El pasado 17 de febrero de 2014 se vivió una de las grandes batallas televisivas de la temporada. Antena 3 apostó por el clasicismo y el lujo con ‘Velvet’ y Telecinco se decantó por repetir los esquemas básicos de la dramedia. Tanto en audiencia, con un 24.6%, como en calidad, la ganadora fue Velvet, mientras que la otra se conformó con un desesperanzador 14% y el título de ser uno de los productos más desastrosos y anticuados de los últimos tiempos.
El enfrentamiento tenía morbo. Para Antena3, que sigue apostando por su modelo familiar, una serie como ‘Velvet’ (hasta hace una semana se llamaba ‘Galería Velvet’) entra dentro de la lógica. Sin embargo, la gracia consistía en ver la evolución de T5. Con estrenos como la estupenda ‘El Príncipe’, esa maravilla llamada ‘La Voz Kids’ o la retirada de ‘Abre los ojos y mira’, la cadena de Mediaset ha dado un giro de timón hacia una TV menos escandalosa y más versátil.
Las campañas de promoción han sido intensas pero los resultados son claros y optimistas. El 17 de febrero de 2014, comprobamos algo que nunca pensamos que podríamos ver: que al público español ya no le puedes dar gato por libre, que si un producto es bueno triunfa y si no lo es, a la calle.
Analicemos, por separado, Velvet y B&B y comprobemos por qué una merece triunfar y la otra ser cancelada ya mismo.
‘VELVET’: CULEBRÓN DISFRAZADO DE SEDA, CULEBRÓN NO SE QUEDA
Hace unos meses, Antena 3 puso el listón muy alto con ‘El tiempo entre costuras’ aunque lo bajó (y mucho) con ‘Bienvenidos al Lolita’ y ‘El corazón del Océano’ (ambas, producciones de Globomedia. Al igual que de ‘B&B’). Pero con ‘Velvet’ se regresa al clasicismo más digerible y elegante, ese que nos hace sentirnos orgullosos de nuestra ficción.
Los responsables de la serie Bambú producciones se han vendido siempre como profesionales que ‘miman’ mucho sus proyectos, capaces, siempre, de crear lujo a un coste menor de lo esperado. No hablan de cifras, pero cuando uno ve los primeros minutos de ‘Galerías Velvet’ y piensa que, según sus responsables, esta serie ha sido «bastante más barata» que ‘Gran Hotel’ por ejemplo, no deberíamos quejarnos tanto de nuestra ficción.
‘Velvet’ está a la altura de las mejores series de este país, varios peldaños por debajo de ‘Crematorio’ (eso son palabras mayores), a poca distancia de ‘Cuéntame’ pero por encima de Isabel, Águila Roja o Hispania. En esta nueva apuesta no se ocultan las intenciones comerciales. Se quiere llegar a cuánto más público mejor. Perfecto. ¿Qué supone esto? Pues que la historia no es una indagación psicológica y política de nuestra sociedad. No, nada de esto. Aquí es lo de siempre: niño rico se enamora de niña pobre y hay malos y misterios a sus alrededor que los separan. Sí, es un culebrón. Un culebrón de lujo pero un culebrón. Es la frase lapidatoria que nos viene a decir que la forma es más importante que el contenido.
El primer episodio es un homenaje constante al detalle y a la belleza visual. Los decorados, el vestuario, la fotografía, la riqueza de planos y de secuencias deslumbran y están al servicio de la emotividad. Puede que el conjunto resulte algo frío o preparado. Pareciera que copian, punto por punto, el manual de perfecto show-runner, pero al final, lo que cuenta es que la trama está bien narrada y los personajes definidos.
Hablamos de los personajes pero antes de los actores. ‘Galerías Velvet’ tiene el mejor elenco de intérpretes visto en años. Paula Echevarría y Miguel Ángel Silvestre como cabezas de cartel acompañados por Aitana Sánchez-Gijón, José Sacristán, Manuela Velasco, Maxi Iglesias, Tito Valverde, Natalia Millán, Marta Hazas o Cecilia Freire. Perdón, ¿me han dicho que esta serie no es excesivamente cara? Pues sí que ha tenido que rebajar el caché esta gente.
Por lo que hemos vistos, prácticamente todo el casting está perfecto, en especial Sacristán, Sánchez-Gijón y Cecilia Freire. Lo peor, y quizá único malo del conjunto, es Miguel Ángel Silvestre. No está para ser pasto de los leones, pero sigue haciendo titánicos esfuerzos por vocalizar bien. A veces lo consigue, a veces no.
