Alberto Chicote es el nuevo Álvaro Muñoz Escassi, y si no, que se lo digan a una de las protagonistas del último programa de ‘Pesadilla en la cocina’ emitido el pasado 6 de junio de 2013. El chef de moda se enfrentó a un conflicto entre hermanas y tuvo que lidiar con una cocinera loquita por sus huesos. Tronchante.
Ubicado en Premiá de Mar, a sólo 20 kilómetros de Barcelona, el Nou Set es el restaurante de un club de tenis muy elitista que lleva dos años en manos de una diseñadora de moda, ahora hostelera. A pesar de las reticencias de su marido, Mª Ángeles se embarcó en el negocio pensando que su falta de experiencia en el sector no afectaría en modo alguno a la marcha del restaurante.
El primer problema estaba localizado y era el de siempre: Un dueño (en este caso, dueña) que no tiene ni idea de qué pinta ahí.. Advertencia:El hecho de que cocines bien en casa para tus amigos y que se te den bien los números, no significa que puedas llevar un restaurante.
Pero además de una dueña incompetente, la ‘novedad’ del programa fue la guerra familiar.
Con un contrato de explotación de 12 años aún por delante, Mª Ángeles ha acudido a familiares y a amigos para sacar adelante el Nou Set, pero esa decisión, en vez de ayudar, ha puesto al restaurante al borde de la quiebra. Por un lado nos encontramos a Damaris, la hermana díscola y borde que definió su relación con Mari Ángeles de manera sin rodeos:
Nunca estamos de acuerdo. Ella es la pija y yo la choni.
¡Toma ya!¡Conflicto familiar y de clases todo en uno! ¡Mejor que El secreto de Puente Viejo!
Luego nos encontramos con una peculiar cocinera, Gloria, amiga íntima de la dueña, con una idea muy personal de lo que es un plato de calidad y a la que la ‘choni’ llamaba ‘pelota Andaba por ahí también, Marta, conocida de Damaris y que también era «choni» (no lo digo yo, de verdad, lo dicen ellas)
Y por último, César, un marido que opina de todo a pesar de no ser jefe de nada y que detesta a su cuñada.
El problema es que Mari Ángeles estaba a punto de parir y tenía miedo a que el resto le fastidiase el local en su ausencia. Pregunta: ¿No era todo un desastre con o sin ella?
Esto es de lo que se dio cuenta Chicote nada más entrar La escena era genial, entra el equipo del programa al negocio, Chicote se pone a hablar con la dueña y , al lado, la hermana estaba con una cara que parecía estar conjurando al espíritu del Vaquilla.
El chef de laSexta pidió de todo y, al parecer, la comida no era del buena, más bien. en mediocre. Y mientras que se lo comentaba a la tal Damaris (¿puede ser que este nombre me suene de Juego de Tronos?), ésta le miraba con cara de: «cállate la boca, que te meto ,¿eh? Que te meto, pero bien!»
La cocinera era como Hello Kitty después de un viaje en caravana con Mick Jagger, Kate Moss y Poli Díaz. Era pura felicidad y nervioismo, y encima le ponía Chicote:
Chicote tiene los ojos bastante atractivos.. No sé, como le admiro tanto, es tan atractivo…
Decía la buena mujer encogiendo los hombros y poniendo morritos.
El primer servicio de comidas era un caos. La camarera, Damaris bufaba, la cocinera seguía en su mundo piruleta, algo que enfurecía a Chicote:
Esta tía sigue riéndose de mí. Yo alucino.
Y la otra, hacía pucheritos y reclamaba:
¡Que no me río! Tú no sabes lo que yo lloro por dentro.
Y pronto llegó la bronca: Hermana contra hermana, cuñado contra cuñada, amiga contra hermana y cocinera contra la pared. Un drama, vamos.
Esto es bastante más jodido de lo que me imaginaba. Estáis más pendiente de meteros puñaladas entre vosotras que de atender el negocio.
Sentenció Chicote mientras que el resto lloraba sin parar.
Se fue el Chef del programa y las hienas volvieron al ataque. Lástima que no vimos todo lo que seguramente dió de sí la bronca.
Chicote se reunió con la dueña y con el esposo y volvieron analizar el problema. La falta de comunicación y el mal rollo. La pregunta era: ¿quién dirigirá el restaurante una vez que Mari Ángeles no esté? ¿La hermana chunga, la amiga (también chunga) o la Hello Kitty? Gran dilema.
Chicote llamó a un director de sala, paco Patón, muy reputado que le dió al equipo una master-class de cómo atender bien a los clientes.
El siguiente servicio fue incluso peor que el primero. Chicote ya no podía más. Esta gente no había aprendido nada, ni de cómo atender ni de cómo cocinar. Y lo mejor es que eran cinco para dar de comer a 15, es decir, tres comandas. Tela…
Las hermanas se fueron a discutir fuera del local y la embarazada por poco pega a la del nombre raro. Luego, las dos lloraron ante la cámara.
¿Tanto le cuesta reconocer que se ha equivocado? ¿Tanto? ¿ De verdad me quiere?
Se lamentaba Damaris. Si es que en realidad era un pedazo de pan…
Chicote se sentó frente a frente con las hermanas y ambas echaron balones fuera. Más tarde se las llevó al campo y ambas recordaron su infancia y limaron asperezas. El conflicto era que Damaris, como madre soltera, no se sentía querida por su familia.
Estáis unidas para siempre porque sois hermanas. Siempre lo seréis.
Les dijo el coach culinario. . hombre tampoco tiene razón. Tu hermano puede no caerte bien, al fin y al cabo te lo dan de fábrica. Pero bueno, finalmente , ambas se reconciliaron y allí lloró todo el mundo, hasta Chicote.
Llegó el momento de la reforma y la reapertura. Todo quedó un poco parque temático en plan con mesas que simulaban ser pistas de tenis y pelotas amarillas en los platos… Pero bueno, el personal quedó muy feliz y Chicote se volvió a convertir en osito amoroso que es en realidad.
Y lo mejor fue el comentario de la cocinera:
Chicote, este bacalao está mejor que el mío pero tú no te vas a venir a mi casa a cocinar….
Chicote: Yo a tu casa no voy que me da miedo
Y la otra, puso morritos y dijo:
Jo, no quiere venir…Jijiji…
Brutal.
La reapertura fue como siempre. Damaris se hizo cargo del local y todas se volvieron locas. Las comandan no llegaban, Hello Kitty «jodía» los platos y la dueña se sentía impotente. al final, obviamente, hubo final feliz aunque la cocinera se quedó sin su príncipe azul…