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¿Qué es la felicidad? ¿Podemos cambiar lo que somos? ¿Realmente tienen la ‘culpa’ los demás de todo lo malo que nos ocurre? ¿Disfrutamos del drama? ¿Nos da miedo estar bien?
Todas estas cuestiones, cotidianas y constantes, son respondidas y analizadas, junto a otras tantas, en ‘Borrón y cuenta nueva, 12 pasos para una vida mejor’, (Ed. ‘Temas de Hoy’), una suerte de guía psicológica en la que Ana Villarrubia nos ayuda a cambiar la forma de pensar para cambiar la forma de sentir.
Vivimos en un mundo en el que prima la inmediatez por encima de todo. Y lo que nos hace felices no es inmediato. Pero tenemos muy cerquita desde el Prozac -ojo, que a veces es necesario- hasta el «me olvido y ya veré» o el «¡uff, qué complicado es esto!». Tenemos muy fácil evitar resolver.
Así, define Ana Villarrubia la cada vez más generalizada ‘afición’ al drama y lo difícil que resulta el bienestar.
Por ello, por cada ‘alma torturada’ o por cada corazón roto, las librerías se llenan cada vez más de los, últimamente mal vistos, libros de ‘autoayuda’. Guías que se venden como dietas milagrosas para el espíritu y que muchos ni siquiera están escritos por profesionales. Pero el que nos ocupa, ‘Borrón y cuenta nueva’, no es así. Más bien es un compendio de psicología conciso, didáctico y útil.
Eso sí, Villarrubia, licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid y colaboradora en varios medios de comunicación (AR, La Razón, The Luxonomist o Periodista Digital) defiende el denostado término de la autoayuda, aunque, siempre con matices.
La autoayuda, mientras se haga con rigor y parta de una base técnica que sea sólida no veo por qué no puede ser un libro apetecible y que sea útil. Otra cosa es que uno haga autoayuda cuando uno no es psicólogo o cuando uno no tiene la formación necesaria, pero cuando tú hablas de problemas que normalmente tratas -problemas leves, no hablamos de problemas graves, por supuesto- y das unas claves y a eso le llamas autoayuda, pues bienvenido sea.
Pero la autora va más allá y apunta, con toda lógica, que:
Siempre he pensado que deberían enseñarnos todo esto en el colegio. En vez de denostar lo que se llama ‘autoayuda’, quizá tendríamos que tener una base más sólida y saber contestar a cuestiones como: ¿Por qué he sentido culpa? ¿Qué hago con ella? ¿Qué significa mi enfado y cómo puedo gestionarlo todo? Todo esto deberíamos enseñárselo a los niños.
ASUMIR RESPONSABILIDADES
Pero aún con todo ‘Borrón y cuenta nueva’ no es un libro de autoayuda al uso. Es decir, es más bien como el testimonio de un amigo que te da la clave para ponerte las pilas en problema concreto. Aquí no hay milagros, nunca los hay. El trabajo, como en la vida, lo hace uno mismo. Y eso, en realidad, es liberador.
En palabras de la autora:
El libro promueve una asunción muy real de las responsabilidades que todos tenemos en nuestras vidas. Es decir, que tenemos esta dificultad, fenomenal, tenemos este ratito para el duelo y este otro para asumir las emociones pero luego hay que afrontar las responsabilidades de la vida.
Este libro se basa en la idea básica de: ‘Haz para conseguir tus objetivos, que no son los míos’.
El libro puede ser un pequeño aliciente para cualquiera que quiera cambiar cosas en su vida o para cualquier persona que se encuentre un poco perdido en un momento, puede darle alguna clave para interpretar su realidad para que pueda ser más abarcable para él.
¿SOMOS MALOS POR NATURALEZA?
Y una vez que uno se adentra en la lectura se va dando cuenta de que lo que cree que es sencillo no lo es y que lo complejo es más simple.
En su análisis, Villarrubia derriba constantemente ‘verdades absolutas’ que no son tales y que usamos como lastres. Por ejemplo: «Todo el mundo es malo». Pues va a ser que no.
Muchas veces, lo que se interpreta como maldades suelen ser torpezas o complejos de lo mal que se siente uno por dentro y, por lo tanto también interpreta su realidad en términos negativos. Puede que simplemente se esté defendiendo de algo que no debería.
¿PODEMOS CAMBIAR?
La autora, que dirige desde 2012 su propio centro sanitario de psicología en Madrid, Aprende a Escucharte, cree en el ser humano y no sólo eso. Para todos los que piensen que la gente no cambia, que simplemente camufla lo que es, ella tiene una réplica:
Claro que cambiamos a lo largo de la vida. Es cierto que a nivel de personalidad tenemos una tendencia que está muy arraigada en aprendizajes muy tempranos y desde esa tendencia siempre hay ciertas conductas que tendemos a realizar de nuevo. Pero esos son los mimbres de la estructura. Ahora bien, cambiamos las personas porque cambian sus circunstancias y también puede cambiar su forma de interactuar con el mundo.
LA ASERTIVIDAD, EL GRAN DESUBRIMIENTO
Leer ‘Borrón y cuenta nueva’ es también descubrir, para quienes no lo sepan, conceptos no tan populares como la asertividad:
La asertividad como concepto no sé si se difunde todo lo que se debería. Es, básicamente, la expresión de la autoestima. Al final es la capacidad de conseguir lo que uno quiere sin necesidad de estrategias burdas, sin necesitar de la agresión, de la violencia, de la manipulación o de ser extremadamente sumiso.
Cuando hablamos de una buena persona que triunfa, eso es una persona asertiva.
DESMONTANDO MITOS
Y otros dos mitos desmontados: ‘El mejor psicólogo no es uno mismo’ y ‘¿Para qué voy a ir a terapia teniendo amigos?’
Tú al psicólogo no vas para que te escuche. Si me bastara con escuchar no tendría que haber hecho nada. Yo creo que es imprescindible saber que cuando uno va al psicólogo, esa persona está formada con técnicas, con herramientas, sabe analizar lo que está ocurriendo y a partir de ahí sabe cómo partir contigo con lo que tú necesitas, no con lo que él cree que tú necesitas, sino con lo que tú necesitas.
Los amigos ayudan, pero jamás te van a dar el mejor consejo porque te quieren. Te quieren en el mejor de los casos, en otros, a lo mejor te quieren cerca.
Y para terminar, tras una charla intensa, divertida y muy didáctica, otro mito que se desmitifica:
El tiempo no lo cura todo. Es lo que haces con ese tiempo. El tiempo es verdad que aplaca algunas emociones y alivia un poco la intensidad, pero no resuelve los problemas.
Tan cierto como que se puede hacer ‘borrón y cuenta nueva’. Puede sonar radical o utópico pero es posible.