El pasado 8 de octubre de 2015, ‘Cámbiame’ vivió una de sus entregas más polémicas. Ese día, los estilistas del programa quisieran reformar la manera de vestir de Conchita, una rica venida a menos que, además de tener una actitud clasista, se convirtió en la primera participante del programa de T5 que rechaza su nuevo look. La situación fue tan tensa que la presentadora, Marta Torné, terminó llorando.
Fue un momento surrealista, tanto que uno podía llegar a dudar de su autenticidad. El 8 de octubre de 2015 vimos como aparecía en ‘Cámbiame’ (T5) Conchita, una mujer ataviada con un bonito vestido de cocktel y totalmente arreglada para la ocasión. ¿Necesitaba realmente un cambio de look esta señora? Sí, sin duda. Y es que, la participante conquistó a los tres coaches del programa al contar su ‘triste historia’.
Mi vida ha sido muy cómoda, muy fácil, muy acomodada porque mis padres han tenido un nivel alto.
El problema llegó cuando su padre murió y su matrimonio fracasó por lo que, hoy por hoy, la mujer vive con 400 euros de pensión para alimentarla a ella y a su hija, otra ‘pija’ que estaba en plató acompañando a su madre
El caso es que, el vestido que lució Conchita a su llegada a ‘Cámbiame’ es el único que tiene para todo, por lo que, al final, Pelayo, uno de los tres jueces del programa, decidió encargarse del caso y cambiarle el look a una mujer que había acudido única y exclusivamente para que le regalasen la ropa, no para reformular su manera de vestir.
Durante el proceso de cambio, Pelayo quiso investigar más sobre esta mujer y descubrió que, aunque decía que buscaba trabajo, en realidad no estaba dispuesta a hacer cualquier cosa. Entre sus ‘perlas’, Conchita afirmó que le resultaría «denigrante» fregar suelos. Ni que decir tiene que, en Twitter, los comentarios en contra de esta mujer convirtieron el programa en Trending Topic.
Pero el clímax de esta historia llegó con el cambio de look. Pelayo vistió a Conchita con un vaquero remangado con unos zapatos de salón y un jersey de lana ancho de amplio cuello vuelto. La participante por poco se desmaya al ver su nuevo aspecto, y no para bien.
Me siento fatal e intento sobreponerme a la situación. Me siento que no soy yo, soy mis vestidos, mi personalidad
Y es que, según la participante, esa indumentaria es más típica de un hombre que de una mujer (adiós a dos siglos de feminismo). Incluso la hija de Conchita le daba la razón a su madre:
La ropa sinceramente no me gusta. La veo rara, extraña diferente completamente
Pelayo ya no sabía qué hacer y qué decir ante su propia ‘creación’ por lo que sus compañeras, Cristina y Natalia, le defendieron y fue entonces cuando ésta última soltó un emotivo speech:
Puede ser que alguien no le guste lo que hacemos, lo que pasa es que hoy puede haber un conflicto muy grande de valores. Yo no soy quien para dar lecciones de moral pero mis padres han sido muy pobres, no tenían dinero para comer y si mi madre se hubiera quedado en el sofá esperando que los euros cayeran del techo estaría muerta. Tu no querías un cambio de estilo sino un cambio de vida
Natalia, muy enfadada le dijo a Conchita:
A parte del cambio, tendrías que enseñarle a tu hija que hay que hacer esto: arrodillarse, luchar, limpiar, trabajar
Sin embargo, el discurso de la estilista se interrumpió cuando la presentadora, Marta Torné, rompió a llorar, emocionada.