El 3 de octubre de 2013, la gran Sigourney Weaver visitó ‘El Hormiguero’ de Antena3 para, curiosamente, hacer promoción de ‘Un monstruo viene a verme’, película producida por Telecinco Cinema, saltándose así la competitividad entre cadenas. Eso sí, la entrevista rozó lo ridículo.
Como buena diva que es, Sigourney Weaver se mostró elegante y encantadora en su visita a ‘El Hormiguero’, divertida cuando tocaba y profunda en ocasiones. Eso sí, la actriz no pudo oacultar su ‘asco’ e incomodidad con las ‘sobradas’ de Pablo Motos y compañía.
Y es que el presentador de Antena3 volvió a desaprovechar una entrevista estupenda con un personaje estupendo por culpa de su ego y su necesidad de espectáculo bulímico y/o excesivo.
Y es que los guionistas de ‘El Hormiguero’ pecaron de falta de originalidad y no se les ocurrió otra cosa que recordarle a la invitada su icónico papel de la teniente Ripley en Alien. Es lógico pero es que se pasaron. Esa noche el plató se convirtió en un festín grotesco y sangriento en el que tanto Weaver como los espectadores poníamos cara espanto mientras bajábamos la mirada por la vergüenza.
Reducir la visita de una mujer como Sigourney Weaver a su participación en Alien es casi un pecado televisivo aunque, eso sí, la actriz confirmó su presencia en la quinta entrega de la saga, de la que dice que «el guion es estupendo».
Para homenajear al famoso monstruo de las galaxias, al equipo de ‘El Hormiguero’ no se le ocurrió otra cosa que hacer que Jandro, el mago, se sacase una culebra viva de la tripa (falsa) mientras que Weaver soltaba un espontáneo: «¡Qué asco!».
Luego, para colmo de males, el programa quiso mostrar el efecto que hace el vacío en la sangre y para ello, Motos se sacó sangre en directo y al final, la sangre terminó por salpicar toda una urna de cristal.