Aritz queda segundo y pone entre las cuerdas a Mercedes Milá

Sofía gana GH16 en la final más sosa, fría, tensa y cutre de la historia

Falta de emoción y muchas caras largas en el adiós del reality de T5

Sofía gana GH16 en la final más sosa, fría, tensa y cutre de la historia

El 23 de diciembre de 2015 terminó ‘Gran Hermano 16’ con la que fue, con toda seguridad, la final más desagradable de la historia del reality de T5. Como era de esperar, Sofía se llevó el maletín del dinero pero la chica, con su habitual cara de ‘asco’, parecía no disfrutar del momento. Y mientras, Aritz, el segundo finalista, le hizo pasar un mal rato a Mercedes Milá y a la audiencia.

Como fan de ‘Gran Hermano’, jamás en la vida, jamás, he visto una gala más deslucida y menos interesante que la emitida el 23 de diciembre de 2015. Hubo varios problemas. El primero, los finalistas. Me daba exáctamente igual quién ganara. Artiz me parece un ser opaco, chulo, manipulador y ‘verdugo’ de, eso sí, una de las relaciones ‘amorosas’ más fascinantes de la historia de GH. No entiendo por qué él estaba ahí y no Han, por ejemplo.

Sofía, por su parte, será todo lo auténtica que se quiera pero me parece, como concursante, una chica limitada, fría, superficial, mimada, competitiva y misógina cuya única preocupación es el físico y que los hombres la adoren.

Este año ha habido concursantes mucho más naturales y entregados que merecían estar en la final, en especial Han y Marta, por ejemplo. Incluso si me apuras, Niedziela (que no habrá dado mucho juego pero era un ser inocente, prudente y empático).

Fue muy triste ver, anoche, como el programa intentaba sorprender y emocionar, de mil maneras posibles, a los finalistas en su gran gala, y ninguno de los dos respondía. Tanto Sofía como Aritz estaban como ausentes, como si no quisieran estar ahí.

Sólo hay que ver el momento en el que se proclamó al ganador. Los finalistas llegaron a una habitación en la que había varios de sus objetos personales más queridos y de ahí, saltando por una ventana falsa, se encontraban con una multitud de fans que vitoreaba sus nombres. Pobres (los fans, digo). Y es que, ni con eso se emocionaron los concursantes.

Fueron los ex participantes los que, en un vídeo, dieron el nombre del ganador: Sofía. La chica hizo esfuerzos casi sobrehumanos por sonreír y puso cara como si la estuviesen contando los resultados electorales. Es decir, le dio igual. Ni una lágrima, ni un grito, ni un sólo gesto de triunfo. Nada. Aritz le dio un tibio abrazo, ella saludó a sus fans y ciao.

Menos mal que en plató sí que había un poco más de emoción. Maite, madre de Sofía, estaba loca de contenta y Han, pobrecito mío, lloraba como una madre mexicana porque su ‘marido’ no se había llevado el maletín.

ARITZ, A LA DEFENSIVA

Aritz llegó al plató bajo una gran ovación por parte del público y sus ex compañeros. Él, como buen vasco, los despachó a todos (incluida su madre) con una: «Venga, va, agur, vete a tu sitio». Y sabiendo que le iban a cuestionar todo, se puso a la defensiva.

En primer lugar, Aritz se negó a hablar de su ‘relación especial’ y no quiso decir su orientación sexual. Su excusa es que no le gustan las etiquetas, que estamos en el Siglo XXI y que uno puede hacer lo que le dé la gana. Cierto, pero en el siglo XXI uno se mete en un reality para, precisamente, compartir su vida privada. De verdad, no sé donde se cree que ha estado los últimos 101 días.

Aritz, en el concurso, ha torturado a Han. Vale que el chino ha sido muy pesado, muy manipulador, pero, al estar enamorado, no estaba en igualdad de condiciones. El vasco se defendió diciendo:

Desde el minuto uno dije que era una persona sin etiquetas, que no cree en el amor y sigo sin creer. En el siglo en el que estamos si no me da la gana hablar de mi orientación, no lo hago. Soy libre, esa es mi orientación sexual, hago lo que me da la gana, cuando me da la gana.

El problema del vasco es que no ha sido coherente consigo mismo. No puedes estar angustiado por lo que se puede decir fuera de tí y luego hacer lo que te da la gana. Si uno hace lo que quiere y se acuesta con quien quiere, tiene que ser consciente que hay consecuencias.

Y después de decir que él no se ha enamorado de Han, que es sólo un amigo, la ‘madre mejicana’, léase, el chino, ponía morritos de damisela humillada. Y ambos acabaron agarraditos de la mano durante el resto de la gala.

Eso sí, Aritz sacó las uñas al enfrentarse, de forma muy agresiva a Marta, Suso y a Maite, sus inexplicables ‘enemigos’ (es que no entiendo por qué se odian tanto, de verdad).

SOFÍA, LA GANADORA MÁS FRÍA

Sofía llegó al plató y fue incluso más fría que Aritz. Esta chica no sabe expresar emociones, a no ser que sean de desagrado. De verdad. Le daba todo igual y dejaba que su madre y su ‘amiga’ Marta le hiciesen el trabajo sucio, es decir, discutir con los demás (en especial con Suso y con Amanda).

De verdad, podría hacer un resumen de la entrevista a Sofía pero de verdad digo que no fue nada interesante. Ella se limitó a poner su eterna cara de desagrado, optó por una actitud de no agresión , cogió el maletín como el que coge un kilo de patatas y adiós. Qué pereza, en serio, qué pereza.

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Autor

Sergio Espí

Sergio Espí, guionista y crítico de televisión de Periodista Digital, responsable de la sección 3segundos.

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