lo que vimos el 21 de marzo de 2013 fue escandaloso. El programa había grabado a cinco de sus colaboradoras sin su consentimiento durante el transcurso de una cena privada en un conocido restaurante de Madrid. Lo triste es que, cuando anunciaron la emisión del vídeo, en un primer momento, a un servidor no le pareció tan raro, lo cual es muy peligroso porque significa que, tal vez, el programa ha conseguido intoxicar nuestra percepción moral y que veamos como parte del juego lo que sin duda no es de recibo.
Pero si uno lo piensa, la situación es grave. Se me escapan las argucias legales y aún está por ver si el uso indiscriminado de cámaras ocultas es o no legítimo en casos como éste. Ayer, en ‘Sálvame’, nadie dimitió. Se cabrearon, eso sí, se denunciaron con vehemencia los hechos pero nadie se plantó y puso tierra de por medio. ¿Por qué? O bien porque los tertulianos, como nosotros, ya están acostumbrados a tales escenas o bien porque se nos ha vuelto a tomar el pelo y todo es una broma para cubrir escaleta (como ya pasó cuando se nos hizo creer que el espacio iba a despedir a uno de sus colaboradores).
LA ÚLTIMA CENA
El 20 de marzo de 2013, la presentadora Paz Padilla había organizado una cena en un conocido restaurante de Madrid con algunas de sus tertulianas para celebrar su último éxito teatral. Se nos vendió como ‘una reunión secreta’ entre chicas en las que los hombres no estaban invitados y a la que asistieron Rosa Benito, Raquel Bollo, Terelu Campos, Mila Ximénez y Chelo Gª Cortés .
Lo sorprendente, se supone, que llegó el 21 de marzo cuando la propia Padilla anunció en directo que aquella cena había una cámara oculta y que el vídeo iba a ser emitido esa misma tarde. Al parecer, las cinco colaboradoras habían hablado mal del resto de compañeros durante la velada, por lo que se buscaba, otra vez, el conflicto entre tertulianos.
El primero en alzar la voz fue Kiko Hernández quién defendió a sus colegas en estos términos:
Da asco no poder salir ni siquiera a tomar nada, luego hablamos de paranoias
Mila Ximénez, fue la más agresiva. La periodista, muy afectada dijo:
A mí, sinceramente, me parece repugnante, me estoy cabreando primero no se puede poner nada porque estamos en un sitio privado, eso pertenece a nuestro ámbito más íntimo. Lydia estaba invitada y Paz y Belén también. Me parece que ya un día nos van a hacer una inseminación en directo porque ya que no salgo nunca que nos manden una cámara.
El programa iba a emitir las imágenes, por lo que Paz Padilla pidió la presencia de las colaboradoras afectadas en el centro del plató, pero ellas se negaron y Mila Ximénez volvió a saltar:
Tenemos cuatro horas de programa pero luego tenemos otra cosa a lo que todo el mundo tiene derecho que es el tiempo libre y la intimidad y eso es sagrado
Aunque es algo raro en ella, Chelo García Cortés abrió la boca y secundó a su compañera:
Es nuestra vida privada, son nuestras conversaciones y me parece una falta de respeto, es vergonzoso.
Mila prosiguió atacando directamente al director del programa:
Entramos a las cuatro, hicimos nuestro trabajo hasta las ocho y nueve y a partir de ahí mi vida es sagrada, saben que no me caso con nadie. No se nos puede tratar como unos mierdas
El director, por su parte, se puso a gritar y Ximénez abandonó el plató hecha una furia:
Es una falta de respeto absoluta, si queréis me insemino en directo pero por favor dejadnos un poquito de intimidad, que nos dejamos aquí el cuerpo y el alma, leches, ya está bien
Luego llamó Terelu y dijo que ella confiaba en que todo aquello fuese una broma.
¿QUIÉN HA SIDO EL CULPABLE?
En un primer momento, las cinco acusaron a Paz Padilla de haberles tendido una trampa puesto que, a pesar de ser la organizadora del evento, la humorista no llegó a asistir alegando un problema familiar. Ella defendió su inocencia y se negó en redondo a dar paso al polémico vídeo.La presentadora explotó e incluso llegó a llorar en directo al decir:
Yo estoy totalmente de acuerdo con mis compañeras de que creo que eso es una cosa que no se debe hacer. Solo quería organizar una cena con mis compañeras, quería celebrar el teatro y lo bien que estamos en el programa, no pretendía que se montara esto, lo siento.
Entonces, el director confirmaba que había existido una filtración, pero no había procedido de Paz Padilla. Entonces ¿Quién ha sido? Esto está claro. se alargará el tema unos días más y, finalmente, cuando se descubra al traidor, habrá un polígrafo.