La cuarta gala de las audiciones a ciegas lidera la noche del 7 de octubre de 2013 con un 24,6% de share

Caída libre en ‘La Voz’: nunca antes habíamos visto un nivel tan bajo tanto de concursantes como de coaches, ¿por qué parece que no se lo toman en serio?

El criterio injusto y caprichoso de los coaches a la hora de elegir talentos le resta valor al programa

Caída libre en 'La Voz': nunca antes habíamos visto un nivel tan bajo tanto de concursantes como de coaches, ¿por qué parece que no se lo toman en serio?
Rosario con Sandra Rodrigo.

Cuarta gala de las audiciones a ciegas de la segunda temporada de ‘La Voz’ y la cosa se acerca peligrosamente a la desidia. Esa fue la entrega (emitida el 7 de octubre de 2013) en la que peores voces hemos escuchado en toda la historia del concurso y en la que los coaches estuvieron más sosos y menos entregados de lo normal. Resultado: falta de tensión y desinterés.

El de ‘La Voz’ es uno de esos casos en los que un servidor parece que siempre ha de justificarse cada vez que suelta una crítica. como gran admirador, no sólo del formato, sino de su adaptación patria, no entiendo muchas de las cosas que están pasando en esta segunda edición. Ojo, que aún sigue entreteniendo lo suyo pero, cada semana menos. perdono los fallos técnicos, los saltitos de Tania Llasera, los anuncios metidos con calzador, el exceso de exposición de los los dramas de los concursantes e incluso, Dios me libre, los chistes de Antonio Orozco. Pero lo que me cuesta tolerar es que ellos mismos (hablo sobre todo de los coaches) no se tomen en serio lo que hacen.

 

 

Anoche, día 7 de octubre de 2013, asistimos a un interminable desfile de aspirantes de voz mediocre que cantaban ante un jurado al que le daba igual si gritaban, desafinaban o eran la reencarnación de Whitney Houston. Hasta la fecha, el nivel vocal de este año era incluso mejor que el de la temporada pasada aunque no ha habido nadie que nos haya dejado con la boca abierta. Faltan los grandes rivales, las promesas que lo tienen todo para brillar, pero que si no lo hacen más morbo tendrá su caída (esto le aporta tensión a lo que sigue tras las audiciones a ciegas).

Y por otro lado, los coaches. Este año, los repetidores (Malú, Bisbal y Rosario) están más encorsetados, son menos excéntricos. Eso se lo han dejado al nuevo, a Orozco, el chico que ya se levanta, grita y hace chistes de gusto cuestionable incluso cuando no hace falta. Hay ocasiones en las que parece que se siente obligado a ser el bufón del programa como si pensara: «venga, voy a dar saltitos , a señalar al elegido y a abrazarle como si me fuese la vida en ello porque lo he hecho tantas veces ya que si no lo hago esta ahora como que va a quedar mal». Querido Antonio Orozco, confía en mí: No pasa nada si en algún momento te relajas y te limitas a aplaudir. No te juzgaremos.

En definitiva ( y eso se notó más anoche) hay una falta considerable de tensión. Vacío que los responsables del formato han intentado rellenar con una sobredosis de drama. ‘La Voz2’ ha explotado el aspecto de reality del show y este año parece que si no eres huérfano o has tenido una enfermedad grave o no lo has pasado muy mal económicamente, no te pillan en los casting. Esta influencia de ‘Hay una cosa que te quiero decir’ no funciona. Entiendo que si alguien dice que ha sufrido una tragedia, el espectador empatice más con él o ella. Pero si todos lo hacen, al fin tiendes a frivolizar. Anoche, los ‘raros’ eran los que tenían padre y madre o los que vivían felices con su vida. No tiene sentido.

