Estamos acostumbrados a los circos dramáticos de Lydia Lozano en ‘Sálvame’ pero el que ocurrió el 13 de julio de 2016 se lleva la palma. La colaboradora se encerró en el baño llorando y no llegó a explicar muy bien qué le ocurría.
Ese día, Lidia Lozano estaba tristona, pero no era ninguna novedad. Ella suele estar así. Su actitud podía haber pasado desapercibida por el público si no fuera porque Kiko Hernández, la traicionó.
El colaborador dijo que antes de comenzar el programa, Lydia, en maquillaje se había puesto a llorar, por lo que, en un principio, había vendido como «un problema personal»
¿Qué había pasado? ¿Un problema con su marido Charly? ¿Algo de salud? No, nada de eso. Según Kiko Hernández, el tema era de índole económico.
Lydia, traicionada intentó mantener la compostura y se negó a soltar prenda pero claro, estamos en ‘Sálvame’, aquí, o hablas, o no sirves para nada. Así que Belén Esteban, echó más leña al fuego y dijo muy críptica que Lydia había llorado porque no había llegado «a un acuerdo».
En ese momento, el director del programa, frenó a Belén Esteban para que no hablase más, (algo muy raro teniendo en cuenta, como decíamos, la naturaleza del programa), y Lydia explotó.
Lozano salió corriendo del plató llorando y no se le ocurrió otro sitio para encerrarse que el baño de los pasillos de Telecinco junto con el director del programa con el que, suponemos, estuvo quejándose, de la actitud de sus compañeros.
Tanto Kiko H. como Belén, seguidos por una cámara, obviamente, fueron detrás de Lydia e intentaron entrar en el baño pero no pudieron.
Minutos más tarde, Lydia regresó y Paz Padilla le insistió para que hablase. Ella no quiso confesar nada y se limitó a decir que, efectivamente, al llegar a Telecinco se había puesto a llorar, que sus compañeras se habían preocupado pero que habían quedado en que no se iba a sacar el tema en directo.
Yo no sabía que no se podía hablar de eso aquí
Dijo Kiko Hernández sin poder contener la risa irónica.
Padilla se llevó a Lydia a un apartado para que confesase con más tranquilidad (que curioso que aquí, el director no dijese nada) y la colaboradora se limitó a decir que se trataba de una cuestión legal de hace mucho tiempo, que era algo en el que estaban muchas personas implicadas y que no tenía la información que tenía que tener porque su abogado no se la había pasado.