El 4 de julio de 2016 se dio un suceso que no era más que una anécdota pero reveló muchas cosas dentro del universo de ‘Sálvame’. A Kiko Hernández, medio en broma, medio en serio, le dio un ataque de celos que, segundos más tarde, fue aliviado por Carlota Corredera, dejando muy claro para todo el mundo que ella es la presentadora ‘favorita’ de los trabajadores del programa.
Para quien no los sepa, y aunque las protagonistas lo nieguen una y otra vez, los rumores insisten en que Paz Padilla y Carlota Corredera «no se soportan». Las dos presentadoras sustitutas de Jorge Javier Vázquez luchan por el mismo puesto en ‘Sálvame’ y la mayor baza con la que cuenta Corredera es su pasado como directora del espacio o, lo que es lo mismo, la estrecha relación que la une con todos los colaboradores.
La semana pasada nos enteramos de que Jorge Javier Vázquez, el chico para todo de Telecinco, será el encargado de presentar la nueva edición de ‘Gran Hermano’. Si en la cadena son listos, le mantendrán en cuarentena en meses venideros puesto que su imagen ya está lo suficientemente quemada.
Es decir, que en ‘Sálvame’ va a dejar un hueco bastante jugoso, o lo que es lo mismo, la supuesta ‘guerra’ entre Carlota y Paz se podría incrementar.
En las últimas semanas, Corredera ha fingido un ‘pique’ con Kiko Hernández por aquello de que son muchos los que la acusan de que es demasiado blanda con los colaboradores (Padilla sin embargo, da demasiado juego en este sentido).
El 4 de julio de 2016, descubrimos que muchos de los mosqueos de Hernández son meras ‘pantomimas’ y que Carlota hace lo que puede para decirle al mundo que ella es la favorita de los colaboradores.
Los hechos son los siguientes: ese día, el periodista Gustavo González iba a dar una exclusiva desde el ‘pulpillo’, el lugar en el que suele dar las mayores informaciones Kiko Hernández. Éste, celoso, dijo no estar dispuesto a que su compañero ocupase su lugar y menos con una «exclusiva compartida» y decidió irse del plató.
El resto de colaboradores se rieron de Kiko pero éste iba en serio, cogió su mochila y se dispuso a irse.
Corredera salió corriendo en busca de su tertuliano e intentó convencerle para que no se fuera. La presentadora se lo ganó diciéndole que todas las ‘riñas’ que tienen son bromas, que le aprecia mucho y que le considera un gran colaborador (pocas veces hemos visto a Paz Padilla decirle eso a Kiko Hernández).
Hernández, como el que no quiere la cosa, hizo ‘campaña’ por Corredera diciéndole que esa misma mañana habían hablado de ella en un programa de radio «muy prestigioso» y que la definían como una «gran presentadora».
Al final, ambos se abrazaron y él, que jamás se emociona a no ser que haya una razón de peso (como cuando dijo que iba a ser padre, hace como un año o dos y nunca más se supo), rompió a llorar y se fue del plató. Lo sentimos mucho pero no nos creemos nada.