El jueves 29 de mayo de 2020, el conocido actor de cine porno, Nacho Vidal, fue detenido junto a un empleado y una familiar suya, por por la muerte del prestigioso fotógrafo de moda toledano afincado en Valencia José Luis Abad durante un rito para desintoxicarlo de las drogas, mediante la administración de un veneno obtenido del sapo bufo al que denominan la molécula de Dios.
Tal y como informó el diario Levante el miércoles 3 de junio de 2020, la muerte del fotógrafo se produjo en junio de 2019, en la casa de campo que Nacho Vidal tiene en Enguera, y el equipo de Policía Judicial de Xàtiva ha precisado de meses para probar los hechos y detener al actor y a sus supuestos cómplices.
Los tres fueron detenidos el jueves pasado y el viernes, la jueza de Instrucción número 2 de Xàtiva, que dirige la investigación desde sus inicios, les tomó declaración.
Tanto Nacho Vidal como los otros dos imputados han quedado en libertad provisional, bajo la acusación de un presunto delito de homicidio imprudente, a la espera de juicio. La magistrada les retiró a los tres los pasaportes y tienen la obligación de presentarse periódicamente ante la jueza, tal y como informa el mencionado medio.
El ex concursante de ‘Supervivientes’, en declaraciones a la Guardia Civil, asegura que sometido a José Luis Abad al rito de manera desinteresada y por la amistad que le unía a una prima suya. Además, asegura que ya había realizado con anterioridad este tipo de prácticas.
El rito del sapo bufo consiste en fumar bufantoína, el veneno extraído del sapito de Sonora o bufo alvarius, uno de los alucinógenos más potentes de cuantos se encuentran en la naturaleza. La sustancia que contiene el anfibio, 5-MeO-DMT, es una droga que se suele comercializar por internet y en los últimos años esta ceremonia de sanación que procede de Méjico, principalmente del estado de Sonora, se ha extendido por todo el mundo.
José Luis, según informan en Levante, sufrió un infarto de miocardio que le provocó la muerte en minutos, pero, pese a sus convulsiones y a la asfixia evidente del fotógrafo, ninguno de los presentes intervino ni llamó al servicio médico de emergencias, según consta en el atestado entregado a la jueza, lo que finalmente les ha valido la detención por homicidio imprudente.