La sombra de José Luis Moreno es alargada. Mucho. El 15 de mayo de 2018 se estrenó ‘Bailando con las estrellas’, espacio que parecía la versión en concurso de Noche de fiesta. Misma caspa de siempre con el morbo de ver a David Bustamante pidiendo a gritos un lavado de imagen que, de momento, no está consiguiendo.
Los bailes de salón son muy populares, queridos e intocables para muchos pero es innegable que siempre estarán relacionados con una estética brillante y pomposa que para muchos (servidor incluido) nos huele a caspa, a viejo, a hortera. Por eso, Gestmusic podría haberle dado un giro distinto a ‘Bailando con las estrellas’ , podría haberlo renovado y actualizado pero no, ha ido a lo seguro, a conquistar a un público que ya no es tan mayoritaruios como creen los ejecutivos de televisión.
Gemma Mengual, Topacio Fresh, Pablo Ibáñez, Manu Sánchez, Amelia Bono, Patry Jordán, Javier Hernanz, Pelayo Díaz, Rossy de Palma, Merche, Fernando Guillén y Bustamante componen un casting que no está mal sobre el papel peroque ha basado su promoción previa al estreno en la figura de un Bustamante en horas bajas.
Ver al ex marido de Paula Echevarría de vuelta como concursante en un programa de TV tiene su morbo y su participación en ‘Bailando con las estrellas’ tiene una doble lectura. Se puede ver como un paso atrás en una carrera que va en picado o un intento a la desesperada de lavar su imagen, de empezar de nuevo. Esto último tendría sentido si estuviéramos hablando de ‘Tu cara me suena’, por ejemplo, pero ‘Bailando con las estrellas’ está a años luz del show de A3.
¿Sabes para qué llamó Bustamante personalmente a Miguel Torres?
El último estreno de TVE da, sobre todo, pereza. Para gustos colores pero es que es difícil de ver. La realización es mala, oscura. Ni pizca de espectáculo o buen gusto. No hay emoción, intriga o sentimiento. Ojo, hablamos del estreno. Podría mejorar, lo dudo pero podría.
La audiencia, para ser TVE. Tampoco ha sido desastrosa. Un 13,4% de share frente al 25,4% que registró ‘SV2018: En tierra de nadie’, no está mal. Lo que nos tememos es que la cosa vaya a peor.
