Tradicionalmente se cree que para salir en la tele y ser famoso hay que tener una figura perfecta, que es algo muy distinto a ‘cuidarse’. Las celebrities son ‘víctimas’ y responsables a su vez de la imposición social de que la belleza pasa por estar delgado pero también es cierto que nunca llueve al gusto de todos y que siempre hay una excusa para criticar: si alguien ha perdido mucho peso se le juzga, si alguien tiene celulitis, también. Da igual, el caso es meterse con quien sea. Este es el problema. Veamos qué famosos son los que más quebraderos de cabeza han tenido con la báscula.
El 18 de octubre de 2013 reaparecerá en el ‘Deluxe’ (T5) una renovada Belén Esteban tras más de seis meses de ausencia. Y por renovada entendemos curada. La ‘princesa’ se ha rehabilitado de sus «adicciones» y con su renacer también han llegado los kilos. Para ser exactos, 20.
Cuando supo que iba a volver a la tele, la Esteban se sometió a una dieta de choque para que su regreso triunfal fuese perfecto. No vamos a negar que ver a la co-presentadora de ‘Sálvame’ con 20 kilos más (que no de más) llama la atención y que que seguramente haya sido criticada por ello. Pero uno se pregunta si el triunfo profesional de esta mujer (guste o no, esta mujer es una estrella televisa, impuesta pero estrella al fin y al cabo) depende tanto de su peso o no.
Y esta reflexión la podemos extrapolar a todos los famosos. Hace pocos días, una compañera de Belén, Terelu Campos anunció en ‘Sálvame’ que se iba a poner a dieta porque tras sufrir un cáncer y someterse a quimioterapia no está contenta con su figura. Entendemos su malestar pero teniendo en cuenta sus circunstancias no se puede emitir juicio alguno. Tal y como ella dijo, no se puede pasar por algo así sin que tu cuerpo se resista.
El problema está en que da la sensación de que nunca se tiene el cuerpo perfecto. Es lógico, la perfección no existe aunque todos, principalmente las celebrities, la busquemos con ansiedad.
Los famosos además, están en el punto de mira. Hay revistas del corazón dedicadas casi exclusivamente a buscar y a reírse de los defectos de los personajes más conocidos. Hay cierto placer morboso (y humano) en convertir en meros mortales a los que tratamos como estrellas. Nos suele hacer sentir mejor ver los defectos de los demás.
Existe un debate sobre la responsabilidad última de los trastornos alimenticios. ¿Es culpa de la sociedad (que impone un modelo de belleza inalcanzable) o responde a un problema psicológico individual? Es difícil distinguir entre lo que socialmente se nos exige y lo que queremos realmente. La sociedad forma parte de nosotros y nosotros formamos parte de la sociedad.
Obviamente hay que tener en cuenta el factor salud. La obesidad es un problema que lleva a innumerables enfermedades y la dieta sana y el ejercicio siempre son beneficiosos. Pero claro, cuando uno quiere adelgazar sólo por imagen es cuando se corre el peligro de priorizar la opinión de los demás sobre la de uno mismo.
Ahora bien, un famoso vive en parte, de su imagen. Depende también de a lo que se dedique, claro está. Aunque también es cierto que existe un mito de que si eres popular, has de ser bello y delgado. Jesús Vázquez y Jorge Javier Vázquez, por ejemplo, tienen físicos muy diferentes y los dos son presentadores de éxito.
Por otro lado, es innegable la cuestión machista en este apartado. Cuando me he propuesto hacer esta lista me he dado cuenta que los cambios de peso que más han dado de qué hablar en los últimos tiempos (tanto en revistas, redes sociales…) han sido los de las mujeres. Parece como que al hombre se le exige menos (aunque el número los casos de trastornos alimenticios en chicos aumenta cada día).
Nadie hace un drama porque el actor Antonio Resines haya engordado lo suyo durante toda su carrera pero, por el contrario, sus compañeras en las series están siempre delgadas y esbeltas. En Los Serrano por ejemplo, Resines estaba emparejado con una guapísima Belén Rueda pero yo me pregunto ¿Qué hubiese pasado si ahí ella hubiese sido la ‘gordita’ y él el Adonis? La historia hubiese sido diferente -lo que no tiene que ser nada malo-.
