Está muy bien que nadie se tome en serio a Marujita Díaz, que acuda a ‘Sálvame’ para que que se rían de ella y que no se dé crédito alguno a sus palabra, pero todo esto no justifica su presencia en TV. Su última visita al Deluxe a cuento de Sara Montiel fue una de esas ocasiones en las que hay que darle la razón a los que quieren terminar de una vez por todas con el ‘cortijo’.
Recordemos que Marujita ‘desapareció’ misteriosamente de ‘Sálvame, tras una época como colaboradora habitual, el día en que, a media tarde, decidió mostrar un pecho.
Pero Marujita parece ansiosa por seguir en el candelero, y por ello apareció en el funeral de Sara Montiel, dando un numerito absolutamente gratuito. Dicen testigos del momento (en boca de Kiko Hernández) que la ‘artista’ llegó a la iglesia absolutamente tranquila y que fue ver una cámara y ponerse a dar voces y a fingir que lloraba.
Marujita decía estar disgustada por el ‘mal trato’ que se le estaba dando a su amiga Sara Montiel, tras su muerte ya que algunos medios de comunicación han insinuado que la actriz estaba arruinada y que sus hijos no cuidaban de ella.
Y Marujita consiguió su objetivo: Que la invitasen al ‘Deluxe’. Todos allí sabían que la invitada iba a mentir, pero les dio igual. Ella cobró su cheque, dojo incoherencias, insultó a quien tenía que insultar y todos tan contentos. Nosotros, no tanto.
Marujita se presentó diciendo que ella era como una hermana para Sara Montiel que se conocían desde niñas y que estaba muy dolida por no haberse despedido de ella:
Sara Montiel tenía que haber salido vestida como una reina. No es justo que no tuviera capilla ardiente ni nada ni que ni hubiera representación de cultura, ni del Ayuntamiento.
Y mientras que los colaboradores la machacaban llamándola oportunista y «mamarracha» por acudir a un plató a costa de un cadáver, pero ella hizo como que no escuchaba y justificaba su presencia diciendo que:
Todo lo que se está diciendo de ella es mentira. Dos días antes de morir, hablé con ella y quedamos para comer una paella. Yo he estado en su casa y su nevera estaba llena.
Pero en esto llegó Mila Ximénez y le paró los pies:
En 15 años no te han visto en casa de Sara Montiel.
Ella lo negó vagamente pero el escándalo se produjo cuando, tras decir que quería mucho a los hijos de Montiel, los colaboradores la desacreditaron.
Chelo García Cortés le dijo a la invitada:
Tú dices que hablas mucho con Thais (hija de Sara Montiel) pero te voy a leer lo que tú misma has dicho: «Con estos niños no hablo. Son negados con todo el cariño que les cogió y les ha salido raritos».
Obviamente, Marujita negó haber dicho eso, lo que le valió un fuerte enfrentamiento con Lydia Lozano.Bronca de la que, por cierto, nos enteramos más bien poco puesto que, en realidad, sólo se gritaban sin llegar a ninguna conclusión.
Lo que está claro es que el discurso de Marujita Díaz no tenía ni pies ni cabeza. Por un lado decir querer mucho a los hijos de Sara Montiel y por otro aseguraba que no habían tratado bien la memoria de su madre.
No hubo un sólo momento en el que Marujita se mostrase dolida o afligida por la muerte de su amiga. Ni uno. Ella estaba allí para pelearse y para contradecirse. El problema es que el programa tuvo mucha audiencia lo que vaticina el regreso de una mujer que fue muy importante en su época, pero que no ha sabido envejecer.