¡Chicote en peligro! En cada entrega de ‘Pesadilla en la cocina’ en famoso chef de laSexta se pone al límite pero el 20 de octubre de 2016 cruzó la línea cuando el cocinero de un restaurante le empujó en mitad de una bronca.
Tranquilos, no llegó al sangre al río. Esto es ‘Pesadilla en la cocina’, al final hubo hasta abrazos.
El capítulo de ese jueves estaba dedicado al Baltias, un local que abrió sus puertas hace menos de un año pero, de seguir así, se verá abocado al cierre irremediablemente. Su cocina es más pretenciosa de lo que debiera. Y su cocinero, demasiado tozudo para aceptar que ni su cocina es un dechado de limpieza ni sus platos un ejemplo de buen hacer culinario.
Todo comenzó un año atrás cuando Luis, encargado de restaurante de larga trayectoria, decidió abrir su propio restaurante junto a su pareja Esther, sin experiencia alguna en restauración.
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Pero las cosas no fueron como habían planeado y menos de doce meses después el Baltias se encuentra en una situación lamentable que sólo apunta al cierre del negocio si no se toman de forma inmediata las decisiones adecuadas.
Hoy Luis está completamente desmotivado, se bloquea ante cualquier problema y no sabe responder con firmeza. Por su parte, Esther parece tomarse el negocio a broma y en ocasiones se comporta como una niña pequeña ante los más mínimos contratiempos. Y por si fuera poco, la cocina es territorio exclusivo de Ronal, un cocinero que dice amar los fogones pero cuyo concepto de limpieza y profesionalidad están muy lejos de lo convenido. Un chef cuya visión del negocio es muy distinta de la de su dueño y cuyo desorden y dejadez lo dejan en continua evidencia.
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Y fue precisamente el tal Ronal el protagonista de una de las escenas más fuertes que hemos visto en ‘Pesadilla en la cocina’. Sucedió cuando Chicote estaba intentado enseñarle a cocinar mejor Ronal y le dijo:
¿Tú ves la mierda de comida que haces?
Chicote le agarró del brazo y le tocó el pecho en plan bien, para que supiera que la comida le tiene que salir del corazón pero al otro no le gustó nada el gestó y empujó violentamente al famoso chef al grito de:
No me toques, coño, ¡que no me toques!
El resto de trabajadores les separó, alarmados.
Durante el programa, hubo un par de momentos igual de tensos pero, como decíamos, al final fue mucho ruido y pocas nueces. Y es que al final, el jefe de cocina del restaurante se derrumbó y confesó que se estaba quedando ciego.
