‘Sálvame’ ya es lo que ha pretendido ser siempre: un circo romano en el que se cambia la sangre por la dignidad. No es una exageración. El pasado 23 de julio de 2013 una supuesta amante de Amador Mohedano acudió al plató y como no convenció a nadie con su testimonio, el público se dedicó a insultarla y a tirarle pelotas de plástico. La joven se fue corriendo al baño a llorar, humillada y amenazando con poner una denuncia. Lo mejor de todo es que la presentadora, Paz Padilla, se indignó con los suyos y dijo que en su programa «no se trata a la gente así». ¿Dan o no dan ganas de reírse?
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María, la supuesta amante: «Ha habido roces con Amador pero no íntimos»
María se pone a llorar en el baño: la supuesta amante de Amador, hundida por las críticas
La pregunta es: ¿entrar en el juego significa que te mereces todo lo que te hagan? Es decir, ya sabemos todos cómo es ‘Sálvame’ (T5) , por lo que si vas allí (ese lugar en el que si no te desangras emocionalmente no vales gran cosa) has de esperarte cualquier cosa. Pero ‘cualquier cosa’ tiene que definirse. No todo vale.No todo es de buen gusto. No se puede echar a alguien de un lugar recibiendo pelotazos (vale, eran pelotas de plástico pero al fin y al cabo no parece de buen gusto) por mucho que pensemos que se lo ha ganado a pulso.
Otra opción es que la escena haya sido un truco desde el comienzo, que esté todo pactado, desde la visita hasta la indignación, pasando por el linchamiento. En este caso tampoco sirven las excusas. Para el espectador es incómodo. No hay necesidad.
En el cortijo se ha creado una nueva moda, que es la de colocar al invitado a un atril y someterle a una especie de ‘juicio popular’ en el que, tras exponer su testimonio y ser defendi@ o atacad@ por los colaboradores, es el público el que decide si ha de continuar o no, en el plató. Esta es la terrible escena que vivió una supuesta amante (y ya van unas cuantas) de Amador Mohedano.
Se llama María, tiene 31 años y ya se habló de ella el día anterior en el cortijo, cuando Mila Ximénez mostró unas fotos en las que se la veía entrando en el portal de la casa que el marido de Rosa Benito tiene en Chipiona. Ya en aquel instante se dio por hecho que esta joven era una de tantas montajistas que se quieren subir al carro de la fama a costa del hermano de Rocío Jurado. Tampoco hay que extrañarse por esto. Hoy por hoy Amador y Rosa son las estrellas de ‘Sálvame’ desde que, tras su separación, a él se le viese con una vedette, Raquel Moragues, con la que se mostraba más que cariñoso mientras que ella se paseaba con un diminuto tanga rojo.
Como era de esperar, la tal María acudió al plató del ‘cortijo’ aquel martes 23 de julio de 2013 y mientras esperaba en la sala VIP, se puso en pie para demostrarle al mundo lo ‘buena’ que estaba y las armas de seducción que utilizó con Amador Mohedano:
Un día le vi muy solo, me pidió el teléfono y se lo di. Quedamos dos o tres veces y no tengo mensajes ni nada porque él me llamaba desde otro móvil
Yo no he entrado en su casa, nos veíamos en hoteles. A mí me parece muy raro eso que cuenta Raquel y creo que Amador está muy celoso. A mí me decía que no le había gustado nada el tema de ‘Supervivientes’. Si, ahora mismo, Rosa le dice ven, él va.
Estas declaraciones y la nada, son lo mismo. Está claro que esta chica ha usado todo lo que se dice de Amador en ‘Sálvame’ y se ha montado una historia muy poco creíble en la cabeza. Ningún colaborador del programa la creyó, por eso le pidieron pruebas como el que diera algún dato físico de Mohedano. La chica, tras dudar un buen rato, dijo:
Tiene muchos lunares en la espalda
La presentadora del programa, Paz Padilla, continuó con el interrogatorio y le preguntó a la invitada sobre el tatuaje que lleva Amador en el pecho y la otra contestó:
Pues no me acuerdo porque estaba yo un poco mareada
De risa, vamos. Que sí, que esta joven no conoce la palabra credibilidad, que es una simple montajista, que como ya era muy mayor para entrar en ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’, debió de pensar que lo mejor era decir que se había acostado en Amador Mohedano. Vale, todo esto está muy bien, pero de ahí a que se la expulse a pelotazo limpio hay un trecho.
A la tal María la colocaron en un atril y mientras que Kiko Matamoros, haciendo de abogado defensor, se reía de ella, Kiko Hernández la despellejaba a gritos:
¡Eres una mentirosa! ¡Yo no puedo defender la mentira!
El veredicto fue ‘culpable’ y el público la castigó con un bombardeo de pelotas de plástico. Ella se fue de allí muy nerviosa sentenciando aquello de:
Me voy ahora mismo a poneros una denuncia.
Y mientras, Paz Padilla hizo que se enfadaba y gritó:
¡Ya está bien! ¿Quién le ha dado al público las pelotas? Esto no se puede permitir. No me gusta esto. No se puede tratar así a un invitado.
Tras un enfrentamiento con Kiko Matamoros y Gema López, la tal María se fue indginada:
A tomar por culo todos.
Sentenció la rubia. Las cámaras de programa la siguieron y ella, acorralada, se encerró en el baño a llorar diciendo que ahora, tras el linchamiento, sí que no iba a mostrar las pruebas que tenía de su affaire con Amador.
En el baño, María se puso muy nerviosa. Paz Padilla y Mila Ximénez se hicieron las buenas y la intentaron consolar. La invitada no entraba en razones:
Lo que me han hecho aquí, no me lo han hecho nunca.
La solución fue invitar a esta chica el viernes al ‘Deluxe’ a someterse al polígrafo. Al final, todos contentos.