El 24 de febrero de 2016 regresó ‘El príncipe’ por todo lo alto. La serie estrella de T5 enfrenta sus últimos capítulos con la misma emoción e intriga de siempre pero con el lugar común de tener un casting más que mejorable. Hiba Abouk continúa cargándose todas las escenas en las que aparece y el último fichaje, Jesús Castro, demuestra que hubiese sido mejor tronista que actor.
HIBA ABOUK, LA MUJER SIN ROSTRO
La del 24 de febrero de 2016 parecía la noche de las azafatas, de las estatuas decorativas, de las mujeres florero. Por un lado, en La1, Sara Carbonero apareció, cinco y terriblemente bochornosos minutos, en la entrevista que su pareja, Iker Casillas, le concedió a Bertín Osborne para ‘En la tuya o en la mía’. Entiendo que muchos no se enterasen de su ‘cameo’, puesto que la periodista (o ex periodista) deportiva de T5 podía ser confundida, fácilmente, con cualquier jarrón, cuchara o similar de su impoluta nueva casa en Oporto.
Y por otro lado, en T5, Hiba Abouk volvió a dar muestras de su inhumana incapacidad para cambiar de expresión. Ojo, eso es un arte. No todo el mundo puede poner la misma cara cuando matan a su hermano, hace el amor, camina frente a un croma o mira las estrellas y piensa sobre la vida y el terrorismo. Hace falta mucha, muchísima contención para hacer eso. Así es Hiba Abouk, una mujer, como la Carbonero, que menos mal que es guapa, de lo contrario, sólo Dios sabe dónde estaría ahora.
CAPITULAZO DE REGRESO
‘El Príncipe’, una de las mejores series de la actualidad y la única con la que T5 puede sentirse orgullosa (no, no me he olvidado de ‘La que se avecina’…), regresó el 24 de febrero de 2016 para afrontar sus últimos capítulos en lo que no sabemos si es la tercera temporada o la segunda mitad de la temporada dos.
La ficción de ‘Plano a plano’ sigue intacta, en lo bueno y en lo malo. La acción, el ritmo, el montaje y el guión, siguen siendo trepidantes, intensos y muy locos. No hay ni una sola escena de transición, de relleno. Todo es avanzar, avanzar, avanzar (puede que sea excesivo tanto acelerador pero aquí, en España, es lo que funciona. Sino, ¿cómo se soportan los 70 minutos por capítulo?).
ACTORES QUE NO ACTÚAN
El punto débil de ‘El príncipe’ sigue siendo su ya de sobra conocido reparto. Desde Hiba Abouk (no voy a machacar más a la pobre muchacha) a Rubén Cortada- ese actor cubano de acento prostituído y misma incapacidad expresiva que su compañera-, pasando por Álex González, otro que cree que para ser intenso hay que susurrar. Con un Miguel Ángel Silvestre ya tenemos bastante, gracias.
Jesús Castro, al que ya vimos en los últimos capítulos de la tanda anterior, y que ahora se presenta como el ‘nuevo’ guapo de la serie, continúa recordándonos que, en este país, lo de ser actor es cuestión de suerte. Este chico no es tronista pues porque le pillaron antes para una película, sino, estaría haciendo bolos con Ylenia.
El único, eso sí, que sigue cumpliendo, es José Coronado. Vale que no es el mejor ejemplo de actor versátil y que ha nacido para hacer de policía ‘malote’, pero es solvente. Con eso me vale. Él solito, con su pose de chulo y sus frases abruptas, te llena la pantalla.
La trama de este primer capítulo giró en torno al rescate de Nayet, la hermana de Fátima, la ‘maldad de Khaled y sus oscuros planes para con su esposa, y, sobre todo, la traición dentro de CNI que descubre al verdadero enemigo de Morey dentro de la serie.
Y todo esto trufado de escenas ñoñas entre Fátima y Morey (en este capítulo, ella tenía la regla…) y pseudoconflicto racial-cultural que, aunque sea muy loco, nunca está de más.
Eso sí, como siempre, el final de infarto. No sabemos cómo terminará ‘El Príncipe’, aunque una cosa es segura: Hiba Abouk tendrá la misma cara.