LOS RECHAZADOS

La cuarta gala de las audiciones a ciegas será recordada también como la de los rechazos. No recuerdo tantas sillas sin girar como las de anoche. Esto tiene dos explicaciones. Por un lado, repito, el nivel era bajo. Y por otro, el criterio de los coaches me resulta caprichoso y sin sentido. Vale que ni yo ni un gran porcentaje de la audiencia no tiene ni idea de música, pero que al menos me expliquen el porqué de sus decisiones. No me vale esos eufemismos de «no hay magia», «no te he sentido como te tendría que sentir», «no hay alma en tu voz»…

 

 

Dos ejemplos de lo que estamos diciendo. Anoche conocimos al peor cantante que, seguramente, haya pasado por las audiciones a ciegas: Juan Valverde, ex líder del grupo ‘Pandora’ que lo hizo  tan mal que ni los coaches le hicieron la pelota como hacen cada vez que rechazan a alguien. Es comprensible que le mandasen a casa, pero no que no cogieran a Olga Romero una joven que se consideraba como Jekyll y Hyde sólo porque es analista de mercado de profesión y cantante en sus ratos libres (se nota que no ha leído El Dr. Jekyll y Mr Hyde). El caso es que la chica cantaba muy bien pero, claro, no tenía «alma»…

Otros casos de rechazados que me llamaron la atención fueron el de Xandro Lerma (que era más intenso que Bisbal, si eso es posible), Patricia Clark y Raúl Ventura (ambos cercanos a la tercera edad (debe ser que la experiencia de Pau Piqué, finalista de Malú el año pasado, no gustó mucho porque no cantaban mal)

 

 

Pero bueno, vamos a lo que dio de sí la noche y a cómo están los equipos de cada uno de los coaches ahora mismo.

EQUIPO BISBAL

Anoche Bisbal fichó a dos nuevos talents. Uno bueno y otro no tan bueno. El primero fue David Velardo, una de las sensaciones de la noche, gracias a su interpretación de ‘Bohemian Rhapsody’.

 

La segunda fue Marta Oliva, una chica que, aunque desafinaba, Bisbal apostó por ella (sólo se giró él, algo extraño en el coach más internacional) un poco como reto personal porque sino, no se entiende.

 

 

EQUIPO MALÚ

Este año, con Melendi fuera de juego, es Malú la que ha hecho los deberes, al que está despuntando tanto como coach (sigue siendo la más empática) como por su equipo. En esta temporada, los concursantes que pueden elegir entre varios coaches, la escogen a ella con más frecuencia que antes. Esto ocurrió con Janyssha , una de las mejores voces de la noche.

 

 

Luego, Malú fichó a Silverio Belmonte (otro que lloraba mucho y que lo había pasado muy mal en la vida) y a Erika Gómez (otra que lloraba por la muerte de un familiar).

 

 

EQUIPO ROSARIO

Rosario, anoche, se volvió ‘crazy’ gracias al talento de Sandra (otro que había sufrido muchísimo) y que parecía una versión albina (y un poco más femenina) de Boy George.

 

 

También se unió al equipo de Rosario, Mari Carmen, chica que a priori no me decía mucho y que cantó con cierta pereza ese gran tema que es ‘La gata bajo la lluvia’

Pero Rosarillo se llevó anoche al futuro nuevo ídolo de este año; Jorge, un ex militar que dice que triunfa en Youtube y al que las quinceañeras van a adorar.

 

 

EQUIPO OROZCO

Antonio Orozco continuó anoche con sus chistes fáciles (aunque menos que en galas anteriores) y se llevó tres buenos talentos. El primero fue el de Elena, que guitarra en mano conquistó a tres de los coaches (a todos menos a Malú).

 

 

Luego vino Nacho, argentino que seguía la técnica new age de la visualización y consiguió que al menos Orozco se diese la vuelta por él.

Y finalmente, Eduardo Ruiz, otro que ‘arrasa’ en Youtube y que se quedó con Orozco para ‘desgracia’ de Rosario.

 

Te puede interesar

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Sergio Espí

Sergio Espí, guionista y crítico de televisión de Periodista Digital, responsable de la sección 3segundos.

Lo más leído