LA CANTANTE NO TIENE RELACIÓN CON ÉL

Vergüenza ajena: el padre biológico de Chenoa aparece para pedirle trabajo

José Carlos Corradini dice tener problemas económicos y acusa a su hija de no hacerse cargo de él

Pobre Chenoa. A la gran protagonista del momento le crecen los ‘enanos’. Después de la  ‘cobra’ que le hizo Bisbal ante cuatro millones de personas, ahora ha aparecido su padre biológico desde Argentina quien, lejos de ir en son de paz, ha cargado sin pudor alguno contra su propia hija.

Es lo malo de la popularidad o de los renacimientos mediáticos; que cualquiera puede querer aprovecharse del éxito ajeno. Chenoa lleva 15 años en el candelero pero no podemos negar que ha sido la protagonista absoluta del reencuentro de ‘OT’, además de ser parte de ‘Tu cara me suena’ (A3).

Al parecer, tanta popularidad ha provocado que aparezcan los fantasmas del pasado de la ex triunfita para rendir cuentas. Y es que, aunque muchos no lo sepan, Chenoa nació en Argentina aunque se mudó a Mallorca siendo una niña junto a su madre y su hermano. Pero al otro lado del ‘charco’ se quedó José Carlos Corradini, el padre biológico de la cantante.

El vídeo que demuestra que Bisbal no le hizo la cobra a Chenoa

El 5 de noviembre de 2016, La Otra Crónica de El Mundo publicó una entrevista en exclusiva con Corradini, quien , a sus 62 años, dice vivir en una situación precaria.

El padre biológico de Chenoa aprovecha la entrevista para pedir ayuda a la cantante pero antes la acusa de haberle abandonado a sus suerte. Es más, el argentino utiliza un lenguaje muy duro a la hora de hablar de su hija:

La fama hizo que se olvidara del padre biológico, más allá de que yo no la haya criado. Tanto ella como el hermano y la madre me niegan como eslabón en su vida. Yo vivo en Argentina y soy una persona humilde. Vivo con las condiciones normales. Ellos viven en otra vida, en el jet set internacional. A lo mejor soy una persona que puede molestar para su estatus. Ahora, alguien que pregona por el hambre de los chiquitos de África y se olvida del padre biológico… Me parece que hay algo que no cierra.

La revista Pronto de Argentina sacó una nota de cuatro carillas [páginas]. Cuando ellos se enteraron, compraron todos los ejemplares que llegaron a España, para que no trascendiera esa noticia. Yo lo que pedía a mis hijos biológicos en esa revista era trabajo, porque yo no tengo trabajo. Tengo 62 años y estoy pasando por un momento muy difícil. No quiero su plata. Vivo en el país que amo y, lamentablemente, hoy está bien y mañana está mal…

Ella tiene un padre biológico en Argentina abandonado. La situación económica de ella le permite que, al menos, su padre viva dignamente. Si la cosa fuera al revés, seguramente que me hubiera ocupado de mi hija como corresponde. Ésas son las cosas que me molestan y que a mí me joden. Cuando salen enarbolando una bandera de que se preocupan por los chicos de África, yo pregunto: «¿Y tu padre?». Preocúpate por los chicos de África, pero también preocúpate por tu familia, por tus raíces. Tus raíces no se niegan nunca, sean buenas o malas.

Mi hija ha sacado cinco CDs, con discos de platino cada uno. Eso da un dinero importante.

Yo no me tengo que acercar a un hijo. Es ella quien se tiene que acercar a mí. Yo me acerqué a mis hijos cuando ellos eran chicos y yo les enseñé a caminar. Si yo hoy no puedo caminar, quienes se tienen que acercar son mis hijos. Laura vino a los premios Carlos Gardel [en 2007] y a mí no me vinieron a ver. Yo soy el eslabón perdido que molesta… Porque soy pobre y ellos, de la jet.

Yo no tengo ni jubilación en mi país. Debe de ser fantástico poder desayunar en Marbella mirando el azul del mar. Pero yo no puedo. Yo, con sólo poder comprarme un kilo de carne, estaría conforme. El teléfono celular por el que me estás llamando… Me ayudan mis amigos y mis hijos, porque tengo más.

Pago 5.000 pesos por el alquiler [unos 300 euros]. La comida, lo que me traen mis hijos y mis amigos. No cuento esto para que perjudique a mi hija, pero me gustaría que supiera las condiciones en las que estoy. No le pido plata, sino trabajo. Yo no quiero vivir de puta madre, como ellos. Ella tiene mil posibilidades de poder darme una mano a nivel laboral, de poner un negocio en Argentina, que no esté a mi nombre si quiera, y yo poder poder regentarlo.

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Autor

Sergio Espí

Sergio Espí, guionista y crítico de televisión de Periodista Digital, responsable de la sección 3segundos.

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