Carlos Lozano ha dicho que ha entrado en ‘Gran Hermano VIP’ para ver si, después, consigue ser presentador en Telecinco. Pues va a ser que no. Y es que, el 14 de enero de 2016, pasó lo que siempre suele ocurrir en los realities, que salió lo peor de los concursantes, en este caso, de Lozano, quien tuvo una megabronca con sus compañeros en directo. La razón: El alcohol.
CARLOS LOZANO Y EL ALCOHOL
Hablando sólo por lo que llevamos viendo de ‘Gran Hermano Vip 4’, es cierto, y no se puede negar, que Carlos Lozano se transforma cuando bebe. Eso es un hecho. Puede que sea un papel o una estrategia para dar juego (algo que dudo) pero es así. El presentador se vuelve más agresivo, más ‘pesado’, más ‘bipolar’. Esto es algo que le pasa a mucha gente pero de ahí a que tenga un problema con el alcohol, hay un paso (o no, no tengo ni idea).
Para entender lo que pasó durante la gala del 14 de enero de 2016, hay que retroceder un día antes, durante una de las fiestas en la casa de Guadalix de la Sierra. Citando la web del programa, esa noche, Carlos se vino arriba. Llamó paleto a Sema por estar más de quince minutos en el jacuzzi, le dijo a Fran Nicolás que lamentaba que hubieran discutido, e incluso se alejó a Rappel, que se preocupó al verle hablando solo, porque quiso seguir con sus monólogos en medio de la noche. En vista de que ya no quedaba más bebida en las copas, ni más gente despierta por la casa, tomó la decisión de irse a la cama.
Esto es algo parecido a lo que ocurrió durante la primera fiesta dentro de la casa. En esa ocasión, Lozano llegó a reconocer que:
Me lo pase muy bien pero claro, ya sabes, los ochenteros cuando nos ponemos no paramos.
CARLOS ESTALLA EN DIRECTO
Volvemos a la gala del 14 de enero de 2016 (la segunda). Esa noche, tras una pausa publicitaria, vimos, de pronto, como estaba Carlos Lozano en el salón (a la espera de las nominaciones) discutiendo a gritos con todos sus compañeros, ¿Qué había pasado?
En seguida, el presentador del reality, Jordi González, lo explico. Al parecer, había acusado a Carlos Lozano de la desaparición de una botella de ginebra, algo que ha ofendido exageradamente al ex conductor de ‘OT’.
Volvimos a la casa y vimos cómo Lozano le decía a sus compañeros:
Ni soy alcohólico ni tengo problemas con el alcohol. Tengo una hija en casa y no me gusta que se piense que soy alcohólico. Que entren en mi casa y vean las botellas de alcohol que tengo. Yo sólo bebo durante las fiestas. Sois gentuza.
Ante la agresividad de Lozano, nadie reconocía nada y todos se echaron un poco para atrás. De hecho, es por esto, (por miedo o por culpa) que, sorprendentemente, Lozano no salió nominado esa noche. Ni un solo punto le dieron cuando toda la casa le critica a sus espaldas.
Un rato después, cuando los concursantes se dividieron en grupos tras un juego con las puertas (unos se pasarán la semana pelando cebollas y los otros en una especie de bar tomando copas y jugando), Lozano, en conexión con el plató, quiso aclarar las cosas:
Quiero decir que esto no puede quedar así. Me gustaría que vierais los vídeos. Es un favor personal, tengo una familia y una hija, como comprenderás no voy a permitir que se me acuse de esto. Si yo tengo problemas con el alcohol lo digo y no me importa, pero es una acusación muy grave. Yo gasto bromas, las encajo, pero nunca se me ocurriría ir con estas artimañas.
NOMINADOS Y ABURRIMIENTO
Del resto de la gala, decir que me pareció un aburrimiento. Las nominaciones se hicieron con un cojón que electrocutaba a quien había recibido algún punto de sus compañeros. Luego, el jueguecito de las puertas se hizo largo y pesado. Al final, los nominados son El ‘pequeño Nicolás’, Julián Contreras, Laura Matamoros y Carmen López.
Conclusiones: Hoy por hoy, el favorito es Javier Tudela. ¿Por qué? Porque es guapo, parece un tronista y no es un ‘dramas’. No está utilizando su historia familiar para estar ahí, algo que sí que hace su ‘hermanastra’ Laura Matamoros, que se pasa el día llorando y poniendo a parir a su padre. Por otro lado, Julián Contreras Jr. me cae bien pero es un triste, está demasiado apegado a su papel de víctima. Carmen López me saca de quicio pero, por eso mismo, debería quedarse en la casa.