En ‘Pesadilla en la cocina’ hemos visto de todo y mucho más en esta cuarta temporada pero nada comparable con lo emitido el pasado 6 de mayo de 2015 en laSexta. Si hace unas semanas asistimos a la primera agresión de la historia del programa, anoche vimos cómo Alberto Chicote era humillado y abandonaba su intento de remontar un restaurante tras ser insultado.
Cada vez que vemos una nueva entrega de ‘Pesadilla en la cocina’ nos preguntamos lo mismo: ¿Es real todo lo que vemos o es una simple charada? Entendemos que es televisión, que la realidad que se muestra se edita y se transforma pero eso no implica que sea falso. Es más, lo que vimos anoche, día 6 mayo de 2015, tiene, en parte cierta lógica.
Los dueños de los restaurantes suelen llamar al programa porque están en la ruina y porque necesitan publicidad. Hasta ahí bien, pero claro, tener a un tipo como Chicote gritando y diciendo cómo hacer las cosas mientras que unas cámaras te graban ha de ser de lo más estresante. Eso sí, uno puede ponerse nervioso pero no faltar al respeto.
En la primera de las dos entregas emitidas este miércoles, el equipo de ‘Pesadilla en la cocina’ visitó ‘La hamburguesería’, un restaurante de la localidad alicantina de Alcoy que fue concebido como una hamburguesería gourmet, pero que en muy poco tiempo se convirtió en una mala taberna de mínima categoría.
Pero cuando llegó el programa, la impertinencia y la falta de profesionalidad se habían adueñado de la cocina. Por su parte, la propietaria, Clara, estaba bloqueada por el mal funcionamiento del restaurante, las deudas y la falta de apoyo de su marido. Éste decía estar de su lado pero ponía poco de su parte cuando se le pedía colaboración (como decía su esposa «Mi marido viene, cena y se va»).
El caso es que el restaurante era un auténtico infierno y Alberto Chicote lo vivió en primera persona, al recibir numerosos desplantes tanto por parte de los cocineros como del marido de la protagonista. Una actitud más que reprobable que le hizo plantearse al chef si continuar con su misión en ‘La hamburguesería’ o abandonar al equipo a su suerte.
La escena más tensa llegó cuando Chicote se enfrentó a Juan, el marido de la propietaria, que no estaba arrimando el hombro y éste le preguntó al chef:
¿Tú estás gilipollas o qué te pasa?
Chicote, alucinado y ofendido, se dió media vuelta y tiró la toalla. La hamburguesería era un caso perdido.
¿A que me traten como una mierda? ¿A eso he venido yo aquí?
Dijo el cocinero no sólo tras el enfrentamiento con Juan sino con todo el equipo de cocina.
Pero la tensión creció cuando el marido de la propietaria acusó al equipo de ‘Pesadilla en la cocina’ de haber apagado el frigorífico para hacer aún mayor el desastre del bar. Apuntar que no es la primera vez que sucede algo parecido en el programa ya que algunos de los empresarios a los que ha ayudado Chicote se han quejado, a posteriori, de la ‘mala praxis’ del chef y de los responsables del show.
El caso es que la situación no podía ser peor pero Chicote no se rindió, regresó y le pidió a la dueña del local dos condiciones: Que su marido saliese de escena y que cambiase al personal de cocina.
La solución era simple: Llevar a Clara, la propietaria, a ver a una psicóloga (no sé por qué no se había hecho antes) y descubrir cuáles eran sus dramas. El más evidente era que era adoptada y que tenía un miedo atroz al abandono. Por ello, se reunió con su madre, quien decidió ayudarla en la empresa y al final, tras las tensiones clásicas de la reapertura, todo salió más o menos bien.
Eso sí, Alberto Chicote, desde su cuenta personal de Twitter quiso dejar claro que Juan, el marido de Clara, había sido «el tío más desagradable que me he encontrado nunca».
Juan es el tío mas desagradable que me he encontrado nunca!!! #pesadillahamburguesia
— Alberto Chicote (@albertochicote) Mayo 6, 2015