¿Por qué hay tan poco sexo en ‘GH14’ cuando es la edición que más parejas ha roto? No se sabe muy bien pero está claro que ya hemos visto la que, hasta la fecha, es la escena erótica más fuerte y ridícula vista en muchos años. No ha habido consumación, pero sí público…
El problema inicial que tuvo ‘Gran Hermano 14’ fue que el casting era más bien soso. Tuvieron que pasar muchas semanas para que los concursantes se soltasen, es decir, para que discutieran de verdad o surgieran las primeras atracciones sexuales. Tonteos ha habido muchos pero tan sólo una pareja (Kristian y Sonia) que, encima, le tiene pavor al edredoning.
Igor y Miriam se tocaron (por mucho que ellos dijeran que no) bajo las sábanas y los espectadores, sedientos de ‘carnaza’, nos apresuramos a decir que había sido el primer edredoning de este año, algo que es verdad a medias.
Luego, para remediar la ‘sosería’ de la casa, el programa metió a personajes esperpénticos (Anabel, Desi…) que si bien funcionaron muy bien como detonadores de conflictos, poco tenían que hacer en temas de alcoba.En definitiva, que este año hay mucho ‘calentón’ pero poca ‘chicha’. Esto está a punto de cambiar. El 25 de abril de 2013, por fin vimos la escena más fuerte de la temporada. De nuevo no hubo sexo en sí, pero tampoco hizo falta.
Los protagonistas fueron Carlos y Saray, los que ya podríamos bautizar como ‘extraña pareja’. Él es el gemelo Montoya que menos ha llamado la atención hasta la fecha puesto que su hermano Gonzalo, entre tanta bronca con Argi y tanto tira y afloja con Susana, se ha llevado todo el protagonismo. Ella entró en ‘GH14’ junto con su ex novio, y lo que prometía ser un encuentro explosivo terminó siendo un petardo mojado.
Lo cierto es que por mucho que podamos describir la escena, sobran las palabras. Pero hagamos un esfuerzo. Lugar: El jacuzzi: Momento: Descanso, no sabemos de qué puesto que los concursantes se pasan el día durmiendo. La secuencia tiene dos partes: En un primer momento, Saray y Carlos charlan amigablemente con el resto de sus compañeros. El agua está tranquila por lo que podemos ver cómo ella le agarra la mano a él. vale, hasta ahí todo bien. Pero en esto llegan las burbujas y la cosa se pone ‘tensa’.
Más tarde, en el jacuzzi sólo están Carlos, Saray y ¡Adrián!. Este último hace como que no se entera de nada pero lo que está ocurriendo a su lado era de traca. Carlos y Saray, muy juntitos se tocan aprovechando la opacidad que les da las burbujas. No vemos mucho pero da igual. Sus caras lo dicen todo. Él abre la boca como sofocando un grito de placer y ella se muerde los labios ansiosamente y gime. Gime mucho.
En esto que llega Yessi que intenta meterse en el agua, pero al ver el percal sale despavorida. Tras el éxtasis, ésta última se fue corriendo a preguntarle a Saray qué tal se lo había pasado pero lo único que consiguió fue un «no ha ocurrido nada, tía, te lo juro» como respuesta. ¡Mentira! Porque si ahí no ha habido masturbación y todo ha sido producto del efecto de las burbujas, un servidor sale ahora mismo a comprar un jacuzzi y a colocarlo en medio del salón.