Lo que comenzó como una sorpresa cariñosa para despedir a Jorge Javier Vázquez antes de marcharse de vacaciones, terminó con el presentador molesto y abandonando el ‘Deluxe’ antes de terminar. Su madre había acudido para entrevistarle pero él se negó.
El viernes 5 de julio de 2013 podría ser recordado como el día en el que los presentadores de ‘Sálvame’ se cabrearon con los directores y se largaron del plató. Y es que hubo dos estampidas con muy pocas diferencias. Por la tarde, en el ‘diario’, le tocó el turno a Paz Padilla. La presentadora se enteró de que iban a salir unas fotos suyas en topless en la revista ‘¡QMD!’ y que su propio programa las iba a emitir. Padilla dijo no confiar en sus jefes y dejó su puesto de trabajo para después regresar y pedir disculpas.
Por la noche, en el ‘Deluxe’, fue Jorge Javier el que se ofendió. Durante todo el día se había anunciado una sorpresa que el programa le tenía preparada a su presentador. El colaborador, Kiko Hernández, acudió vestido de cartero de ‘ Hay una cosa que te quiero decir’ (espacio que también conduce Vázquez) al ‘Laboratorio de la voz’, escuela fundada por Jorge Javier, para entregarle una carta que le avisaba que que algo sorprendente iba a ocurrir horas después.
Tras las entrevistas a Sofía Cristo y a Lucía Bosé y el surrealista polígrafo de Leticia Sabater, llegó el momento de descubrir que lo que le tenían preparado al presentador no era otra cosa que la visita de su propia madre.
Recordemos que esta buena mujer ya había sido protagonista en ‘Sálvame’ una semana antes cuando habló por teléfono y le pidió a su hijo que la llamase más. En aquel momento quedó claro que fueron los directores del programa quienes la llamaron a ella y que tras una breve y surrealista charla, Jorge Javier no pareció molesto. La noche del 5 de julio sin embargo no hubo tan buen rollo.
La intención de los directores era que Mari, la madre de Jorge Javier, entrevistara a su hijo y le hiciese aquellas preguntas que nadie más le podía hacer. El presentador, nada más verla, agradeció a sus directores y a su progenitora el viaje hasta Madrid y abandonó su puesto de trabajo.
J.J. dijo no sentirse a gusto con la situación ya que sólo quería «proteger» a la persona que mas quiere de todo lo que rodea la TV. Con mucha educación pero sin poder evitar mostrar la incomodidad que sentía, agradeció las buenas intenciones de sus compañeros, cogió a su madre de la mano y se despidió hasta septiembre.
No hubo derecho a réplica. Todos los allí presentes se quedaron de piedra y fue Kiko Hernández el que ocupó su lugar y despidió el programa (fue el mismo que sustituyó a Paz Padilla por la tarde).
Es lícito lo que hizo Jorge Javier y lo entendemos, lo que ocurre es que no se entiende por qué ha dejado que su madre apareciera en su programa en otras ocasiones. No hablamos sólo de cuando llamó por teléfono sino en un reportaje que ‘Sálvame’ le dedicó al presentador en el que revisaba sus orígenes y entrevistaba a aquellas personas que le vieron crecer.
Además, llevándose a su madre del plató, Jorge Javier Vázquez está reconociendo que su programa es ‘peligroso’ y que una vez que entrar ahí ya no tienes derecho a la privacidad.