Por su parte, Echevarría no sale de su zona de confort e interpreta al personaje que más le pega, el de víctima angelical. La actriz no defrauda pero tampoco sorprende.
Con los años 60 como simple marco decorativo y con la moda y el glamour como excusa argumental y telón de fondo, la trama está planteada desde el respeto al espectador, desde el ritmo (aunque éste se hace perezoso al comienzo) y desde la emoción (las relaciones entre Echavarría y sus amigas son absolutamente entrañables).
En fin, ‘Galerías Velvet’ es un producto redondo y exquisito que eleva el concepto de entretenimiento y que mira a la audiencia con honestidad y cautela.
B&B: VUELTA A UN PASADO QUE NO QUEREMOS RECORDAR
¿Qué le pasa a Globomedia? Ésta es la pregunta que todo el mundo debería hacerse tras ver los últimos y fatídicos estrenos de la productora (‘Fenómenos’,’Bienvenidos al Lolita’, ‘El Corazón del Océano’ o la que nos ocupa). La respuesta es fácil: se ha quedado atrás.
La que fue (y sigue siendo, en parte) una de las empresas audiovisuales más importantes de nuestro país no ha evolucionado. Emilio Aragón, Daniel Écija y compañía cambiaron el lenguaje televisivo hace casi veinte años pero se durmieron en los laureles.
‘B&B’ es como un especie de ‘Grandes Hits’ o recopilatorio de las series importantes de Globomedia. Es como un remake de ‘Periodistas’ pero con un poco de ‘Médico de Familia’ y un mucho de ‘Los Serrano’. No sólo se ofrece lo mismo de siempre sino que repatea ver cómo se hace sangre de la crisis para vendernos los topicazos más machistas, clasistas y tediosos que han hecho que nuestra ficción tenga tan mala fama.
La nueva serie de Belén Rueda y Gonzalo de Castro es un chiste. Cada escena es peor que la anterior. No llega a los niveles de bochorno de ‘Bienvenidos al Lolita’ pero casi. Es que, directamente, había cosas que no se podían creer: ¿qué era eso de meter (y acribillar) a Luisa Martín haciendo, otra vez, de La Juani, esa chacha andaluza que le lanzó al éxito en ‘Médico de familia’? ¿Y qué me dicen de esa redactora que también es prostituta de lujo porque, atención, tiene un hijo muy enfermo (no sabemos de qué) que necesita un tratamiento muy caro? ¿Y esa secretaria liada con el jefe? ¿Y esa niña pija tonteando con su chófer? ¿Se puede ser más tópico a la hora de crear un guion? Sí, haciendo que la trama principal sea casi una copia exacta de varias películas y culebrones famosos (en especial del filme, ‘Sin Vergüenza’, protagonizado por Verónica Forqué y Daniel Giménez Cacho en el 2001).
Enmarcar la historia en una revista de moda (de papel) en la actualidad suena a ciencia ficción. Y si encima lo plagas todo de patosos (Fran Perea y su colega) de ‘lolitas’, de personajes fuera de contexto (Carlos Iglesias haciendo de Jesús Bonilla) que se meten en líos de faldas, cambiar de canal se hace inevitable.
Los actores están todos, si no mal (Dani Rovira), aburridos. Y en este mismo saco aparece una luminosa Belén Rueda empeñada en estropear su trayectoria (antes había protagonizado ‘Luna: El misterio de Calenda’, también de Globomedia) tras su fantástica carrera en el cine. (‘Mar adentro’, ‘El orfanato’, ‘Los Ojos de Julia’, ‘Ismael’…)
‘B&B’ es mala se mire por donde se mire. No se permiten paños calientes. Da pena porque Globomedia sabe hacer las cosas bien (‘El grupo’, ‘Aída’, ‘Siete vidas’ o la primera temporada de ‘El Internado’) aunque están obcecados con la España más antigua. ¡Basta! Se acabó. Que se pongan las pilas. Que dejen de ser tan clasistas, que se acerquen a la realidad, que investiguen y que nos sorprendan. Por favor.
Pero bueno, Telecinco no puede quejarse. ‘B&B’ pasará sin pena ni gloria pero siguen teniendo ‘El Príncipe’, sin duda la serie más valiente y adulta vista en muchos años en televisión.