Carlota Corredera está triunfando como pocas en Telecinco, pero tanto éxito y tan rápido tiene un precio. El 18 de julio de 2017, una simple camiseta desató la ira de los espectadores de ‘Sálvame’ a través de Twitter. Fue un ataque injusto pero tiene su justificación.
Ese día, la presentadora de ‘Sálvame’ lució una camiseta que rezaba «Love (corazón) me». Es decir, que se quiere así misma. Era un simple dibujo, un mensaje tan positivo como inocente pero para muchos usuarios de Twitter, sólo mostraba el «egocentrismo» de la conductora.
#acaparrador Carlota se ama ahora, según su camiseta. Antes no, porque vaya coñazo que ha dado con la pérdida de peso.
— Poison Ivy (@Krissonics) 18 de julio de 2017
#acaparrador Pues no quiero cambiar mi aspecto físico Carlota…… Yo tb me amo como soy y como dice tu camiseta
— LadyVamp (@Lady_Vampirela) 18 de julio de 2017
Carlota Corredera con una camiseta que pone «❤ me». Es la puta ama del egocentrismo.
— Lara (@kitelhta) 18 de julio de 2017
En primer lugar, decir que meterse con la camiseta en cuestión es una hipocresía. En el que caso de que sea cierto que Carlota se quiera así misma, ¿cuál es el problema? ¿Por qué eso es malo? ¿No se puede tener autoestima y ser generoso a la vez?
Pero este ataque sólo demuestra una cosa: que el público está harto de la que fue directora de ‘Sálvame’.
De un año a esta parte, Telecinco se ha empeñado en colarnos a Corredera como una gran estrella, como presentadora, colaboradora, gurú de las dietas, escritora e incluso modelo.
Vale que la gallega está aprendiendo, que ha ido mejorando delante de las cámaras pero no cae bien. Se nos ‘obliga’ a que nos guste y se crea el efecto contrario.
Hay sobrecarga de Carlota Corredera. De hecho, meterse con ella ya es un deporte nacional en redes sociales y quiénes lo hacen son tratados como héroes (es el caso de la bloguera ‘Soy una pringada’).
Corredera podrá tener muchos defectos como comunicadora pero meterse con ella por una simple camiseta que, seguramente ni haya elegido, es producto de la insensatez y el aburrimiento.