‘Sálvame’ ha vuelto a darse importancia a sí mismo y el lunes 7 de julio de 2014 arrancó la semana ‘fantástica’ del cortijo de T5 para celebrar su quinto aniversario. Para ello nos ha querido hacer creer que han tirado la casa por la ventana: festejos, repasos, anécdotas, un museo y una fotografía obra y gracia de la artista Ouka Leele.
Para bien o para mal, ‘Sálvame’ ha roto moldes. Por mucho que les pese a algunos, es un programa que está perfectamente realizado, que es ordenado y lógico en su caos. Han pasado cinco años desde que arrancase como un pequeño debate tras la emisión de ‘Supervivientes’ y, hoy por hoy, toda la parrilla de T5 se sustenta en él.
No es un secreto que Telecinco, así como otras cadenas o programas de otras cadenas, se han ‘salvametizado’, es decir, que los que cuentan las noticias, son las noticias. Ya lo llevamos diciendo mucho tiempo, ‘Sálvame’ es un reality, un trozo de realidad manipulada, maquillada y de fácil digestión para (casi) todos los públicos.
Y una de las características tanto del programa como de la cadena que lo cobija es el ‘auto bombo’; el darse la mayor importancia posible. Por ello, con motivo de su quinto aniversario, ‘Sálvame’ ha mandado el siguiente mensaje: «Somos importantes, somos grandes y de aquí nadie nos va a mover»
La llamada ‘semana grande’ de ‘Sálvame’ arrancó el lunes 7 de julio de 2014, con una rueda de prensa (la primera de su historia) en la que colaboradores, presentadores y realizadores, no pudieron conceder entrevistas individuales (tenían que irse corriendo a grabar) y en la que, obviamente, se dedicaron a enumerar las virtudes del programa.
Jorge Javier Vázquez fue el primero en hablar y, entre otras cosas, dijo:
Nunca pensamos que íbamos a llegar hasta aquí. Éramos una panda con poca perspectiva de futuro, yo creo que poca gente confiaba en nosotros.
Tenemos una audiencia pendiente de lo que pasa cada tarde en Telecinco y nosotros compartimos un pedazo de vida con la gente, algo que nos da muchísimo.
La mejor definición de Sálvame la dio Paolo Vasile que le dijo a otro jefe mío: «Yo tengo en el despacho pantallas con todos los programas que se están emitiendo y ‘Sálvame’ es como la vida, las otras cadenas son como peces metidos en un acuario».
Óscar Cornejo, productor ejecutivo de ‘La Fábrica de la tele’ y uno de los creadores del espacio, lo definió como:
No es una telenovela, porque no hay guión. Tampoco un reality, no es un concurso. Es un espectáculo sobre la vida.
Los colaboradores tomaron la palabra antes que los presentadores, Karmele rompió el hielo con una mención para Mila Ximénez, que no había podido asistir y a Terelu Campos, que se reincorporará al equipo en septiembre (o eso dicen). Rosa Benito estaba pletórica y explicó que el éxito del espacio es que ellos son «un poquito» de cada espectador, algo por lo que quiere seguir luchando.
Kiko Matamoros coincidió con Rosa, para él es un orgullo y una experiencia «incomparable» y añadió: «Como monigote decir que hay quien nos ha criticado, pero nos hemos acostumbrado a recibir una palmadita en la espalda a la mañana siguiente».
Lydia Lozano también dio las gracias también a la audiencia, a los directores y a Jorge Javier Vázquez. Belén Esteban, la ‘princesa’, añadió:
La mejor elección fue cambiarme (estaba en ‘A.R.’). Sálvame nació hace cinco años y Belén Esteban nació hace un año y medio, estoy muy agradecida.
LA FOTO DE OUKA LEELE
El plato fuerte del día fue la presentación de una foto-mural (que cuelga ahora en la fachada de T5) realizada por la famosa artista Ouka Leele. La fotógrafa, acompañada de su hija y del maquillador, descubrió la ‘obra’: un retablo con los colaboradores más representativos del programa, con Jorge Javier Vázquez a la cabeza. Se supone que es una especie de Olimpo de los Dioses a lo Bollywood, todo muy kitsch, muy gay, muy desteñido, muy ‘Sálvame’.
No entendemos por qué no fueron retratados algunos colaboradores como Chelo García Cortés o María Patiño y sí Terelu Campos (que, aunque lleva meses sin ir a trabajar, parece que no se ha ido nunca).
Por otro lado, decir que la mayoría de ellos salen favorecidos, los que menos, quizá, Matamoros y Karmele y Terelu; los que más, Mila Ximénez y Rosa Benito.
