Jessica Bueno se ha soltado el pelo a lo loco. Ha sido dejarlo con Kiko Rivera, alias ‘Paquirrín’, y ha sacado a pasear su lado más salvaje. Por un lado, la modelo se está revelando como toda una estratega de la prensa amarillista, de la que se aprovecha (supuestamente) para hacerle daño a su ex. Y no sólo eso. La revista FHM le ha dedicado su portada de junio de 2013 y la ha mostrado como nunca antes había aparecido: como un icono sexual.
La primera impresión que tuvimos de Jessica Bueno al verla en ‘Supervivientes 2011’ fue que era mudado en todo caso con algún problema de vocalización. No, no le pasaba nada. Simplemente era tímida. Tampoco. Más bien era sosa. Pero esa pinta de niña buena que no ha roto un plato es lo que le debió de convencer al mujeriego más trasnochado de nuestro país, el mismísimo Kiko Rivera.
Tras muchas idas y venidas, tras dos embarazos y un hijo en común (con un considerable cambio físico de ella), la pareja rompió en marzo de 2013 y aunque aseguraron que la separación había sido amistosa por el bien del niño, pronto nacieron las incoherencias y los ataques. Razón: el dinero, por supuesto.
Pero el viernes 24 de mayo de 2013 pasó algo curioso. Ese día, acudió al Deluxe’, Manuel Sevilla, quien se presentó como el mejor amigo de Jessica Bueno y que se dedicó, durante más de una hora, a enumerar las virtudes de su amiga y a poner a caldo a Paquirrín. Tan extraño fue su discurso que el mismísimo Kiko Rivera llamó por teléfono para desmentir todo lo dicho y para poner en duda que la mano negra de su ex estuviera detrás de ese circo.
Jessica Bueno también llamó. Parecía muy nerviosa y se limitó a renegar de su amigo y a asegurar que ella no tenía nada que ver con que el tal Manuel Sevilla hubiese acudido allí aquella noche.
Pero días después, en ‘Sálvame’ prácticamente se confirmó que la ‘buena’ de Jessica se había pasado al lado oscuro y que, en realidad, había organizado la entrevista de su íntimo como campaña contra el padre de su hijo (con el fin, suponemos, de sacarle más dinero en la manutención).
Y mientras se gastan horas de tlevisión hablando de ella, Bueno se refugia en la casa de su nuevo amor, el futbolista Jota Peleteiro.
Sí, Jessica ya no es la niña tímida y frágil que nos ha querido vender durante años. Y para demostrarlo, ha posado para la revista masculina FHM como nunca antes la habíamos visto: sexy.
Mostrando su impresionante y recuperado cuerpo, ella mismo ha definido la sesión de fotos como «lo bueno de Jessica Bueno». Y es cierto, por que no sólo le está diciendo a Kiko Rivera lo que se ha perdido con imágenes, sino que se atreve a dar detalles de su vida íntima como:
¡En pareja me desato!