Análisis de la semifinal del docureality de Cuatro

Al final, tanto sexo tiene consecuencias muy dramáticas en el capítulo más polémico de ‘¿Quién quiere casarse con mi hijo?: «¡El amor es un mojón!»

Dos pretendientes de Roi se marchan voluntariamente por la mala cabeza del joven y las chicas de Leo por poco llegan a las manos

Al final, tanto sexo tiene consecuencias muy dramáticas en el capítulo más polémico de '¿Quién quiere casarse con mi hijo?: "¡El amor es un mojón!"
Leo y María, participantes de '¿Quién quiere casarse con mi hijo?'

Ya estamos a las puertas de la final de la tercera temporada de ‘¿Quién quiere casarse con mi hijo? y la cosa está que arde. Los solteros han tenido que elegir a sus finalistas, pero antes han tenido que pagar muy cara su promiscuidad. Lágrimas, celos, abandonos voluntarios e insultos han sido los protagonistas del penúltimo episodio del docureality de Cuatro.

A Fran y a Mari Carmen, a Leo y Silva, Roi y Belén, Víctor y Merche y a Alexis y a Armando, les vamos a echar de menos. La tercera ha sido, de seguro, la mejor de todas las temporadas de un docu-reality que ha marcado tendencia en nuestra TV. Este año, madres e hijos nos han regalado grandes momentos y, como suele pasar, lo mejor se lo han reservado para el final.

El capítulo 8 (el penúltimo) emitido en Cuatro el 30 de octubre de 2013 puede que fuese menos tronchante que otros pero sí que fue, de lejos, el más dramático y polémico.

Recordemos que en episodio anterior, los solteros se fueron con sus madres y sus finalistas de viaje romántico. Allí, como era de esperar, los ‘tróspidos’ han desatado sus instintos sexuales y han ‘catado’ a sus pretendientes/as (todos menos Alexis,el que dice que es heterosexual, que se quedó dormido mientras su chicas desfilaban delante de él en ropa interior ).

Pero, tranquilos, la aventura ‘tróspida’ no ha terminado aún. Anoche, tras el capítulo 8, se presentó ‘¿Quién quiere casarse con mi madre?, una spin-off en el que, como su propio nombre indica, esta vez son los hijos los que ayudan a sus progenitoras a encontrar el amor. Y para que el círculo se cierre perfectamente, en el nuevo reality aparece una pareja que ya conocimos en la segunda temporada de ‘¿Quién quiere casarse con mi hijo?, los pijos Toñi y Gabi (el resto, tiene buena pinta: una motera, una enamorada de Getafe, una intelectual elitista y una ex adinerada que busca una buena posición económica).

Bueno, pero metámonos en harina y analicemos todo lo que dio de sí la semifinal de ¿Quién quiere casarse con mi hijo?: ¿Quién o quiénes tiraron la toalla? ¿Qué pretendientas por poco se pegan? ¿Qué chicas tontearon en el baño? o ¿Qué ‘tróspido’ se puso a gritar y a llorar como una niña pequeña?

FRAN Y MARI CARMEN: LESBIANISMO Y MIEDO

Como decíamos antes, el capítulo 8 fue menos gracioso que los anteriores, pero principalmente porque Mari Carmen, la gran Mari Carmen, apareció apenas unos minutos. Una pena. Y es que, en esta fase del programa, las madres se vuelven a casa para que sus hijos elijan a su finalista.

 

Lo de Mari carmen fue breve, pero intenso. Durante la primera secuencia, la andaluza estaba en el hotel de Budapest desayunando con Melania, (una de las dos chicas que Fran ha elegido como últimas pretendientas) y mientras que ésta se quejaba de que el soltero le hacía más caso a Houda (la marroquí bisexual), la suegra estaba a lo suyo explicándole a la otra las propiedades de la fruta (que si las naranjas tienen vitamina C, que si los frutos rojos son buenos para la piel…).Melania puso cara de pocos amigos y dijo:

No me he enterado de nada.

Más tarde, Fran, Mari Carmen, Houda y Melania se fueron a jugar a ajedrez dentro del agua. Sí. Dentro del agua. Estaban un balneario y mientras se daban un chapuzón, Fran dijo sentirse un poco abrumado por estar en medio de dos mujeres tan guapas. Eso sí, el ‘tróspido’ dejó claro que, de momento, la que más le gusta es Houda. Al escuchar esto, Melania se manoseaba el pelo y los pechos. Bueno, cada uno reacciona al rechazo como puede…

Mari Carmen regresó a España, pero antes le hizo una advertencia a su hijo:

Tú, lo ojos bien abiertos. Bien abiertos siempre. No te fíes de nadie. No quiero sufrir más.

A la andaluza no le gusta ninguna de las dos candidatas de su hijo y no le falta razón. Por la noche, Fran se fue con sus chicas a una discoteca y allí, tras decir que se siente como Moisés entre dos aguas, Houda y Melania «acojonaron» al soltero tonteando entre ellas y largándose juntas al baño.

