El 6 de julio de 2020, Enrique Ponce llamó por sorpresa a ‘Sálvame’ para aclarar su divorcio y su nueva situación sentimental. Lo que pasó desapercibido es que el torero destapó las malas artes del programa.
El divorcio más inesperado
La noticia se supo el 1 de julio de 2020 en la revista Semana: la historia de amor entre el torero Enrique Ponce y la socialité Paloma Cuevas ha llegado a su fin.
Tras 24 años de matrimonio y dos hijas en común, Paloma y Bianca, la pareja ha tomado la decisión de comenzar caminos separados.
Se rumoreó entonces que el matrimonio se había roto por la relación entre el torero y una joven de poco más de 20 años
Horas más tarde, se conocía el rostro de la veinteañera con la que Ponce se escapó a Mojácar (se alojaron en la urbanización Marina de la Torre donde reside la familia de ella) el último fin de semana de junio de 2020. De origen almeriense, su nombre es Ana Soria, tiene 27 años menos que el diestro y, aunque estudia Derecho en la Universidad de Granada, aspira a dedicarse al modelaje y a la interpretación.
El 6 de julio de 2020 la pareja mandó un comunicado en el que confirmaban su divorcio pero pedían a los medios “respeto” y amenazaban con tomar medidas legales contra cualquier difamación o calumnia.
La histórica llamada de Enrique Ponce a ‘Sálvame’
Ese mismo 6 de julio de 2020 en ‘Sálvame’ hicieron caso omiso a la ‘advertencia’ de Ponce y Cuevas e invitaron a una tal Rocío (nombre falso) que aseguraba, no solo conocer a la pareja, sino que sabía, a ciencia cierta, que el torero lleva con Ana Soria un año y medio.
Primero, Kiko Hernández, el presentador de ese día, habló por teléfono con Paloma Cuevas pero el espectador no escuchó la conversación puesto que la socialité no se atrevió a entrar por teléfono aunque, según Kiko, estaba “muy afectada y nerviosa”.
Pero lo fuerte llegó cuando, por sorpresa, entró por teléfono Enrique Ponce para desmentir a la tal Rocío y dejar claro que sí, que está saliendo con Ana Soria pero que la conoció hace dos meses, no año y medio.
El torero hizo algo muy inteligente con su llamada. Fue tajante, respetuoso y contestó preguntas. No jugó al despiste ni negó las evidencias.
Ponce negó conocer a la invitada de ‘Sálvame’ y cuando Kiko se acercó al camerino para que Rocío se enfrentara al teléfono, ésta se negó a hablar y se encerró en la habitación. Es decir, que el programa invitó a alguien que no tiene ninguna credibilidad. ¡Qué sorpresa!
Entre otras cosas, el torero dijo:
Sobre Ana han mentido todo y más. Nunca ha salido en nada, por favor, dejadnos tranquilos. Ya habéis indagado, buscado, ya por favor, dejadnos vivir.
Ponce pone en evidencia las mentiras de ‘Sálvame’
Tras la llamada, en ‘Sálvame’ no supieron como actuar. Tenían un problema: Habían invitado a una mujer que claramente había mentido y no sabían qué hacer con ella. Necesitaban darle crédito a Enrique Ponce puesto que el torero llamó sin cobrar y les regaló un minuto de oro (podría haber mentido pero tenían que creerle, de momento).
El caso es que, lo que Ponce demostró es un secreto a voces: En ‘Sálvame’ invitan a quien sea, sin pedir acreditación alguna, sin investigar nada, a sabiendas incluso que mienten. Todo por rellenar el espacio de contenido. Da igual si le arruinan la vida a alguien o no.
Por ello, para quitarse el ‘marrón’ de en medio, decidieron echar a la invitada y ridiculizarla y amenazarla en directo. La mujer, avergonzada quiso irse de Telecinco peor sin que saliera su cara o su voz. Kiko Hernández la acompañó hasta la puerta de salida pero advirtiéndole que si no hablaba, sus jefes iban a mostrar su rostro.
La tal Rocío, desesperada se fue y los de ‘Sálvame’ se excusaron diciendo que “se la habían colado”. No, sabían perfectamente a quién llamaban pero les dio igual. Esa es la falsedad de un programa que no tiene escrúpulos.
