El 16 de marzo de 2016, Bibiana Fernández fue la estrella y anfitriona de ‘En la tuya o en la mía’ (La1 de TVE). La actriz y colaboradora de ‘El programa de Ana Rosa’ dejó con la boca abierta a Bertín Osborne con una entrevista tan sincera como ambigua, tan dolorosa como esperanzadora.
Divertida, optimista y locuaz como pocas. Así ha sido siempre Bibiana Fernández y así se mostró, el miércoles 16 de marzo de 2016, cuando recibió a Bertín Osborne en su casa.
La eterna ‘chica Almodóvar’ fue fiel a sí misma y aunque habló de todos los aspectos de su vida, en ningún momento dijo abiertamente que nació como un hombre. Nunca lo ha hecho ni tiene por qué. Abordó el tema, eso sí, con eufemismos y metáforas muy bellas.
Con la de Pablo Motos, la de Bibiana Fernández ha sido, sin duda, una de las entrevistas más brillantes y didácticas de ‘En la tuya o en la mía’. Toda una lección de vida de la mano de una mujer con una capacidad dialéctica única y de un Bertín Osborne al que claramente se le caía la baba con la actriz.
Lo malo, como siempre, fue la duración del programa, más de una hora y media, que no aguanta la presencia única de un solo invitado. La entrevista, pues, pudo resultar, en ocasiones, tediosa, aunque casi siempre era fascinante escuchar las reflexiones de una mujer que ha vivido tantas vidas.
Para empezar, la colaboradora y ex de ‘SV2014’, recibió a Bertín asegurándole que tanto ella como su casa, estaban «en venta» y que ese hogar se lo debe a un hombre que le regaló, además, un coche y su primera perra.
LA INFANCIA DE BIBIANA
La infancia de Bibiana Fernández fue tratada con delicadeza pero sin evitar los malos momentos. La actriz, entre otras cosas, dijo:
Yo nací en Tánger, de padres malagueños.
Mis padres se separaron un día de Reyes. En ese momento se nos llamaba una familia desestructurada, y para mi padre la única ilusión en su vida era yo. Yo me fui a vivir con mi padre.
Mis padres me tuvieron muy mayores y no tengo hermanos. Cuando mi madre se quedó embarazada pensó que tenía un trastorno, y era yo, yo he sido un trastorno toda mi vida.
Mi padre no quería que comiese con mi madre todos los días pero yo comía en las dos casas. Por eso, a los 12 años pesaba como 80 kilos.
Mi padre era taxista de noche y se quedó con el servicio de todas las casas de alterne de Tánger y algunas noches no venía a casa y se quedaba bebiendo. Cuando no me venía a buscar para llevarme al colegio, yo iba a buscarle por las calles de Tánger.
Creo que todo lo que viví me hizo más fuerte.
Yo me fui del último año de colegio llorando, fue un momento muy ingrato.
EL DESTINO DE BIBIANA FERNÁNDEZ
Aunque, repetimos, no lo dijo explícitamente, Bibiana Fernández abordó, de manera hermosa, su transformación sexual, recordando que se fue de casa a los 13 años:
Yo me fui a estudiar a Málaga, para estar lejos de ellos. Entiendo a los emigrantes porque tú buscas una esperanza, puedes exiliarte de un país y de un destino.
En Málaga, aprendí a sobrevivir.
Cuando llegué a los 20, en ese momento de transición había ruido a mi alrededor y yo sabía perfectamente lo que era. Desde la puerta del restaurante a la mesa yo lo oía, sabía si el ruido era de desprecio, de admiración, de rareza, a favor, en contra… Una vez que tomas una decisión es un camino sin marcha atrás. No importa lo que suceda de por medio. Llegó un momento en el que daba igual sacrificar a tu familia, entre el mundo y tú, te eliges a ti
Yo quería ser la mujer que está sentada aquí mismo. Más joven, pero esta mujer.
Pero ¿cuándo se sintió aceptada realmente Bibiana Fernández? Ella misma explicó que:
Lo más importante es cuando tú te aceptas y te da igual si los demás lo hacen o no.
Mi vida ha sido especial, con muchos problemas y alegrías pero no ha sido una vida difícil.
Soy optimista por naturaleza.
Yo voy a llegar a vieja con ganas de vivir. Igual que hay que gastar el dinero, hay que gastar la vida.
La única vez que la actriz se refirió a su condición, fue cuando dijo:
No me gusta el término trans, de pequeño te sientes niño o niña.
SUS INICIOS PROFESIONALES
Sobre su carrera, Bibiana explicó que:
El primer trabajo que hice fue en un hotel haciendo camas. Después vendiendo fascículos pero noté que no podía formar parte de una empresa.
En un cabaret de Málaga me invitaron a colaborar. Yo fui a acompañar a una amiga a un espectáculo y se quedaron con las dos
Luego me fui a Barcelona, me puse el nombre de Bibi Andersen y trabajé en una cadena de cabarets.
Después viajé a Madrid y me propusieron grabar un disco.
Su primera experiencia con el cine fue de la mano de Vicente Aranda y luego, durante la Movida Madrileña, conoció a Pedro Almodóvar:
A mi me encanta que me llamen ‘chica Almodóvar’ porque con 62 años que tengo ya… y me reconocen gracias a él.
LAS OPERACIONES DE BIBIANA FERNÁNDEZ
Bibiana siempre ha reconocido todas las operaciones de cirugía estética a las que se ha sometido y en esta ocasión las enumeró todas:
No sé cuanto dinero me he gastado, me hice el pecho, un lifting recién separada..
Aquí fue cuando Bertín Osborne confesó que él nunca se había operado pero estaba pensando en retocarse la papada por consejo de sus hijas.
LOS HOMBRES DE BIBIANA
Según la entrevistada:
Yo en el amor siempre fui muy apasionada, y en los últimos años me vi siendo una caricatura de lo que había sido.
A mí me gustaba más el butanero de la casa que el rico
Siempre he sido muy enamoradiza.
Alfredo fue mi primer novio. Era guapo a rabiar pero con problemas a morirse.
Después conocí a Javier que puso orden en mi vida, mucho de lo que soy en la vida se lo debo a él, fue la estructura para que esta fiera desbocada se estabilizara.
Yo era muy cargante, la confianza da asco. Yo quise a Javier dos veces, infinitamente pero las dos veces mal.
Ha habido 3 grandes amores en mi vida: Luis que no era conocido, Javier y Asdrúbal
LA VISITA DE CARLOS HERRERA
Como invitado especial del programa, apareció Carlos Herrera (que ya tuvo su propio ‘En la tuya o en la mía’ hacía meses), viejo amigo de Bibiana Fernández de la época en la que presentaron juntos ‘Sábado Noche’.
Bertín, Herrera y Bibiana cocinaron juntos y recordaron viejos tiempos.