El 2 de diciembre de 2016, el ‘Deluxe’ consiguió un mínimo histórico de audiencia con un 14,5% y 1,7 millones de espectadores, casi la mitad de su competidor directo ‘Tu cara me suena’ en Antena3. Ya es un hecho: la crisis del programa de Telecinco es grave. ¿Qué le está pasando?
LA CRISIS DE AUDIENCIA
Es la primera vez en siete años que Telecinco pierde el liderazgo de los viernes, no sólo del prime-time sino del día entero. En el mes de noviembre de 2016, la cadena principal de Mediaset consiguió un 15.4% de cuota de pantalla el último día de la semana lectiva, mientras que Antena3 la supera por una décima (15,5%) La razón no es otra que la bajada que está sufriendo últimamente ‘Sálvame Deluxe’.
El año pasado, el programa de Jorge Javier Vázquez también perdió contra ‘Tu cara me suena’ pero, en aquella ocasión, el ‘Deluxe’ se mantuvo más o menos con sus espectadores de siempre y fueron los de Antena3 los que ganaron adeptos.
En concreto, de octubre a noviembre de 2015, ‘Tu cara me suena’ promedió con un 22,2% y 3.169.000 espectadores, mientras que Sálvame Deluxe anotó un 19,2% y 2.271.000 espectadores. Un año después, y en los mismos dos meses, el programa de Antena3 ha alcanzado un 23,5% y 3.272.000 espectadores mientras que el de Telecinco se ha quedado con un mero 16,7% y 1.921.000 espectadores. Es decir, casi siete puntos de diferencia frente a los 3 del año anterior.
Este año está ocurriendo algo distinto. No sólo ‘TCM’ es líder absoluto sino que el ‘Deluxe’ está perdiendo audiencia hasta mínimos históricos.
FALTA DE CONTENIDOS
La primera razón de este hundimiento la tendría el programa ‘madre’, aquel del que se alimenta no sólo el ‘Deluxe’ sino gran parte de la parrilla de Telecinco: ‘Sálvame’. El show diario de La Fábrica de la Tele lleva arrastrando, desde hace meses, un grave bache de contenidos. Falta un bombazo, un revulsivo que le haga despuntar.
Lejos quedan ya los tiempos de los ‘belenazos’ o de las tramas de las que hablaba todo el mundo. El del 2 de diciembre de 2016 fue un claro ejemplo de la escasez de contenidos que sufre el programa.
Una entrevista (aunque fuese la primera) a Pelayo Díaz, otra (la enésima) a Alaska y Mario Vaquerizo, la confesión de la nueva crisis económica de Chiqui (‘GH’) y el polígrafo a Carlos Lozano no son suficiente reclamo. No cuando hay la competencia que hay.
De acuerdo que ese era un viernes ‘especial’, que era el inicio de un largo puente para muchos y entiendo que los directivos del programa y de la cadena no hayan querido sacar su artillería pesada para la ocasión, la pregunta es si tienen realmente una artillería pesada.
La gran ‘sorpresa’ de la noche fue la noticia de una especie de reality que arrancará la próxima semana en el que 10 personajes (famosos y anónimos) convivirán en un balneario y serán sometidos a distintas pruebas para hacerse con dos sillas como colaboradores de ‘Sálvame’. Entendemos la estrategia de aumentar la participación de la audiencia pero, a priori, suena a sección barata y de segunda.
¿QUÉ NECESITA ‘SÁLVAME’?
Esta es la pregunta del millón: ¿Cuáles son los temas favoritos de la audiencia de ‘Sálvame’? ¿Se ha quemado ya el formato?
Belén Esteban siempre es un seguro de vida de cara a la audiencia pero últimamente no genera gran contenido. Su guerra con Toño Sanchís ya no tiene el tirón de antaño, y aunque quiera vendernos una boda o un posible embarazo, todos sabemos que, desgraciadamente, la felicidad no vende.
El problema de ‘Sálvame’ es que la gran mayoría de sus tertulianos han vendido su vida en innumerables ocasiones. Ya está todo el pescado vendido. Las intimidades de los colaboradores ya son previsibles y cansinas.
Habría, pues, que mirar hacia los ‘intocables’, los que no suelen hablar de su vida privada y generan más morbo (Kiko Hernández, Mila Ximénez, María Patiño, Gemma López e incluso los presentadores, Jorge Javier, Paz Padilla y Carlota Corredera) .
También funcionan muy bien los enfrentamientos entre colaboradores, pero los serios, no esa ‘chorrada’ del ‘eje del mal’ que se han inventado últimamente (Matamoros no quiere volver a sentarse junto a Kiko Hernández y Mila Ximénez).
CAMBIO DE TONO
¿Qué diferencia realmente al ‘Deluxe’ de ‘TCM’? A parte de que son formatos opuestos, mientras que el de Antena3 es luminoso y optimista (puro entretenimiento para no pensar) el de Telecinco es oscuro y pesimista.
El show que presenta Jorge Javier ha sido virilizado por el morbo más grave. El conflicto siempre ha sido la clave del éxito de ‘Sálvame’ pero últimamente han perdido el humor y la capacidad de reírse de ellos mismos.
Sálvame ‘es un coñazo’: deberían fichar a este tipo
Es por todo esto, por la necesidad de un cambio de tono, que puede que no venga mal la sangre nueva. Un par de colaboradores ‘frescos’ y bien escogidos pueden darle un poco de oxígeno al programa.
¿POR QUÉ NO DEBERÍA ACABAR ‘SÁLVAME’?
Nos guste o no, ‘Sálvame’ ha cambiado la tele, no sólo T5, sino el medio en general. Ellos fueron los primeros en hacer de los colaboradores la noticia ye so es algo que ha intoxicado al resto de programas, desde los debates políticos a los deportivos.
Además, sin ‘Sálvame’ ya no quedarían espacios del corazón en televisión, y no sólo es una industria de la que come mucha gente, sino que está muy bien que exista como opción en la parrilla. A quien no le guste, que cambie de canal.