El 13 de mayo de 2015 Frank Cuesta presentó la nueva temporada de ‘Wild Frank’, su programa en Discovery. Y como dijo en la rueda de prensa a la que asistió Periodista Digital, esa misma noche iba a hablar largo y tendido de su vida privada en ‘El Hormiguero’ de A3.
Y así fue, el aventurero narró su tortura desde que encarcelaron a su mujer en Tailandia y Pablo Motos se olvidó del programa que presenta y se entregó al más absoluto amarillismo.
Primero de todo: Frank Cuesta tiene derecho a decir lo que quiera cuando quiera. Hay veces que el aventurero decide no hablar sobre sus asuntos personales con la prensa y otras, cuando le conviene, sí. Esta actitud puede resultar incoherente y sentar mal a los periodistas, pero no es ningún pecado.
La entrevista en ‘El Hormiguero’ fue estremecedora y emocionante. El problema es que no era una entrevista, sino un discurso de Frank Cuesta (lo sorprendente fue que Pablo Motos casi no abrió la boca).
De hecho, lo que estuvo fuera de lugar fue el momento en el que el programa emuló una celda tailandesa de 40 metros cuadrados y metió dentro a 70 personas del público para ver las condiciones en la que vive Yuyee. No decimos que fuera una mala idea hacer ese teatro, sólo que no era el sitio para hacerlo.
Sobre su mujer, Frank Cuesta dio titulares como éstos:
Sabíamos que había un leopardo que iba a casa de alguien muy importante, leopardo enano y cuesta muchísimo dinero conseguirlo. Estuvimos esperando hasta que los que le tenían capturado se despistaron. Lo llevamos a las autoridades y me dijeron que me iban a destrozar la vida y es lo que pasó. Pararon a Yuyee en aeropuerto, dijeron que llevaba cocaína, cinco miligramos. Dicen que encontraron la cocaína dentro de una caja de chocolate. Hicieron los test de orina, dieron negativos.
Sufre Yuyee y mis hijos. Yuyee está en condiciones infrahumanas. 45 metros cuadrados y setenta mujeres dentro de la celda. Me quejo y denuncio porque Yuyee está ahí dentro sin haber cometido un delito por la detención fue ilegal y estamos intentando llamar la atención del Gobierno y solo hay una persona en este país que me puede ayudar y es el Rey Felipe VI o el Rey Juan Carlos. Hasta diciembre, Yuyee tiene que estar en la cárcel.
He visto la degeneración de Yuyee y ahora está fatal, para morir. Todos se dan cuenta y la gente que tiene poder dice que va a ayudar y no ayudan. Me recibió el Ministro de Asuntos Exteriores y ya han pasado dos meses. Los niños están viendo a su madre cómo está degenerando. Yuyee lleva un cartel que pone cocaína cinco miligramos. Entiendo que España se tiene que preocupar de los presos españoles. Pido ayuda al rey de España, ayuda para tres niños españoles.