Ya ha llegado ‘Operación Triunfo 2018’ y es lo de siempre. La primera gala- emitida el 19 de septiembre de 2018 en TVE fue como un déjà vu de todas las ediciones anteriores. Hubo escandalosos problemas técnicos, se hizo lenta, los ‘triunfitos’ se parecen todos entre sí y se apuesta más por vender a personajes que a músicos. Pero lo peor es lo mucho que echamos de menos a Mónica Naranjo. Por mucho que quiera, Ana Torroja no es una diva.
Ninguna gala 0 de ‘Operación Triunfo’ me ha gustado. Todos los años pasa lo mismo. Es normal. No conocemos a los concursantes, no están definidos, nos parecen todos iguales y no interesan. Luego pasan las semanas y se van creando ídolos, el fenómeno fan entra en acción e irremediablemente quedas enganchado.
La mejor actuación de la gala 0 de ‘OT 2018’: Natalia canta ‘Crazy’
EL GRAN PROBLEMA DE ‘OT 2018’ES…
Sobra decir que el hándicap de’OT 2018′ es ‘OT2017‘. Amaia, Alfred y compañía crearon tal sensación social que el concurso tiene muy difícil superarla. Lo mismo pasó con la primera edición del programa, que lo petó para, después, la segunda decepcionar a la audiencia.
Hay que darle tiempo a esta nueva temporada. Si se hace como el año pasado-es decir, que se exploten al máximo las redes sociales-, el éxito está asegurado. Pero claro, sigue siendo sorprendente que nos lo vendan como un programa musical cuando no lo es.
No voy a ser ingenuo. ‘OT’ es una fábrica de niños con perfiles muy determinados que tienen madera de ídolos pero no de artistas. Es televisión, show, y circo. Punto. Pero será por la edad o el cansancio pero ver un año más a chavalines vestidos con una mezcla entre el estilo de los Javis y Camela pues como de me da pereza.
La cuestión más obvia es saber si hay hueco para una nueva oleada de ‘triunfitos’. Sí, el año pasado el programa fue un éxito pero porque, entre otras cosas, llevábamos mucho tiempo sin ‘OT’y en doce meses no nos hemos olvidado de ellos. Ahora, sinceramente, va a haber saturación de ‘estrellitas’.
Y como de lo que hablamos es de televisión, diré que como espectáculo en directo, la primera gala de ‘OT 2018’ fue un desastre. Cámaras que no paraban de moverse, mala realización y problemas de sonido intolerables.
ANA TORROJA NO ES MÓNICA NARANJO
El año pasado, Mónica Naranjo fue muy criticada pero fue la única del jurado que sabía dónde estaba. Y es que ella es una diva y daba espectáculo. Ana Torroja, su sustituta, tira más por el perfil de sus dos compañeros, Manuel Martos y Joe Pérez-Orive, por lo que resulta redundante y sosa. Se necesita una voz más crítica, alguien a quién amar y odiar a partes iguales.
LOS NUEVOS ‘TRIUNFITOS’: ¿QUIÉNES LO HAN ‘PETADO’?
Y sobre los nuevos concursantes, poco que decir a priori, sólo que, por lo general, cantan muchísimo mejor que los del año pasado cuando entraron.
Debemos de darles tiempo pero muchos de ellos ya están marcados. Están los ‘graciosos’, el cargante que cree que es divertido (Dave), los carismáticos (Miki, Natalia, Alba), los que se saben guapos (Joan), los que cubren la cuota de ‘normalidad o raciales’y los ‘villanos’, los que, en un principio no se han sabido vender o que no han mostrado mucha empatía ¿De quiénes hablo? Principalmente de África (en su vídeo de presentación quedó como una niña mimada adicta al móvil) y de Julia (la de Cádiz es excesivamente fría).
Había 18 aspirantes a entrar en la academia y dos se quedaron por el camino: Luis Mas y Rodrigo, afortunadamente, los que peor cantaban. Y no sólo eso. El primero fue linchado en las redes sociales por tener una actitud excesivamente prepotente.
Por lo tanto, los concursantes oficiales son: África, Alba Reche, Alfonso, Carlos Right, Damion, Dave, Famous. Joan Garrido, Julia, María, Marilia, Marta, Miki, Natalia, Noelia, Sabela.
Me voy a mojar. Mi favorita, de momento, es Natalia, malagueña de 20 años que se metió al público en el bolsillo con su actuación.
Todos lloraron muchos, se abrazaban, besaban y tenían una historia de superación detrás. Todo muy de la filosofía Mr. Wonderfull, muy de autoayuda del todo a cien.
Y al final, tanto ‘buen rollo’ da pena. Visto lo visto, viendo lo que han hecho la mayoría de los triunfitos con su vida y cómo se les ha ‘forzado’ (a muchos de ellos) a ser quienes no son, provoca sensación de fraude. Pero cualquiera que se presente a este concurso sabe a lo que va, quiere ser famoso. Viva ‘OT’ como fenómeno de masas pero teniendo en cuenta lo que es.
Postdata: ¿Alguien más tiene la sensación de que la mayoría de los concursantes de este año se hacían los ‘tontos’? ¿Querían imitar la torpeza y frescura de Amaia?