A falta de temas para rellenar cuatro horas de programa, a ‘Sálvame’ le ha dado por desempolvar el crimen de los Marqueses de Urquijo, sucedido hace más de 30 años. El problema es que se lo han tomado a risa y se les ha ido de las manos.
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Lydia Lozano, zarandeada violentamente por un invitado tras gastarle una broma
¿POR QUÉ LES DA A LOS DE ‘SÁLVAME’ POR DESENTERRAR TEMAS TAN ‘VIEJUNOS’?
No es la primera vez que en ‘Sálvame’ desentierran el pasado más rancio sin ningún tipo de motivo y hablan, por lo tanto, de temas que , a priori, poco tienen de interesantes. Así que tampoco es nuevo que rescaten del olvido el crimen de los Marqueses de Urquijo. Pero uno, cuando enciende la tele y ve de lo que se está hablando, se pregunta ¿A qué viene ahora hablar de algo que sucedió en 1980 y de lo que ya se ha dicho de todo? Bueno, en esta ocasión parece que había una excusa.
El 22 de marzo de 2013 apareció en el programa Myriam de la Sierra, la hija de los Marqueses de Urquijo para presentar su primer libro ‘¿Por qué me pasó a mi?’ (Espasa), en el que detalla cómo superó no sólo la muerte de sus padres sino también el descubrimiento de que el asesino fue su exmarido, Rafi Escobedo, así como el intento de éste de implicarla en el crimen.
Durante la entrevista, el programa le mostró a la invitada unas declaraciones de Vicente Díaz, el que fue mayordomo de los Marqueses de Urquijo, quien afirmó que Myriam de la Sierra fue culpable de la muerte de sus padres, ya que incitó a Rafi Escobedo a que lo hiciera.¿Cómo? Poniéndole celoso con otros hombres.
Es más, el tal Díaz (que ya había acudido a Sálvame’ en alguna ocasión), dijo tener una reliquia del crimen que no era otra cosa que el camisón que llevaba la Marquesa el día que murió y que, según el mayordomo, contiene huellas dactilares que no fueron analizadas en su momento por la policía.
LA AGRESIÓN A LYDIA
Pues aquí debería haber terminado el tema puesto que no daba para más. Sin embargo, el programa quiso explotar una mina sin oro y el 26 de marzo de 2013, coincidiendo con la Semana Santa (época en la que no hay mucho movimiento), invitó al ya mencionado Vicente Díaz para que mostrase en directo el tan misterioso camisón.
Antes de su entrada en plató, el invitado ya había mostrado varias muestras de acritud y falta de educación mientras esperaba en la sala VIP y la presentadora Paz Padilla hablaba con él. El ex mayordomo sólo tenía una obsesión: que le tomaran en serio.
Yo no soy ningún mono de feria. Yo he venido aquí a hablar de algo muy serio.
Pero claro, esto es ‘Sálvame’ y cuanto más digas que no quieres una cosa, más ración extra vas a tener. De hecho, en Twitter, el programa había lanzado la siguiente pregunta a los usuarios:
¿Quieres que el mayordomo de los Marqueses de Urquijo se ponga el camisón de la Marquesa?
Llegó el momento de la entrevista, y el tal Vicente entró en el plató cargando su inseparable maletín en el el que escondía la preciada prenda de noche. Él comentaba que pretendía venderla, y que si en aquella época no se usó como prueba policial fue porque se cometieron muchos «errores» en la investigación.
En esto, Lydia lozano se acercó al invitado (seguramente por orden de la dirección) y sigilosamente, le quitó el el camisón que supuestamente, perteneció a la Marquesa de Urquijo. Al darse cuenta de la broma, Vicente Díaz salió despavorido hacia la colaboradora y en pleno plató la agarró del brazo y la zarandeó violentamente. Conmoción máxima.
Lydia, como no podía ser de otra manera, se rasgó la vestiduras. La periodista gritaba y hacía esfuerzos sobrehumanos por llorar (aunque no le vimos hacerlo) asegurando que el invitado le había hecho «mucho daño» durante el forcejeo. Mientras, el tal Vicente enloqueció. Todos estaban en guardia. Chelo García Cortés se puso en plan portero de discoteca pero se quedó en un segundo plano mientras los demás, directamente, se escondían. La única que le plantó cara al ex mayordomo encolerizado fue Paz padilla.
La presentadora quiso apaciguar los ánimos de Díaz pero este no paraba de gritar y de amenazarla con darle «dos hostias». En esto, el director del programa se puso a dar voces desde su puesto y expulsó del plató al invitado, quien a su vez, seguía quejándose del mal trato recibido.
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