Fran se enfadó y por eso, al día siguiente, se fue a la habitación de Melania y la eliminó del concurso. ¿Cómo reaccionó ella? Se volvió a acariciar el cuerpo con una largas uñas de colores. Pobre mujer.

ROI Y BELÉN: ZAPATOS Y SORPRESAS

Roi es, sin duda, el soltero más repelente de esta temporada o al menos que que peor impresión nos dio al principio. El moderno con cara de princesa cabreada es el único que tiene tres pretendientes -Edgar, el pijo barroco, Gonzalo, el tímido y favorito de la ‘suegra’ y Sergi, el ‘empanao’- y está hecho un lío.

En el capítulo anterior vimos cómo Roi se lió con Edgar y con Sergi (con el que pasó la noche) mientras que con Gonzalo jugaba a hacerse aguadillas en la piscina. Tanta promiscuidad le pasó factura al soltero y mientras paseaba por Ibiza rompió a llorar desconsoladamente. Lo que no sabemos es si era por su desajustada vida amorosa o por esos espantosos zapatos de Prada que le había regalado su madre por su cumpleaños (una cosa es ser moderno y otra llevar un calzado que espantaría al mismísimo Paco Porras).

 

Pero llegó el momento en el que Roi tenía que echar a alguien puesto que es el único que tiene tres pretendientes. La sorpresa llegó cuando Edgar, muy digno él, dijo que él no era segundo plato de nadie y que tiraba la talla voluntariamente. Touché.

Aquí no acabaron las sorpresas. Con Belén, la suegra, y Edgar fuera de juego, Roi se fue a ver la puesta de sol con Sergi y Gonzalo y allí, entre copa y copa, el segundo tomó una decisión.

Gonzalo se dio cuenta de que no le gusta a Roi, que son más amigos que otra cosa y también decidió abandonar el programa.

ALEXIS Y ARMANDO: FALTA DE SEXO

Alexis, el ‘heterosexual’, dice estar dividido entre Valeria, la chica elegante y Xio, el choni que cree que no lo es. Como decíamos antes, el ‘niño de papá’ no se ha acostado con ninguna de ellas, pero las mozas creen que sí , por lo que en la primera escena la tensión podía cortarse con un cuchillo.

Para calmar los ánimos, el suegro, Armando, se los llevó a todos a hacer queso en una escena tan sosa como gratuita y al final.

 

 

Cuando Armando se fue quiso aconsejarle a su hijo que se quedara con Valeria puesto que la veía una chica más culta y con más personalidad que la otra. Pero Alexis sigue queriéndonos demostrar a todos que es un ‘Don Juan’ con las mujeres y por la noche, durante una cena junto al mar, se besó con Valeria aunque ésta pensaba que la favorita era Xio.


LEO Y SILVIA: PELEA DE GATAS

Leo, su madre Silva, y las últimas pretendientas, Marta y María, están en Nápoles. El argentino, tras acostarse con María, fue castigado sin sexo por Marta, que es la favorita de la suegra. Es decir, que el ‘quilombo’ es enorme.

 

Los cuatro se fueron a desayunar a una cafetería muy pija y allí estalló el drama. Por un momento, pensé que Marta y María se iban a tirar de los pelos y a estamparse contra las tazas de café y los bocaditos de nata. Al final, la sangre no llegó al río y Belén, la suegra, regresó a España ¿Cómo terminará todo? Yo voto a que Leo se queda con su madre o con la exnovia impertinente que le ha estado tentando durante medio concurso.

VÍCTOR Y MERCHE: CULTURA CONTRA MODA

El ‘niño-hombre’ está dividido entre Andrea, la pijo-choni nacionalista y Rebeca, la culta que es como el gigante verde del maíz.

Andrea lo tiene muy claro. Bueno, más o menos:

No voy a decir que estoy enamorada porque voy a parecer más blanda que el blandiblú peor estoy enamorada. Joder, que no quería decirlo.

Mientras, Rebeca se siente poco respetada y querida:

Para él y para el resto del mundo soy una cara bonita. Nada más

Tranquila, Rebeca, yo no te considero una cara bonita. De verdad, no sufras más.

 

 

Pero el caso es que Víctor no sabe por quién decidirse, lo que provocó que una enorme bronca entre los tres que terminó con el soltero dando gritos:

A tomar por culo, todos. No me quedo con ninguna, estoy hasta los cojones ya. El amor es un puto mojón con moscas alrededor.

Pero al día siguiente, Víctor estaba más tranquilo y se reconcilió con sus chicas. Al final, seguro que pasa de ellas y se vuelve a casa con su madre.

 

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Autor

Sergio Espí

Sergio Espí, guionista y crítico de televisión de Periodista Digital, responsable de la sección 3segundos.

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