No entendemos, de verdad, el drama de Lydia Lozano. Después de poner el grito en el cielo por una fotos en las que aparecía muerta de la risa junto a su hasta ahora desconocido marido, la periodista ha montado un gran espectáculo al enterarse de que ‘Sálvame‘ va a emitir el vídeo del momento y ha amenazado (dicen que era una broma, pero nadie se lo cree) con sacar una conversación privada entre ellos.
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Escribir sobre Lydia Lozano provoca una sensación de déjà vu casi pesadillesca. La rubia es algo así como ‘el día de la marmota’ de T5. Uno ya confunde fechas, horas, motivos y, sobre todo, sueña con un titular que no llegará jamás: «Hoy, Lydia Lozano no ha llorado». Y es que el continuo drama de esta mujer, si bien nunca nos provocó pena alguna, ahora ya no nos hace ni gracia.
Eso sí, lo que le sucedió el pasado jueves 20 de junio de 2013 tiene su guasa. El motivo fue el mismo que se llevaba arrastrando semanas: Las fotos publicadas por la revista ‘¡QMD!’ en las que aparecía Lydia tomando el sol junto a su marido Charly. Lozano ya lloró en su momento porque, dijo, no iba a permitir que su esposo fuese una persona pública cuando no lo es.
Pero como cada vez que se le saca el tema, Lydia llora, su programa lo rescata una y otra vez. Una advertencia: tanto drama, al no ser novedad, no levanta la audiencia por mucho que se empeñen (o, al menos, eso espero).
EL VÍDEO DE CHARLY Y LA ‘POSIBLE CONVERSACIÓN PRIVADA’
El caso es que, el pasado 20 de junio de 2013, Kiko Hernández le dio una nueva noticia a su compañera:
Si la semana pasada se lio parda con las fotos de Lydia y Charly en la piscina con sus risas, con su hamaca, con sus cervecitas y sus cosas, tenemos las imágenes en movimiento . ¡Tenemos el vídeo! Y me dicen que Lydia habla mucho y que se le leen los labios.
La presentadora, Paz Padilla, muy certera, preguntó:
¿Qué labios?
Hernández aclaró:
Los de arriba.
Era importante saberlo, la verdad.
Y de pronto se escuchó a Mila Ximénez decir:
Eso sí que es ilegal.
¿El qué? ¿El vídeo? ¿Acaso las fotos en un hotel no lo son? He aquí el meollo del asunto. No sé si alguien se acuerda de que, unos meses antes, varias colaboradoras se fueron a cenar y el programa les coló una cámara oculta en el restaurante en plan Método 3. Claro, ellas pusieron el grito en el cielo alegando a su derecho a la intimidad, pero su silla no la soltaron.
El caso de Lydia es igual, pero más debatible incluso. Uno no acaba de entender que no pase gran cosa porque se publiquen unas fotos suyas con su marido dentro de un recinto privado, pero sí que se monte la de San Quintín porque exista un vídeo. ¿Acaso no es lo mismo? Es más, ¿acaso no vive ‘Sálvame’ y sucedáneos de grabar a los famosos?
Da igual. El tema es que Lozano se puso las gafas y vio un trailer de lo que, supuestamente, se iba a emitir al día siguiente. En realidad, no había sorpresas, eran las fotos con un mínimo de movimiento. Nada más. Bueno sí, que a Charly se le ve mejor, lo que no es muy buena noticia, la verdad.
LYDIA LOZANO: «¡ESTO ES INDECENTE! ¡ME VOY PARA MI CASA!»
Pero el drama llegó cuando Paz Padilla dijo:
Hay grabados 36 minutos grabados y se va emitir toda la conversación.
Esta última palabra fue la que provocó que Lozano se levantase, hiciese pucheritos con los labios y gritase:
¡Me parece indecente! Si aquí se cabrearon todas mis compañeras porque se pusiera una cámara en una cena privada, yo hablo lo que me da la gana. Y me parece fatal que me hagan esto los directores. ¿En mis vacaciones se va poner una conversación privada? ¿En mis vacaciones? ¿Querías que llorara? Pues ya lo habéis conseguido. Esto es demandable. ¿Voy a a demandar al programa en el que trabajo? Mira, me voy a mi casa.
Y dicho esto el público aplaudió, no sabemos si por el enfrentamiento, por las imágenes o porque se iban a librar de Lydia en toda la tarde.
Lydia salió disparada por los pasillos de T5 y con ella las cámaras del programa y una paz Padilla que le gritaba;
Lydia, por favor, ven que te quiero decir una cosa. ¡Lydia, para! ¡Que es tu trabajo, Lydia! ¡Que es una broma!
Lozano no dio su brazo a torcer:
No, no es una broma y si lo es, peor. Una broma de mal gusto.
El instante, frenético. Lozano corría por los pasillos, Padilla por poco se come el suelo siguiéndola y, mientras, algunos exconcursantes de GH14 que andaban por allí esperando miraban la escena sin saber dónde meterse.
Ya en el exterior de T5, Lozano se paró y el director del programa, David Valdeperas, salió en su búsqueda para, en privado, intentar convencerla de que se quedara. Mientras, tanto Paz Padilla como los colaboradores, éstos en plató, se desternillaban de la risa con el momento.
Pasado un rato dramáticamente aceptable, Lydia reapareció en plató con lágrimas en los ojos y dijo:
Para mí ya es desagradable que se hagan fotos mías como para que se emita una conversación. Vamos, como si digo: «¿Qué vamos a comer hoy?» Lo que me molesta es no respetar el derecho de la intimidad.
Los compañeros de Lozano dieron su opinión sobre lo ocurrido y Kiko Hernández dijo:
Me parece ridículo y me parece muy muy absurdo, Lydia, de verdad. Todos los días el mismo numerito.
Estamos contigo, Kiko.