Se me ocurre también el ejemplo de la serie ‘Betty la fea’ . Es decir; disfrazar a una supermodelo con las peores pintas posibles y encontrar su redención en el cambio físico. ¿Qué pasa, que sólo eres feliz y sólo puedes encontrar el amor cuando eres guapo? Para gustos los colores, onozco a más de una que se siente atraída por Chicote ¿y?.
El caso es que he escogido cinco ejemplos de personajes populares (españoles) que luchan contra la báscula y cómo esto les ha podido influir (para bien o para mal) en su carrera:
Esther Cañadas: Vivir del cuerpo
Esther Cañadas fue una de las top-models españolas de más éxito y mayor repercusión de los 90. Sus labios carnosos, sus ojos felinos y sus delgadísimas y eternas piernas eran sus cartas de presentación. Obviamente, ella vivía de su cuerpo. Pero en los últimos años la hemos visto cambiada, ha aumentado de peso considerablemente y se nota. Como los kilos de más se relacionan siempre con el malestar y las crisis, todo el mundo ha dado por hecho que la modelo está pasando por un mal momento personal. Puede que con su nueva figura, a Cañadas no le ofrezcan demasiados desfiles ¿Y? ¿Alguien le ha preguntado si quiere seguir con su profesión? Tal vez, y sólo tal vez, haya decidido retirarse y esté tan a gusto como está.
Bárbara Rey: Problemas de ansiedad
Bárbara rey vivió de su esbelta figura durante muchos, muchos años. Era vedette. Ahora ya no, se dedica a ser colaboradora de Tv y participante de realities (además de aparecer en los programas dando exclusivas). Digo esto para destacar que su cuerpo ya no es tan ‘importante’ a la hora de desarrollar su trabajo. Aún así, en mayo de de 2013 se montó un drama en T5 cuando aparecieron imágenes suyas con un considerable sobrepeso (había engordado pero seguía siendo guapísima)
Los kilos eran en realidad un síntoma de que esta mujer no estaba pasando por un buen momento. Ella misma lo reconoció al decir que se había ‘descuidado’ por culpa de la ansiedad. Y es que su hija, Sofía Cristo, tras reconocer su adicción a las drogas, había ingresado en una clínica de desintoxicación.
Shalia Durcal: El ejemplo contrario
El de Shalia Durcal es el ejemplo de que da igual si estás más gordo o más delgado, siempre va a ver una excusa para crear polémica. En julio de 2013 la revista Lecturas publicó unas fotos de la hija de Rocío Durcal en bikini en las que se podía apreciar su sorprendente delgadez. Entonces se montó el drama y se especuló con que la cantante podría sufrir anorexia, algo que su familia desmintió. Pero en el caso de que realmente sufriera un transtorno alimenticio, tampoco es para hacerlo público de esa manera.
Jorge Javier Vázquez: Lo que de verdad importa
Desde que le conocemos, Jorge Javier Vázquez ha hecho infinidad de dietas e incluso ha sido imagen de muchos métodos de adelgazamiento supuestamente revolucionarios (del último se ha sacado un libro con su rostro en la portada). Lo que pasa es que no se le nota demasiado. Él dice que es porque la tele engorda (es verdad) pero es que da exactamente lo mismo. En los últimos años, Jorge Javier ha cambiado a mejor y no tiene que ver con los kilos de menos. Con la barba las gafas de diseño, la ropa…. está mucho más atractivo. Cuestión de actitud.
Belén Esteban: La excusa real
Como señalábamos antes la Esteban ha estado en terapia y ha engordado 20 kilos. Su nueva figura ha sido debate nacional pero recordemos que la última vez que reapareció en TV (la primera vez que se rehabilitó) también había cogido peso pero estaba infinitamente más guapa y luminosa que antes, cuando su delgadez le hacía parecer enferma.
En este caso (y en el de todos, en realidad) da igual la imagen que se tenga. Belén va a seguir siendo amada y odiada por lo que es, no por su cuerpo.
