Tras la intensa y algo aburrida entrevista al hijo de Adolfo Suárez el 4 de noviembre de 2015, ‘En la tuya o en la mía’ volvió a su esencia con el gran Arturo Fernández el 11 de noviembre de 2015.
El actor, de 86 años, estuvo en su salsa, bromeó, confesó sus miserias e incluso se emocionó. Y por si todo esto fuese poco, hubo un encuentro surrealista entre la mujer de Bertín Osborne y Mariló Montero.
Se puede estar de acuerdo o no con él. Puede parecer un gran actor o un bufón. Los habrá que piensen que debería estar calladito ante temas políticos y los que aplaudan su valentía, pero de lo que no cabe ninguna duda es que Arturo Fernández es un personaje único, una bestia mediática. Muestra de ello fue lo que vimos de él el 11 de noviembre de 2015 durante su charla con Bertín Osborne.
El hombre más presumido que jamás he conocido
Así presentó Osborne al entrevistado de la semana. El cantante y presentador, en esta ocasión fue el invitado en casa de Arturo Fernández, quien, por cierto, le hizo esperar un rato.
Parece una folclórica con lo que tarda.
Le dijo Osborne a la mujer de Arturo Fernández, Carmen Quesada, 29 años más joven que el actor (la conoció cuando él tenía 50 y ella 21).
Mientras esperaba a que la estrella terminara de arreglarse, Osborne le confesó a la esposa de Fernández que éste le había llamado para saber si se le seguía cayendo el pelo o no.
Te veo muy bien de pelo, te veo más.
Le dijo Arturo Fernández (en bata) a Osborne una vez se encontraron en el dormitorio del primero.
Los dos amigos hablaron de trucos de belleza (que Arturo se negó a confesar por miedo a la «competencia») pero, eso sí, fue muy claro con Bertín:
Tú vas de pena vestido a los programas, seguro que te asesora alguien que te tiene envidia
ARTURO FERNÁNDEZ SE EMOCIONA
A partir de aquí, la conversación se adentró en terrenos más ‘serios’. Fernández confesó que abandonó España a los 9 años, exiliado por la guerra civil, y que no regresó hasta la mayoría de edad.
Te pido perdón, estoy muy sensible.
Le dijo el actor al presentador. Efectivamente, Fernández se emocionó al recordar a sus padres:
A mi padre nunca le dije que le quería por ese estúpido machismo que hay hacia un hombre. Y le echo mucho de menos
Tengo 86 años. Y cuantos más años tengo más lloro. Me acuerdo más de los míos, cada día recuerdo más a mi madre
Y de la infancia a sus inicios en la actuación, Fernández contó que:
Me vine a Madrid por el destino y porque conocí a una mujer. De diez años mayor que yo, casada, y pensé que me moriría si dejaba irse a esa mujer».
Hay una época en mi vida que no sé de qué viví. Mi objetivo en la vida era ser cantante. Quería ser alguien para que mi madre se sintiera orgullosa de mi. Estuve como 5 meses haciendo figuraciones hasta que un ayudante de dirección me dio una frase. Y así empecé.
Pero pronto le llegó la fama.El actor, que ha sido protagonista de decenas de películas y obras de teatro, recordó con especial cariño su etapa en la serie ‘La casa de los líos’ y explicó que ahí es donde nació su ya famosa expresión de «chatines», que es algo típico de Asturias.
Cierto es que Arturo Fernández siempre ha presumido de ser un conquistador nato pero explicó que:
Cuando yo salía con una mujer, por aquel entonces, no se me ocurría cogerle de la mano. Ir a la cama era lo que menos me importaba, ¿después qué? Lo bonito es salir con esa persona.
Fernández y Bertín se sentaron en la mesa con sus respectivas mujeres, Carmen y Fabiola, y la esposa del actor confesó su admiración por Osborne, tanto que le pidió un cinturón firmado para luego subastarlo en un mercadillo benéfico.
EL REENCUENTRO ENTRE FABIOLA Y MARILÓ MONTERO
Pero si por algo se había publicitado el especial de ‘En la tuya o en la mía’ de Arturo Fernández, fue por el reencuentro entre la mujer de Bertín y Mariló Montero. Recordemos que tras visita de la presentadora de ‘La mañana’ a casa de los Osborne (en la que no paró de entrometerse en todo), Fabiola la tachó públicamente de «irrespetuosa».
Mariló se pasó medio programa de anoche perdida en su coche mientras buscaba en el GPS la casa de Arturo Fernández (un momento muy tróspido) y al llegar, fue Fabiola la que le abrió la puerta. Ambas se fundieron en un abrazo pero cuando la mujer de Bertín le preguntó cómo estaba, la presentadora se vino arriba y le dijo:
Para comerme
Grande Mariló.
Y ¿qué hacía allí Montero? Pues, entre otras cosas, confesar que Arturo Fernández le había propuesto, en una ocasión, un papel en una obra pero que ella, por puro miedo, lo había rechazado.